Jeongin se consideraba una persona que sabía controlar sus impulsos, siempre; y eso era muy bueno para él en cierta forma.
Pero había una excepción, empezó un tiempo después de haber cumplido 17 años... era que cuando tenía de cerca a su hyung favorito y mejor amigo, Hwang Hyunjin o "Jinnie" como le decía él, todo su autocontrol se iba a la mierda.
Se sentía como un adolescente hormonal deseando a cada momento que su "Jinnie" lo tocara o que al menos esté junto a él, bueno, no se sentía, era un adolescente hormonal. Es que ¡Dios! sabía que Hyunjin lo atraía físicamente desde hace algún tiempo, vamos, no podemos negar que su rostro parece haber sido tallado por los mismísimos dioses, ni hablar de sus brazos grandes y fuertes, su abdomen bien marcado que más parecía una tableta de chocolate que a veces se le antojaba morder... No, ni el mismo Jeongin sabe cómo esos pensamientos tan descarados hacia su extremadamente lindo hyung inundaron su cabeza.
De la noche a la mañana empezó a ver a su mayor mucho más atractivo de lo que ya era. Ahora lo necesitaba más, lo quería más.
Es que sí, ellos tenían una relación muy, muy estrecha. No era como si nunca se hubieran invadido su espacio personal el uno al otro, no era como si Hyunjin no haya probado alguna vez los labios del menor, no era como si nunca antes se hayan tratado como una verdadera pareja de enamorados... aunque no lo fueran, no oficialmente.
Pero Hyunjin tenía un límite y eso no le molestaba a Yang hasta hace unos pocos meses. Cuando el menor quería ir más allá de unos cortos besos o roces de labios, el alto suavemente lo apartaba y lo sentaba a horcajadas en su regazo dándole pequeños mimos inocentes en el cuello con la punta de su nariz y susurrándole cerca de su oído lo precioso y tierno que era como... digámoslo "forma de consuelo" por no darle lo que deseaba a su bebé.
Ambos no pasaban de suaves caricias y tiernos besos... Hyunjin sentía que si seguía a sus impulsos iba a arrebatarle la inocencia casi nula a su Jeongin, porque jodidamente sí, él también lo deseaba, a veces deseaba ir más lejos de lo que normalmente hacían cuando estaban a solas, pero era simple, no podía.
Y Jeongin... pues él solo hacía caso a lo que el alto le decía, aunque también sabía que el mayor se controlaba en cuanto a él y sus tiempos de darse amor, como esas veces en las que el menor cuidadosamente pedía permiso con su lengua para entrar a la cavidad bucal de Hyunjin y éste siempre se alejaba ni bien lo notaba...
Pero un tiempo después de que cumpliera los 17, Yang decidió que quería como a de lugar que su hyung se dejara de tonterías y le comiera la boca de una buena vez.
Porque a pesar de ser su novio de mentira, tenía derecho, ¿no?
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Hormones [HyunIn/JeongJin]
FanfictionJeongin jamás pensó que llegaría a decirle aquella extraña y a la vez descarada petición a su hyung favorito, Hwang Hyunjin.