Un suspiro salió de su boca al mirar el cielo y ver que de nuevo empezaba a nevar. Sus pies fijos en el pavimento cubierto por una fina capa de nieve, producto del inicio del invierno.
Pronto una sensación de ansiedad atacó todos sus sentidos y su pulso se empezó a acelerar gradualmente. Él podía sentir sus latidos como el constante y molesto sonido de las agujas del reloj.
Por un impulso desconocido para aquel muchacho, este empezó a caminar aumentando continuamente su velocidad. El suelo era un riesgo para su rápido andar, pero solo seguía su camino sujetando fuertemente la correa del estuche protector de su violín.
Corría y corría a la vez que dejaba unas notables huellas sobre la nieve, blanca como el vaho que salía de sus labios producto de la temperatura y su agitada respiración.
A pesar del pesado abrigo que llevaba encima, podía sentir cómo el frío se colaba entre la gruesa tela y helaba sus huesos al punto de causarle dolor; pero él no se detenía.
¿De quién huía? No había volteado la cabeza ni una sola vez pero estaba muy consciente del por qué corría.
El tiempo.
Un concepto difícil de entender para muchos, y algo irrelevante para otros. Pero hay algo que es cierto, y él lo tiene muy claro.
"El tiempo no espera a nadie"
Aquello provocaba muchas inseguridades en el joven, quien tropezó ante un montículo de nieve que no había visto por asegurarse de que su persecutor estaba lejos.
En algún punto de su vida, él ya se había dado cuenta de que la vida pasaba como un suspiro que se desvanece en el frío. Cada mañana al despertar una sensación extraña para él lo invadía.
Su vida pasaba frente a sus ojos rápidamente y no se podía hacer nada para evitarlo.
Un día era un niño, cuyas experiencias no iban más allá de su familia y su círculo de amigos. Pero sin darse cuenta, un día despertaba como un joven casi adulto, con muchas más responsabilidades de las que podría haber imaginado.
¿Había pasado buenos momentos? Definitivamente sí; de la misma forma las situaciones difíciles, que en su momento eran un mundo de preocupación y ansiedad pero luego todo se iba empequeñeciendo hasta desaparecer.
La vida era como un camino,donde algunos llegan a recorrer una gran distancia, y otros no tienen la misma oportunidad. Aun así todos tenían algo en común, y era el simple pero increíble hecho de vivir.
Pero la carrera del muchacho continuaba, y en su mente se repetía aquella canción de violín que activaba todos sus sentidos y a la vez, despertaba su creatividad.
Al verse sin fuerzas, se detuvo y apoyándose en la pared, se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Podía sentir a su persecutor acercándose, por lo que sacó el violín del estuche.
Cuando el instrumento entró en contacto con sus dedos, pudo sentir la fría madera adormeciendo su mano, pero esto no impidió que empezara a tocar una suave melodía que tenía en su mente desde mucho tiempo atrás.
Notas musicales agudas eran transmitidas por el movimiento de sus dedos y el arco sobre las cuerdas. Una canción que se perdía en el viento helado y la nieve acumulada en las calles.
Unas lágrimas cayeron sobre la madera y resbalaron hasta llegar a las piernas del muchacho, quien terminó su melodía y después de guardar el instrumento esperó la llegada con una sonrisa en el rostro.
-¿Por qué tienes miedo ?
Después de que esa pregunta rondara por su cabeza por muchos días, algo empezó a cambiar.
Había alguien, para quien el tiempo no existía. Él es eterno.Después de conocerlo, aquella pesadilla, que parecía haber congelado su corazón, dejaba de causarle temor y ansiedad; el hielo que lo envolvía día a día fue derretido por la calidez del dueño de aquella voz que pareció escuchar entre sueños.
Había sido creado para la eternidad y su carrera por alcanzarla y llegar al lado de Jesús, continuaba.
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TEARS OF THE VIOLIN - [ 小提琴的眼泪 ]
Short Story¿De quién huía? No había volteado la cabeza ni una sola vez pero estaba muy consciente del por qué corría. El tiempo. [ONE-SHOT]