El invierno había llegado, y con el, las gélidas tardes también. Todo el mundo caminaba por la calles con enormes abrigos o parcas, cubriéndose del interminable frío.
Las personas miraban de manera extraña al chico que por entre ellos caminaba de forma totalmente normal, portando simplemente una polera color negra y una mochila del mismo color. Su piel, pálida como la de un vampiro de película Hollywoodense, no hacía más que llamar la atención de la multitud, pues hacían nueve grados y ese chico estaba totalmente desabrigado, nisiquiera bufanda llevaba.
Su mirada vagaba por las vitrinas de aquellas tiendas cercanas al centro, algunas mostraban lo mismo que las anteriores. Fue en ese momento en que el chico de tez pálida se pregunto como le irían a esas tiendas que tenían la misma mercadería que otras, ¿No afectaba que tuvieran lo mismo? Era estúpido, las gente en sí era estupida. Pateo la gravilla del pequeño parque por el cual pasaba y sonrió lascivamente al darse cuenta de que faltaban solo unos cuantos minutos para llegar a su tan esperado destino. El departamento de Jung Hoseok se había vuelto un buen refugio en estos días, y es que tenía calefacción, café y hasta su propia tele plasma. Sumado a que los mimos que este le daban lograban que pudiera conciliar el sueño. Jamás se lo diría, pero el departamento del chico de sonrisa brillante se estaba convirtiendo en su lugar favorito.
-- ¿Yoongi? --el nombrado sonrió de manera divertida al darse cuenta de lo tierna que había sonado la voz del chico atravez del citofono.
-- ¿Estabas esperando a alguien más? --fingió estar ofendido mientras que de su mochila sacaba un sweter color azul, el cual en menos de un segundo, cubrió por completo su torso y parte de sus muslos.
-- Si, la verdad es que si.
-- Jodete.
-- Jodeme.
-- Jung Hoseok, solo abre la Maldita puerta.--el gruñido de Yoongi hizo efecto en su contrario y segundos después, la enorme puerta de metal se abrió.
Las escaleras siempre habían sido el nemesis de Yoongi. Una tras otra escala, soltaba una queja o una maldición, sus piernas eran flojas al igual que su actitud. “Solo a él se le ocurre vivir en el décimo piso de un edificio sin ascensor”. Cuando porfin estuvo en el piso diez, abrió la puerta, encontrándose con el pequeño pasillo que conllevaba hacia la única puerta de aquel piso.
Antes de poder tocar la vieja madera, la puerta se abrió dejando ver a un chico cubierto hasta la cabeza con una enorme manta de polar.--- Vaya...---murmuro Yoongi observandolo de pies a cabeza--- Definitivamente eres frío lento.
---Si...hace mucho frío. Pasa ---se hizo a un lado para poder dejar que el chico frente a él entrara en su departamento.
--- Pero si aquí está realmente caliente, ¿Porque aún así tienes frío? ---cuestiono mientras se sentaba en el sofá rojo.
--- Yoongi ---se quejó Hoseok al escuchar la pregunta--- Si lo dices de esa forma, me haces sentir como un anciano.
--- Es que si lo eres.
--- ¡pero si tú eres mayor que yo!
--- Hey, más respeto con tu Hyung ---advirtio el chico de piel Nivea observando amenazante a su contrario.
--- A ti jamás te ha gustado que use honoríficos, así que ahora te jodes y aguantas mi falta de respeto.---aquella oración salió de manera fluida. Yoongi soltó una pequeña carcajada.
--- Si bien, ¿Hace cuanto que querías decirme eso?
--- Ah, eres insoportable ---se quejó sentándose junto a él en aquel sofá--- Yoongi...¿No tienes frío?
---¿Debería tenerlo? ---su mirada desviada y su tono de voz lo delató ante Hoseok.
--- Muy bien, si. llevas un sweter contigo, Bravo ---de un momento a otro, el menor se deshizo de aquella gran manta y se levantó, posicionadose frente a Yoongi.--- ahora me pregunto...si en verdad has venido con el todo el camino.
--- claro que sí, por quién me tomas. No estoy loco.
Hoseok estiro una de sus manos para que Yoongi tomara de esta, y con inseguridad, lo hizo, poniéndose de pie frente a su mejor amigo. “¿Desde cuando está más alto que yo?”. Sin siquiera percatarse de las acciones de su contrario, sintió como unas manos se colaban por entre su ropa y tocaban su abdomen, para luego salir y adentrarse por los brazos. Fue cuando Hoseok se dio cuenta de lo frío que estaba su cuerpo, indicio de que se había puesto aquel sweter antes de entrar al edificio.
--- ¿Acaso pensaste que me engañarias? ---la voz reprochante que Hoseok utilizo, hizo que Yoongi se sintiera como un niño pequeño, por lo que simplemente negó cabizbajo--- ¿Te quieres refriar? ¿Acaso quieres morir?
Nuevamente, Yoongi negó frenéticamente y su contrario tomo su mentón para lograr que lo viera a los ojos--- Quiero que me mires y me digas el motivo por el cual has venido desde tu vencindario tan desabrigado.
--- Y-yo...---y ahí iba denuevo. Yoongi odiaba sentirse tan menor cuando Hoseok ponía aquella voz.--- Quería sentir el frío.
--- Yoongi...---Hoseok negó y se volvió a sentar, está vez jalando del brazo de Yoongi, obligándolo a sentarse sobre su regazo--- ¿Cuántas veces tendré que decirte que es peligroso?
--- muchas...lo siento.---murmuro bajo--- ¿Puedes abrazarme? ---sus ojos buscaron los de su mejor amigo y este a su vez le sonrió cálidamente.
Su cuerpo se recostó sobre el de su menor, y este lo envolvió en un abrazo. Llevo una de sus manos hasta la enorme manta y los tapo a ambos, dejándolos por debajo, complemente a oscuras. Los labios de Yoongi prontamente comenzaron a besar el cuello de Hoseok, el cual soltó pequeñas risitas por las cosquillas que le provocaban. Sus manos comenzaron a acariciar la espalda de Yoongi, para darle aún más calor.
--- Me gusta cuando me abrazas ---murmuro sobre su cuello.
--- a mi me gusta cuando te comportas de esta manera conmigo.---lo apretujo aún más contra el, buscando sus labios, rozando su nariz suavemente contra su mejilla--- Te quiero mucho, Yoongi.
--- Ya lo sabía. ---sonrio sobre sus labios y succiono el inferior.--- siempre me lo dices.
--- eres un-
Sus palabras fueron acalladas por los labios de Yoongi, los cuales comenzaron a tomar el control por sobre los suyos. Pero claro, Hoseok no dejaría que Yoongi ganara. Su lengua se hizo paso por entre los delgados labios de el pálido, haciéndolo gemir suavemente. Sus manos bajaron hasta su cintura y la presionandola con sus delgados y largos dedos. Por otra parte, Yoongi ya se encontraba jugando con el cabello de Hoseok, jalandolo y acariciándolo a su manera, sonriendo se vez en cuando cada que Hoseok suspiraba por las caricias.
Si, definitivamente, el departamento de Hoseok era su lugar favorito.
All the love
Adori¿Me extrañaron por aquí?
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かわいい少年; Sope
Conto(n.) Yoongi no comprende el porque del maltrato por parte de sus compañeros de escuela