Promesa

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Un fuerte dolor de cabeza me despertó de mi extraño descanso... habrá sido un sueño?, me senté mientras me rascaba los ojos con una mano y sobaba mi cabeza con la otra... cuando volví en mí, me di cuenta de que esa no era mi habitación, ni mi casa, volteé alarmado tratando de reconocer el lugar pero en su lugar noté una figura humana sentada en uno de los extremos de la habitación... solo sentada, esperando...

-Terminaste?

La voz me hizo voltear repentinamente hacia la fuente... era él, el tipo de una noche antes...

-Q-quien eres tu??, que hago aquí?

-Te golpeaste contra un árbol mientras corrías a ciegas

-Tu me trajiste aquí? -no recibí respuesta- quien eres?

-Mi nombre es Dario...

-Yo soy Zael... por qué me trajiste aquí?

Dario no respondió, en su lugar se limitó a solo observarme, eso me ponía aun más nervioso, a pesar de que ya había luz del sol, no podía verle el rostro, seguía tapándolo su túnica...

-No me mates!! Por favor!! –comencé a decir de forma desesperada- si irrumpí tus aguas lo siento!! De verdad!! Por favor, perdona mi vida!!

Después de un largo silencio, se levantó de su silla, yo di un pequeño salto hacia atrás, se acercó a mí y cerré los ojos volteando la cabeza, no quería abrirlos por accidente y verlo.

-No tengo interés en matarte

-Ah no? –dije al momento de abrir los ojos y voltear a verlo- entonces... por que me trajiste aquí?

-Estabas inconsciente, no te iba a dejar tirado a tu suerte

-Pero... entonces... no matas a la gente?? Muchos han venido, y nadie ha regresado...

-No, yo no mato a nadie, todos se matan solos...

-Solos? No creo... como?...

-Así como tú, corren aterrorizados y chocan con tal fuerza que caen muertos, tu tuviste suerte

Lo miré perplejo... será posible? Acaso el sujeto no es malo? O tratara de engañarme...

-Este... puedo irme?

Me miró por un instante y caminó hacia la puerta

-Nada te lo impide –dijo eso al momento que abría la puerta, de inmediato me levante y caminé hacia ella, aún temiendo que en cualquier momento la cerraría de golpe y me invitara a su infierno... pero no sucedió, en su lugar, en la entrada yo me detuve y mire hacia donde se encontraba él...

-Que... exactamente qué eres tu?..

Dario no contestó, solo me miraba, decidí mejor irme antes de que él cambiara de parecer, comencé a caminar en el bosque, jamás había estado en ese lugar, sentía que estaba caminando en círculos, no hallaba la salida, no escuchaba la cascada ni de lejos, comenzaba a asustarme, cuando de repente veo a Dario recargado en un árbol, como si me esperara...

-Tienes problemas?

-Hee... n-no, es... es solo... que...

-No encuentras la salida...

-............ no, no señor...

-Sígueme

Caminé detrás de él, se movía con mucha seguridad, supongo que conocía esos bosques como la palma de su mano, después de poco la cascada comenzó a escucharse a lo lejos.

-De aquí ya sabes llegar solo

-Si... si, gracias –me adelante unos pasos, antes de agarrar camino volteé atrás para verlo una ultima vez, pero él ya no estaba... Dario ya no estaba.

Camine entre el bosque guiado por el canto del agua, no tardé en llegar al lugar, ya con la luz del sol ayudándome, pude encaminarme a la aldea.

Cuando iba llegando, mis compañeros y sobre todo mis amigos me estaban esperando impacientes, al verme acercar corrieron a mi encuentro, encabezados por Ashaya y Belgair,

-Estás vivo, estás vivo!!!- Gritaba Ashaya mientras me abrazaba con fuerza.

-Por los dioses... no puedo creerlo... nos preocupaste demasiado- dijo Belgair sin apartar su mirada de preocupación.

El resto de mis compañeros se acercaron con curiosidad:

-de verdad fuiste a pescar a la cascada del condenado? –preguntó uno de ellos

-Claro que si,- contesté con seguridad,

-na!, yo no te creo - dijo otro de mis compañeros- si fuese cierto, ni siquiera estarías aquí, yo creo que te fuiste a quedar al bosque toda la noche para hacernos creer que fuiste a la cascada.

-Claro que no!!! Es verdad lo que digo!! –le grité ya algo molesto.

- si como no!, y el fantasma del condenado? – me pregunto en tono sarcástico.

- él no es un fantasma, su nombre es Dario.

-claro!! Ahora nos dirás que eres amigo del fantasma no? – dijo otro de mis compañeros, al parecer estaban convencidos de que fingí todo...

-n-no... bueno, no amigos, pero...se que no es un fantasma! Y se que no mato a...

- jajajaja, déjate de tonterías, nadie te creé, solo es otra de tus mentiras por tratar de llamar la atención. Después de ese comentario, todos comenzaron a reír, eso me enfureció, solo pude gritarles mientras se alejaban:

-LO QUE DIGO ES VERDAD!!! Y SE LOS MOSTRARÉ, REGRESARE, VOLVERE Y SE LOS TRAERE PARA QUE LO VEAN!!!

Se fueron... solo se quedaron Belgair y Ashaya conmigo...

-Zael... es cierto lo que dices?...- me dijo Ashaya con temor..., yo no levanté la mirada, solo asentí con la cabeza

No escuché palabra alguna después de eso, levanté la mirada para ver como sus expresiones de tristeza se dirigían hacia mí...

-Tampoco me creen verdad?

-..... bueno... no es que no te creamos... pero... - contestó Ashaya, agachando la mirada

-No lo sé amigo... esto llego demasiado lejos...

-no!... lo que digo es verdad!! Por favor... créanme al menos ustedes... - mi voz comenzó a quebrarse cuando dije esta última frase...

-yo... yo no se... - Dijo Belgair mientras dio la vuelta y se marchó

-Perdóname Zael...- contestó al fin Ashaya, y se marchó corriendo... estaba yo sólo en medio de la plaza... con el mismo nudo en la garganta que sentí cuando mi hermano se fue a la guerra, me quedé inmóvil por unos instantes; no podía dejar que Belgair y Ashaya creyeran que soy un mentiroso... no ellos... mañana? No esperaré tanto, regresaré en este mismo instante, pensé mientras me dirigí hacia mi casa.

Inmediatamente llegando, me cambié de ropa, aliste una mochila, lo llené de comida y salí rápidamente de la aldea, volveré!!, y no vendré solo!, Dario vendrá conmigo!!!, pensaba durante mi camino hacia el bosque.

La Guerra: Historia de ZaelWhere stories live. Discover now