un niño llora acalorado en una zona de guerra, está desamparado, solo y con hambre, está sucio y su llanto es ignorado por los soldados que lo escuchan, su madre y padre se ven muertos a los costados del niño, él pide ayuda a gritos, su corazón está destrozado al saber lo que es la muerte y el dolor.
su infancia dorada e inocente se ve manchada por la sangre de sus padres.
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él niño corría descalzo por las altas pasturas de su granja, sin preocuparse de lastimarse pues sabia que su madre lo curaría con un hechizo mágico y que su padre le diría que era valiente y sería un gran hombre en un futuro. una bomba cayó de un ave metálica nunca antes vista por el niño, corre aterrado a su hogar sumergiéndose en los brazos de su madre campesina e ignorante de la guerra que se estaba desarrollando a las afueras de sus tierras, el padre con escopeta en mano se abstiene de cualquier decisión errática y se encierra junto a su esposa e hijo en el sótano de provisiones.
ordenes gritadas por un hombre se escuchaban a las afueras, en un dialecto que no entendían, las puertas del sótano fueron pateadas hasta que abrieron, la madre gritó con el corazón en la garganta al ver como sacaban a rastras a su marido e hijo, el niño estaba asustando y llamaba a su madre, rogándole que lo ayudase, mas la madre no podía hacer nada; estaba apunto de ser cruelmente violada por aquellos extranjeros.
su marido impotente solo le cubrió los ojos a su pequeño para que no viera como la mujer que le engendro era lastimada desde el orgullo.
después de tan perturbador acto, sacaron a la familia fuera de lo que fue su cálido nido familiar, la madre de grisáceos ojos sangraba por debajo de su falda color crema con volados.
no cojeaba al caminar.
el que parecía ser líder de ese pequeño grupo de soldados arrodilló a los padres del niño quien aturdido era obligado por otro de los soldados a ver cómo sus padres eran fusilados frente a sus (heredados por su madre) ojos grisáceos, lágrimas caían a borbotones de los ojos de los padres del niño, diciéndole que todo estaría bien, que no tuviera miedo, que mañana comerían pastel de manzana con limonada en un día de campo y que jugarían a las escondidas.
el padre le dijo a su pequeño que cerrara los ojos y contara hasta diez y que verá que esto pronto se arreglaría. el líder de los soldados apoyo esa idea, el líder tenía vendada la mitad de su rostro; el niño comenzó a contar:
uno: sus padres suspiran con terror.
dos: se escucha cuando preparan un arma.
tres: se escuchan dos disparos.
cuatro: el niño no abre los ojos.
cinco: el niño llora.
seis: mueven al niño.
siete: el niño siente que algo caliente cae por su cuerpo.
ocho: el niño por primera vez prueba el sabor metálico de la sangre.
nueve: el niño aguarda pidiendo ayuda después de ser abandonado por los soldados extranjeros.
diez: es salvado por soldados comunistas de nombres dɐnl y dɐʇɹʎɔʞ.
El niño fue criado por el comunismo, el dolor, y por una pareja (gay).
