Capìtulo 1:
Luego de una exhaustiva mudanza, Bella y sus amigas, Laura y Anna, decidieron que iban a tomarse un descanso. Y por descanso se referían a ir a ver la Universidad donde estudiarían en persona.
Ellas tres habían soñado desde muy chicas con estudiar en esa Universidad. Bella y Anna desde los quince habían querido actuar, y Laura desde los doce había aprendido edición de videos y manejo de cámara. Todas se conocieron y terminaron juntas en el mismo destino.
Universidad de Cine y Teatro.
Trabajaron durante dos años para poder juntar entre las tres el dinero para comprar un pequeño piso con tres habitaciones. De su salario no habían gastado ni un céntimo para llegar al precio pedido por el departamento de sus sueños. Aún así necesitaron algo de ayuda de sus padres y una pequeña rebaja para poder obtenerlo a tiempo para empezar el año. Ahora tenían que seguir trabajando para pagarse sus estudios y sobrevivir.
Cuando llegaron vieron que la universidad era más grande que en las fotos. Bastante. Todo era muy colorido y estaban renovando algunas partes. Caminaron hasta la primera puerta y tuvieron que esperar a que el director atendiese a todos los alumnos.
Bella tenía miedo aunque no quisiera admitirlo. Había pasado de estar en la secundaria a la universidad y era un cambio aterrador y emocionante. El sistema educativo de estas dos instituciones era muy diferente y era consciente de ello. Su ansiedad estaba haciendo que ella volviese a morderse las uñas. Laura se dio cuenta y llamó su atención. Era un acto inconsciente que hacía cuando se ponía nerviosa.
Su turno llegó y la primera en entrar fue Laura. Poco después salió y Anne se apuró a entrar antes de que Bella apenas pudiese levantarse. Esperó. Esos cinco minutos parecieron eternos pero procuró no llevar sus uñas a su boca. Cuando su amiga salió respiro aliviada. Se levantó, se acercó a la puerta y tocó.
—Adelante —dijo una voz desde adentro y ella entró. Se encontró con el director, un hombre de cuarenta y siete años, flaco, alto, con barba y lentes. Típico estilo hipster. Él se levantó y estrechó su mano ̶ Siéntese.
Ambos se sentaron. Él le extendió una hoja y una lapicera. Ella empezó a llenar con los datos pedidos. Nombre, fecha de nacimiento, lugar de residencia, etcétera.
Cuando terminó, le entregó la hoja y el director empezó a ojearla. Mientras tanto, ella empezó a observar a su alrededor. Libros sobre historia del arte adornaban la biblioteca, sobre otra mesa descansaban pilas de carpetas con distintos colores y nombres.
Escaneó el escritorio frente a ella. Había un portalápices con todas las cosas necesarias, una computadora, una carpeta abierta y dos portarretratos perfectamente alineados. En uno, podías verlo con un traje perfectamente pegado al cuerpo besando a una mujer vestida de blanco. Pensó que era una foto muy tierna, pero luego vio la de al lado, la misma pareja con dos pequeñas niñas rubias y rulientas. Tuvo ganas de sonreír con ternura pero se las aguantó.
El director tecleó en su computadora un par de los datos escritos y luego la miró.
—¿Por qué decidió estudiar actuación? —pregunto con sus dedos flotando sobre el teclado dispuesto a escribir su respuesta.
—Desde muy chica me había gustado siempre la actuación y participación en los actos escolares y me gustaría mucho poder convertirlo en mi profesión —contestando, no estando segura de donde salían esas palabras. Estaba orgullosa de cómo se había expresado. El director tecleó y luego siguió.
—¿A qué aspecto de la actuación le gustaría apuntar? Cine, televisión teatro...
—Cualquiera estaría bien pero creo que tengo preferencia por el teatro más que nada.
—Aún así debe tener en cuenta que durante la carrera haremos todo tipo de producciones, tanto teatrales como audiovisuales —aclaró.
—Entiendo —suspiró intentando relajar sus nervios.
—Bien. Debe saber para que el examen de ingreso a la universidad este aprobado y pueda ingresar a la carrera, debe participar en una de las obras que estarán en la cartelera. Debe ir con la secretaria a pedirle el formulario, elegirá una obra y la llamarán para una audición. En caso de que no logre quedar, el mes que viene habrán más audiciones de admisión. Estarán los chicos del último año para guiarlos un poco. ¿Alguna duda?
—No, he entendido. Muchas gracias.
—Nos vemos en una semana para las audiciones. Pide que te den todos los papeles —él extendió su mano y ella la estrechó.
Salió de la oficina y cerró la puerta tras de sí. La secretaria llamó a la siguiente persona que debía pasar y ella se dirigió a su escritorio.
—¿Si? ¿Qué necesita?
—Necesito el formulario para las obras y el resto de papeles para el ingreso. —dijo y la mujer sentada frente a ella abrió un cajón.
—¿Para qué carrera buscas cielo?
—Para actuación.
La mujer tomó varios papeles y cerró el cajón con el pie para luego incorporarse.
—Debes llenar esta forma para las obras. Aquí te dicen cuales son. Una vez hayas terminado la dejas sobre esa pila. Aquí tienes papeles para el ingreso, llénalos tranquila en tu casa y los traes el día que audiciones. Me faltan los acuerdos universitarios y de la carrera, se me terminaron hace un momento así que ese día pídeme eso también, ¿Sí? Recuérdalo porque debes tenerlo —explicó y fue dejando los papeles correspondientes sobre su escritorio.
Luego de agradecerle, Bella se sentó y llenó los papeles, eligiendo Romeo y Julieta porque era la única de romance disponible.
Esteban había llegado a la Universidad tarde porque su hermano decidió que era buen momento para tardar una hora en ducharse. Sinceramente esa era la excusa que él había puesto pero la realidad era que se había despertado mas tarde de lo normal y su hermano solo había tardado veinte minutos. Corrió hacía el edificio donde se encontraba la clase de Historia del Arte que, casualmente, era el mismo donde se encontraba la dirección. Antes debía pasar por secretaría para anotar en que obra ayudaría a los nuevos ingresantes como puntaje extra para su tesis. Se acercó al escritorio de la secretaria y le pidió la forma, la misma que muchos alumnos estaban llenando.
—¿Puedo entregártela más tarde? Llegaré tarde.
—No puedes hacer eso pero será una excepción. —dijo la secretaria— Entrégalo antes del final del día o no lo aceptaré.
Bella terminó de llenar sus hojas y guardo las otras que debía llevarse a casa. Se levantó con el formulario en la mano al mismo tiempo que le daba una ojeada rápida, asegurándose que todo estuviese bien.
—Perfecto. Gracias Fernanda —dijo Esteban también leyendo las cosas de su hoja. Se dio la vuelta y en ese momento el destino empezó a hacer de las suyas. Se chocaron de frente.
—Lo siento... No te vi... —dijo ella. Esteban quedó encantado con la belleza de su torpe futura amante, como él la describió en su mente.
—No hay problema. Lo siento también.
Ella le sonrió, dejó el papel sobre la pila que había y se retiró. Esteban estuvo a punto de retirarse pero retrocedió y miró el último papel que había sido puesto.
Bella Winther, dieciocho años, Romeo y Julieta.
Ya sabía que obra debía elegir para su tesis.
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Canción de un amor secreto
RomanceEn la Universidad de Artes había una regla: No involucrarse sentimentalmente con sus compañeros de obra. ¿Por qué? Hace un par de años atrás hubo un conflicto por una pareja que estaban juntos en una misma obra. Él era el sonidista y ella, el person...