Canción de un amor secreto

Capitulo 2:

Capitulo 2:

Una semana había pasado y el día de las audiciones llegó. Bella estaba más que nerviosa. Había elegido un vestuario acorde a la obra y el papel por el que ella estaba interesada. Su vestido mostraba una chica inocente, tranquila y cuidadosa. Una de las fases de Bella. Porque Bella, según sus amigas, tenía fases, como la luna:

1- La de siempre, la chica tranquila. Como es siempre enfrentando situaciones y resolviendo problemas. Respira hondo y sigue. Un ejemplo de eso es el choque con Esteban, tranquila y segura.

2- La Bella Controladora: Cuando se ponía nerviosa o estaba envuelta en situaciones como la de la audición, su mente empezaba a maquinar tan rápido que podías ver los engranajes moverse. Quería que todo fuese perfecto, entonces se ponía a imaginar todo tipo de diferentes posibles escenarios donde algo pudiese salir mal para también imaginar su forma de resolverlo.

3- La Bella de fiesta. Toda esa tranquilidad, control y cuidado se iban totalmente a la mierda porque ella pasaba a ser una persona totalmente distinta. A esta Bella la conocerán un poco más adelante.

En ese momento, estaba siendo la Bella controladora. Su cabeza estaba imaginando que pasaba si se caía, si leía mal el guión o si la rechazaban en público. Le encantaba hacer el protagónico, pero sabía que debía conformarse con cualquiera. Aún así su audición sería para Julieta y pelearía por serlo. Incluso le costaría conformarse con cualquier papel si no ganaba ese.

Se terminó de arreglar, tomó sus papeles ya con sus datos escritos y se dispuso a salir.

—Adios, Bella. Suerte —la saludó Anne.

—Nos vemos mas tarde.

—Rómpete una pierna —dijo Laura esta vez.

Como la Bella controladora, se había despertado a las 6 a.m. solo para ir a su audición a las 11 a.m. Las chicas, en cambio, se habían despertado a las diez y empezaron a desayunar tranquilas. Ellas debían ir mas tarde.

Salió de la casa y emprendió su viaje en autobús.

Esteban también tenía su lado controlador. En su caso era con el horario. Él sabía que era impuntual y luchaba contra ello, por lo que en esa lucha terminaba llegando media hora antes, a veces más.

—Fernanda —gritó cuando entró en el teatro de la universidad.

—¿Qué sucede, Esteban? ¿Por qué tan temprano? —dijo ella mientras acomodaba los papeles en su mesa ubicada en la primera fila.

—Tuve que compensar lo del otro día —ella rodó los ojos— quiero anotarme para el papel de Montesco.

—No puedes —dijo sentándose y dando un sorbo a su café. Él le dio una mirada de duda y entonces ella siguió— Hiciste de Montesco hace uno o dos años. Te sabes las líneas por lo que no sería ningún reto para ti. Es más, ni siquiera podrías estar de nuevo en esta obra.

—Bueno pero el resto de papeles no me interesan.

—Cambia por otro mejor.

—Quiero ser Julieta —dijo y Fernanda empezó a reír.

—En serio. ¿Sabes la cantidad de chicas que van a venir postularse para ese papel? No creo que elijan a un chico, lo siento.

—Bien, seré Capuleto —dijo como última opción y se fue a sentar en una de las sillas del teatro.

Bella había llegado quince minutos después que él. Para ese momento, ya había más personas en el auditorio. Ella se acercó a la mesa donde Fernanda se encontraba.