-Cap 6-

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Narra Harry-

Di un bostezo y me tallé los ojos con la mano izquierda. Mis sentidos despertaron poco a poco y sentí una calmada respiración entre mi pecho y mi cuello, sonreí. Abrí los ojos y dirigí mi vista a la hermosa princesa castaña que se acurrucaba a mi lado, tenía la cabeza un tanto agachada, no podía ver bien su rostro, sólo su precioso cabello, le di un pequeño beso en la cabeza e inhalé su preciso aroma a vainilla, cerré los ojos recordando los pocos momentos en lo que había tenido la oportunidad de tenerla así de cerca sin remordimientos. Sonreí, su olor era lo mejor del universo, me preguntaba si mi amortentia olería así de tanto que adoraba el olor de su cabello... Sacudí la cabeza un poco y me levanté sin hacer mucho ruido. El día anterior había sido un dia duro para Herms y lo ultimo que necesitaba era ser despertada tan temprano en la mañana. Me metí a la ducha y me puse a pensar en aquello... De lo estresada que estaba la pobre no recordó que sus padres no estaban en su casa, cuando Ron dijo aquello mi pobre niña comenzó a llorar, me levanté y la llevé hasta el sillón más cercano, ya ahí ella me abrazó fuerte sollozando por lo bajo hasta que llegó Luna y nos recordó a todos que sus padres estaban bien porque estaban de viaje, todos lo habíamos olvidado. Herms dejó de llorar, les llamó, confirmó que estaban bien y nos fuimos corriendo a su casa para ver los daños. La mitad de la casa estaba destrozada y no podíamos hacer remodelación como magia hasta haberla cerrado ya que había muchos muggles a los alrededores. Decidimos hacer que reconstruyan la estructura por fuera y nosotros nos encargaríamos del interior. Los padres de Herms seguirían de viaje un poco más para evitar que los dañara y ella dormiría en mi apartamento, en mi cama.

Me sentía mal, cómo traicionado o simplemente amenazado... Luna y el hurón me dijeron que Herms se podía quedar en sus casas si ella quería. Sin embargo no fue exactamente grata su invitación así que la decliné yo, Hermione y yo no tenemos problema con dormir juntos y ahora mismo el único que estoy seguro de que no es un mortífago por las noches soy yo. No es que desconfíe de Draco o de los otros, no del todo, es simplemente que Hermione es la persona más importante de mi vida y si algo le pasa me gustaría estar yo ahí y saber que no podría haber hecho nada más para evitarlo y no estar culpando a los demás por algo inevitable.
Salí de la ducha y pude ver a Hermione recostada en la cama aún dormida, parecía un angel, tomé mi ropa con cuidado y me cambié en el baño, soy consiente que debí haber cogido mi ropa antes... Pero en ese momento aún no me acostumbraba a tenerla en mi habitación.
Me vestí y arrgelé haciendo la menor cantidad de ruido posible, preparé un café y lo bebí mientras escribía una nota para Herms:

"Aún te queda una semana libre, y no, no te dejaré ir al ministerio me digas lo que me digas. Necesitas descansar, sabes todo de mi departamento, tienes a Hedwig para lo que necesites y puedes llamarme por el telefono que está en el buró de mi cama, es el único conectado con el del ministerio, solo nos dejan tener uno conectado por casa, ya sabes, y es solo para trabajo... Sabes el departamento donde trabajo y como buscarme, te dejo las llaves pero tengo fe en que no saldrás de aquí después de lo de ayer. Luna tiene un celular que aún está aprendiendo a usar, por favor si vas a salir por lo menos hazlo con ella... Vuelvo a las cinco aproximadamente, no quiero dejarte sola más de lo necesario.
Te quiero Herms."

Parecía mas una jodida carta que una nota, pero con ella necesitaba ser claro, dejé las llaves y la carta sobre la mesa, lavé mi taza y mi cuchara con magia para después ir a mi chimenea.

—Ministerio britanico de magia.

Eclamé mientras lanzaba los polvos flu y rapidamente llegué a una chimenea del ministerio, avancé mientras sacudía mi uniforme, estiré un poco el cuelo y caminé hasta el departamento. Llegué a mi oficina y ahí había ya un pelirrojo sentado en mi silla.

—¿Tengo que decirtelo o te mueves? —Cerré la puerta detrás de mi y avancé hacia el.
—¡Ah! Pero si es muy cómoda. —Dijo estirándose a sus anchas.
—Y es mia Ron. -Rodé los ojos y el solo se levantó.
—Aguafiestas... —Le lancé una mirada de desprecio y él sonrió con sorna. —Creí que el hecho de que "tus risitos castaños" estuviesen aquí te haría ser más tu.
—No te burles...
—¿Qué tal está en cualquier caso? —Dijo cambiando de tema drásticamente... Cosa que no termié de entender.
—No lo sé, supongo que cansada, me levanté, hice un poco de ruido y todo sin embargo ella no se despertó.
—Entonces sí que debe estar muy cansada...

Harmione "No me elegiste a mi..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora