Desconocidos

46 1 0
                                    

Me digo una y otra vez que te tengo que olvidar, y en verdad que lo intento, pero se llega la noche y tu recuerdo se vuelve más fuerte, al igual que mis ganas de escribirte.

Ayer te vi y traté de ignorar el cosquilleo que se empezó a formar en mi estómago. Ahí estabas tú de nuevo, tan tranquilo y discreto, rodeado de ruido y desorden. Intenté concentrarme en todo, menos en ti y en lo que me haces sentir, pero me es imposible, tu presencia no es algo que se pueda ignorar, porque ante mis ojos brillas, brillas como la luna lo hace en el camino... pero no siempre fue así. De un día a otro me encontré mirándote desde lo lejos, observando tu forma de andar y la manera en la que bajas la mirada cuando estás incómodo, y de pronto la idea de algún día haberte pasado por desapercibido se volvió loca.

Hay veces en las que cuestiono mis sentimientos hacia ti, y es qué realmente no te conozco. No sé cuál es tu color favorito o si tienes hermanos, tampoco conozco tus gustos musicales, ni la persona que eres cuando estás solo. Y aún así, sin saber todo esto, mis piernas tiemblan cuando estoy cerca de ti, mi lengua se traba y mi actitud de repente se vuelve un poco más tonta. Muchos dicen que es pura atracción, otros una ilusión e incluso infatuación, y ha decir verdad, lo único que sé, es que nunca había sentido algo así. Tal vez ellos tienen razón, y simplemente estoy enamorada de la idea que tengo de ti. Tal vez y sólo seas una bonita ilusión.

A quien corresponda: Donde viven las historias. Descúbrelo ahora