Harry's POV
- Esta será la última vez en tu puta vida - dije tranquilamente al hijo de puta que sostenía desde el cuello de su remera - que tocarás a una mujer sin su consentimiento.
Heché una mirada rápida a la chica que yacía medio desnuda y un tanto desaliñada bajo mis pies.
- ¡Vete! ¡corre! - Le ordené, pero antes de que terminara la segunda palabra la chica ya se había encaminado hacia la carretera.
- ¿Por qué te metes donde no te llaman? - Preguntó el chico arrogantemente.
- Porque simplemente se me da la gana - alcé mis cejas irónicamente - Ahora ... ¿En qué estabamos? - pregunté burlonamente - ¡ah! verdad - desplegué mis colmillos transformando mi rostro. El chico cambió su expresión altanera por una de horror y comenzó a temblar bajo mi agarre - Te decía que esta será la última vez que puedas tocar a una mujer - escondí mis colmillos para conversar más "tranquilamente".
- ¿Qué vas a hacer conmigo? - preguntó el chico aterrorizado.
- Pués verás... - respondí acariciando mi mentón - tengo muchas ideas, el problema es que soy un vampiro y tengo hambre - alcé mis cejas nuevamente - el otro problema es que no me gustan las presas fáciles - sonreí y me acerqué más al chico - ¡bu!
solo eso bastó para que el chico entrara en pánico y comenzara a correr como una gazela delante de un guepardo.
-¿Vas a algún sitio? - pregunte rápidamente. él cambió la dirección. Lo alcancé - o no, por ahi no es una buena idea - sonrei y el chico volvió a cambiar de dirección - ¿Te sientes mas cómodo por acá?
- ¡Eres un monstruo! - gritó y yo lo agarré por el cuello.
- Respuesta equivocada. Dime algo que no sepa. - Lo levanté por los aires, sin el mayor esfuerzo - los dos sentimientos más fuertes para los humanos son el amor y el miedo - le dije ladeando mi cabeza. El chico comenzó a llorar y a rezar. - ¡Crees que Dios te va a escuchar después de lo que acabas de hacer? - lancé una carcajada - Pués ya me aburrí contigo.
- ¿Me vas a dejar ir? - Preguntó esperanzado.
- Algo así - Respondí. Desplegué mis colmillos nuevamente y acto segudo los enterré en su cuello. El chico gritó y su grito se apagó conforme a la succión de su líqudo vital. Ni una sola gota quedó en sus venas.
Luego de acabar con él, aparté su cuerpo a un árbol un poco más alejado de la carretera y lo quemé. << Eres un monstruo, Styles>> Me reí.
Comencé a descender la colina, dejando trás de mi las violentas lenguas de fuego.
Liam's POV
Tuve la mala suerte de nacer después de mis hermanas gemelas Wether y Avril. No sabía que eso era el primer paso para desencadenar una terrible maldición, ser el más joven de tres hermanos. No era nada tolerable con los problemas, mi calor corporal siempre era alto y el alcohol era mi mejor aliado.
Soy el chico más problemático de la universidad y gracias a Dios nadie se mete conmigo o sería capaz de matarlo. Así es, de matarlo sin piedad. No tengo amigos y lo veo mejor de esa manera porque no confío en nadie. Tengo muchas chicas, ninguna oficial claro solo me acuesto con ellas para apaciguar el creciente calentón que me azota todos los dias y luego las ignoro. Soy una bestia pero me encanta.
Todas las noches antes de dormir me gusta vagar por las colinas de Cambridge aunque suene peligroso. El problema es que no le temo al peligro. Esta noche es diferente la luna brilla más que otras noches y es hermosa. Luna llena.
Este lugar era tranquilo aunque había muchos jóvenes y siempre había una fiesta por ahí. Escuché música y me dirigí a ella. <<Alcohol gratis>> pensé.
- ¡Hey Payne! - Me saludó Marcus chocando mi mano. Lo miré mal. - ¿Cómo va? - Preguntó luego de mi mirada un poco incómodo.
- Nada nuevo idiota. No vuelvas a golpearme de esa manera. - Respondí seco.
- Eres un bromista amigo. - Dijo finalmente con una risita de incomodidad.
Lo ignoré y me encaminé hacia la barra. En ella había tres chicas, dos morenas y una rubia. Las tres me miraron con deseo, lo sé porque tengo un instinto diferente a cualquier otro hombre.
- Quiero un whisky doble - le ordené al de la barra - Sin hielo.
- Tú debes ser Liam Payne - Se acercó la chica rubia acariciando mi hombro. - ¿De verdad eres tan peligroso como dicen? - Se acomodó un mechón de cabello tras su oreja.
- O no chica, no me provoques - Le dije cuando se mordió el labio. Le tomé el mentón y tiré para que dejara de hacerlo. - No sabes de lo que puedo ser capaz - Le dije con una sonrisa lobuna y la mirada oscurecida de excitación.
- Más me parece que eres un cachorito domable - Dijo la chica coqueteándome.
- ¿Qué haces idiota? - Preguntó un tercero a mis espaldas. ¿Idiota? ¿quién se atrevía a llamarme de esa manera? Me giré violentamente.
¿Idiota? - Pregunté irónicamente y su puño chocó con violencia en mi rostro. Me reí - Golpeas como niña.- Recibí otro golpe - ¿Es lo mejor que tienes? - La mirada del chico se oscureció con ira y comenzó a darme repetidos golpes en el abdomen y en el rostro. Mi labio comenzó a sangrar . -¿Terminaste? - Pregunté con una sonrisa lobuna. - Ahora es mi turno.
Mi mirada se oscureció con odio y me cegué de ira. Me abalancé sobre él y comencé a golpearlo sin detenerme. Una voz femenina me suplicaba que me detuviera, que lo iba a matar pero yo no obedecía. Estaba completamente fuera de mí.
- Nadie me golpea sin recibir su merecido - Dije entre dientes aún golpeándolo con violencia en el rostro - No te vas a olvidar nunca de mí maldito hijo de puta. - Me puse de pie y les grité a los demás - Ni tampoco ustedes. - Heché una mirada al chico que yacía sin vida bajo mis pies, escupí sangre y salí de ahí. Todos me miraban con horror y miedo.
Salí del lugar y volví a mi caminata nocturna. Aún me dolían algunos puñetazos asi que me senté bajo un árbol y acaricié mi abdomen.
El dolor no disminuía, todo lo contrario, aumentaba de una forma fatal. Me puse de pie y comencé a caminar, pero ya no podía, el dolor no me dejaba. No era un dolor de haber sido golpeado, era un maldito dolor en todo mi cuerpo. Dí dos pasos más y me derrumbé.
- ¿Qué demonios pasa conmigo? - Grité desesperado.
Mi huesos comenzaron a quebrarse uno por uno y me descontrolé. Ya no lo soportaba. De repente escuché una de las matas moverse. Lo último que ví fue una silueta negra y perdí la conciencia.