NO ME DEJES SOLA

LA CARTA

No pensó que podía llegar a tener una vida asi, menos junto a ella que le había dado tanto sentido a sus ganas de seguir viviendo. Desde que lo hizo padre de una pequeña azabache, de un  peliplata y de una pequeña pelirosa no podia pedir más. Estar en la torre Hokage no era tan malo después de todo pronto dejaría su puesto a Naruto y el podría dedicarse a su familia a tiempo completo.

Directora del hospital, madre y esposa del Hokage a veces hasta ella se preguntaba de donde tenía tiempo para todo para su familia, trabajo y aveces para entrenar al lado de Naruto. Pero lo que más la mantenía tranquila que su hija no sospechase nada de quien era su verdadero padre, de su pasado o como ocurrieron las cosas porque en realidad ella no hubiera podido hacerlo sola, pero no estuvo sola, estuvo el siempre a su lado apoyandola en todo.

Lo mejor del día era terminar su trabajo irse a su casa a "descansar" pero no podía ya que tenía que hacer cumplir su rol de madre a ver como hiban sus hijos respecto a las tareas de la Academia ya que Sarada y Sakumo ya estaban estudiando en ella, tenía que llegar a atender a Kagami su pequeña pelirosa que como decía Kakashi era la más manipuladora de los tres porque con sus ojos negros lograba convencer a cualquiera de cumplir sus caprichos y gustos.

Pero su parte favorita era la noche desde que el peliplata ingresaba a su casa con su típico saludo "Yo" o "Ya estoy aqui" hasta cuando llegaba la "hora de dormir" donde Kakashi dejaba su faceta de Hokage tranquilo y despreocupado para convertirse en Kakashi el erótico, el cariñoso su propio Kakashi donde el y ella podían ser ellos mismos.

-Nunca me cansaré de hacerte el amor todas las noches- gimio Kakashi penetrando a Sakura ferozmente.

-Nunca podría vivir sin ti- dijo en gemidos también ella por el éxtasis de placer que estaba sintiendo.

-creo que ya...-

-Yo también-

No terminaron  de decir cuando los dos habían llegado al orgasmo un dulce descargo de adrenalina y amor.

-Estas más insaciable Hokage-sama- dijo Sakura cansada sonrojada sobre el pecho de Kakashi.

-Ummm yo insaciable, ¿Sakura quien es la que  se  me insinúa hasta en  mi despacho?- dijo Kakashi levantando una ceja y acercando más a Sakura a su rostro.

-Ummm... Naruto- Sakura no aguanto la risa y se le escapó una carcajada a lo que Kakashi en un movimiento la colocó debajo de el y con su boca agarró un pezón de la kunoichi.

-¡No te atrevas!- dijo sabiendo sus intenciones y fingiendo un falso cabreo.

Kakashi hizo caso omiso y mordió el pezón de Sakura haciendo que ella dejará escapar un gemido que el rápidamente tapó con una de sus manos.

-Shhh, los niños duermen no queras despertarlos y... - fueron interrumpidos por unas voces ya conocidas al otro lado de su puerta.

-Papa, mamá- decía Sarada golpeando.

-Vamos sabemos que es tan ahí abran la puerta ya- grito Sakumo con más fuerza

-Abano da pueta- grito Kagami apenas -Sadada y Takumo tan aqui-

-Te lo dije- dijo Kakashi levantándose y poniéndose unos pantalones de pijama, agarró su camiseta de Jounin y se la tiro a Sakura y está la cacho en el aire colocandosela.

Kakashi abrió la puerta dejando entrar a sus tres enanos a la habitación.

-¿Papi estas bien, estas  muy colorado?- dijo Sarada dejando a Kagami en el suelo quien salió corriendo a la cama junto a Sakura.

-¿Tu también estas muy colorada se han pegado un resfriado están muy calientes?- dijo Sakumo poniendo la mano sobre la frente de Sakura.

-Etto... Yo...- dijo Sakura cubriendose con la manta completamente.