una caja cayó sin cuidado en el piso alfombrado, junto a un sillón carmín, como el buzo de nuestro "ojos grisáceos"; veinte años había cumplido hace una semana y a pesar de haberse independizado hace ya varias lunas, esta era la primera vez que se mudaba y compartía hogar con otras personas y estas eran: Edd, Matt y el "estúpido Tom" como el noruego solía llamar le para hacer le rabiar.
la casa era de buen tamaño, perfecta para cuatro personas y con una sala lo suficientemente espaciosa para que él flojeara después de hacer sus prototipos robóticos.
Su habitación estaba junto a la de Tom, para su desdicha, pues era mas que obvio que este lo detestaba desde el primer día del antepenúltimo año de preparatoria y él no hacia nada mas que darle más razones para contratar a un sicario para que le vuele el cerebro con una calibre cuarenta y cinco.
Tom era hielo y él era lava ardiente.
ellos dos eran compuestos no compatibles pero necesarios para crear algo más y ambos lo negaban, consciente e inconscientemente.
. . .
en sus siete años de amistad, las disputas con Tom nunca habían llegado al punto de golpearse hasta sangrar, pero esa noche, después de estar meses acostumbrándose a la nueva vida, una discusión surgió en medio de una noche de películas. "Las leyendas" se mostraba en el pequeño televisor, Tom y el de sudadera roja discutían sobre quién hacia mejor pareja con Leo San Juan, Theodora o Xochitl, los insultos no se esperaron y rápidamente el tema principal se perdió en el mar de ofensas, el "cuencudo" estaba rojo de la rabia y el noruego solo sonreía con cinismo ante los insultos de británico.
ante la falta de "hombría" por parte del noruego, Tom soltó el primer golpe, encajando su puño en la boca del veinteañero, haciendo que él suelte un quejido y los otros dos adultos le vean con asombro. ambos sabían que el que tenía mejor físico, salud y fuerza era el noruego.
el de grisáceo mirar, después de descubrir que en difinitiva se había partido el labio, escupió los restos de carne y sangre para después lanzarse contra el británico más pequeño y "molerlo a golpes".
los otros dos, después de salir de su "shock" buscaron separar a el de azul y al de rojo, viendo que Tom tenía un ojo morado y el noruego marcas de las uñas de Tom, pues el se las había incrustado.
el noruego no se quedó ni un minuto más en la sala de estar, se quitó las manos del narcisista de encima y subió con prisa a su habitación, lanzándose en su cama, comenzando a despedazar su pobre almohada, llorando de cólera.
rompió muchas cosas aquel día, incluyéndolo.
