Capítulo IV

685 72 12
                                    

Al día siguiente, Kyung Soo despertó solo en su cama. Suspiró. Por un lado se sentía liberado tras lo ocurrido, pues llevaba conteniéndose un tiempo y, por el otro, se sentía inseguro pero no por el hecho de esperar a Jong In, tenía claro que quería seguir conociéndole y salir con él, sino porque tenía miedo de que el mayor conociera a un hombre de verdad y le dejara abandonado.

Se vistió, desayunó y esperó a Jong In en la calle. Cuando llegó en su coche negro, ataviado con vaqueros, camisa y americana, suspiró, no sabía porque, pero le encontraba más sensual que de costumbre.

- Hola, buenos días.

- ¿Cómo has dormido?

- Muy bien, ¿y tú?

- Mejor que días atrás.

Kyung Soo no replicó, seguía absorto en sus pensamientos.

- ¿Te ocurre algo? ¿Estás pensando en lo de ayer? Estamos en el coche... podemos hablarlo... si hice algo que no te gustó, o te incomodó...

- En realidad, lo que me pasa es que... ¿Y si en estos tres meses conoces a otro?

- ¿Otro qué?- preguntó Jong In, mirando el semáforo.

- Pues otro chico... más mayor y con más experiencia...- Jong In hizo un amago de sonrisa- genial, te divierto...

- Mejor no digo aquello que se me pasaba por la cabeza...

- ¡Pues deberías decirlo!

Jong In paró el coche en un semáforo en rojo y miró al rostro enfadado de Kyung Soo.

- Tendría que acostarme con demasiados hombres para encontrar a uno que la chupe igual de bien que tú- Kyung Soo parpadeó pero Jong In prosiguió- eso en cuanto a la experiencia, en cuanto a la edad, ya te dije que no me importa, sólo me fijo en la edad mental de mi pareja... de ahí que me haya fijado en ti- tomó aire, aceleró y prosiguió- ahora bien, ¿Qué hay de ti? ¿Y si en estos tres meses te fijas en alguien mejor que yo?

- Ya, como si eso fuera posible...

- ¿Y ChanYeol?

- Estás celoso- dijo Kyung Soo, sonriendo.

- Ya hablaremos de ese tema en casa...

Jong In aparcó y ambos bajaron del coche, no obstante, Kyung Soo subió derecho a su clase y Jong In a la sala de profesores como acostumbraba a hacer.

- Hola, Marion- saludó Jong In a la profesora de inglés.

- Veo que has pasado un buen fin de semana, Jong In- dijo la profesora con tono burlón, mirando el cuello del hombre- tápate eso antes que te lo vea la directora... y antes que te lo vean las alumnas y se vuelvan locas porque su amado y deseado profesor Kim Jong In ha tenido una noche de pasión.

- Deja de burlarte- dijo Jong In, sonriendo, cogiendo prestada una corbata azul marino oscuro.

- ¿Conozco al afortunado?- preguntó Marion en voz baja.

La única persona del profesorado en quien Jong In había sido capaz de confiar a la hora de confesar su sexualidad había sido Marion.

- No...

- Bueno, ya me lo presentarás. Si necesitas maquillaje para tapar marcas, dímelo.

Jong In sonrió y subió a clase.

Una dura decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora