Una historia que contar

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Estaba caliente, quemaba de una forma agradable, el agua escurría desde mi cuero cabelludo recorriendo mi rostro para después pasar y mi cuello y seguir por mi pecho, en mi panza y finalmente en las piernas y pies. La música que estaba de fondo me gustaba mucho, eran varias canciones combinadas en una sola, Dylan lo había echo para mi, eran canciones alegres que me subían el animo.

Salí de bañarme y me comencé a secar el cuerpo, cuando llegue a mis brasos lo hice lentamente cuidando en no abrir una cortada o borrar la pequeña mariposa. Termine de secarme y coloque la toalla alrededor de mi cuerpo pasando los bordes por debajo de las axilas, tome otra toalla y comencé a secar mi cabello, mientras lo hacia cerré los ojos y repase en mi mente todo el día de hoy; el desayuno, la platica con Dylan, las mariposas, cuando fuimos a la librería, el encuentro con Natalia, cuando llore en el hombro de Dylan, el chocolate que tomamos después y por ultimo cuando me fue a llevar a mi casa.

Estaba en pijama en mi cama, no tenia ganas de cenar, últimamente me hacia la dormida para no bajar a cenar aparte de que comía muy poco. No era anorexica ni nada por el estilo, simplemente no me gustaba comer mucho.

Mi celular sonaba, cada vez la canción de Boom Clap era mas fuerte. Decidí levantarme y contestar -Bueno- dije medio molesta y aun con voz de dormida -Buenos días estrellita la tierra te dice hola- no pude evitar soltar una carcajada al escuchar las boberías que decía Dylan -ey que bueno que estés de humor porque saldremos- me dijo y casi pude ver su sonrisa al otro lado, en ese momento pare de reírme -¿que?- pregunte algo confusa -lo que has oído, hable con tu mamá y me dijo que estaba perfecto que necesitabas salir de tu "cueva"- me reí un poco, no podía creer que mi mamá le hubiera dicho eso, ella decía que mi recamara era mi cueva porque no salía nunca -okey, ¿ a que hora y en donde nos vemos?- pregunte mientras me levantaba de mi cama y me empezaba a quitar mi pijama -ahorita, en unos 5 minutos afuera de tu casa- estaba sorprendida, hubo un momento de silencio y después de unos segundos Dylan volvió a hablar -si no bajas, subiré por ti y nos iremos como estés ¿Okay?- sonreí -Okay- conteste y colgué el teléfono, era lindo cuando terminábamos las conversaciones con frases de libros.

Faltaba un minuto para que dieran los 5 minutos y yo ya estaba bañada, peinada, vestida, pintada y afuera de mi casa. Había sido en récord, me había bañado en 3 minutos, vestido, peinado y maquillado en uno. Claro, no había desayunado y le había dicho a mi mama que desayunaría con Dylan, pero sabia que con el no desayunaría.

Un minuto después, exactamente a los 5 minutos Dylan estaba fuera de mi casa. Caminamos un buen rato hasta llegar a un parque, el mismo parque en el que habia llorado ayer, nos sentamos y nos recargamos en un árbol. El camino había sido silencioso, sin embargo no un silencio incomodo.

-¿cuando empezó?- pregunto de repente, -¿qué?- no entendía nada ¿de qué rayos hablaba? -todo, nunca me cuentas la historia completa, solo algunos pedazos, nunca logro unir todas las piezas del rompecabezas- seguía sin comprender -tu historia- eso tenia mas sentido -¿que quieres saber?- pregunte mirando para otra parte, no me gustaba hablar de mi, ni siquiera con el, -todo, desde el principio ¿desde cuando te molesta?, ¿por que empezó a hacerlo?, ¿por que te empezaste a cortar? TODO- lo mire a los ojos, en verdad quería saberlo, pero no podía contarle algo que ni yo misma sabia -no lo se, no se porque me molesta, solo lo hace desde que íbamos en la secundaria- hubo un momento de silencio y entonces Dylan volvió a hablar -debe de haber una razón, no te puede molestar así nada mas- otro silencio, ninguno de los dos hablaba, Dylan tomo mi mano y se levanto, luego me ayudo a levantarme, comenzó a correr -¿que pasa?- pregunte confundida, se paro de golpe y me jalo hacia el, me tomo de la cintura y me acerco a el, creí que me iba a besar, nuestras caras estaban demasiado cerca, con una de sus manos levanto delicadamente mi cabeza y me miro a los ojos -nunca me dejes- dijo casi en un susurro -no te atrevas a dejarme- repitió, -nunca- susurre, cerré mis ojos, coloco sus dos manos en mi cintura y me abrazo escondiendo su cabeza en mi hombro, puse mi mano en su cabeza y lo abrace por el cuello. Despues de unos largos pero bonitos 5 minutos estábamos en la misma librería del día anterior -si pudieras comparar en este momento un libro, ¿qué libro comprarías?- me pregunto de improviso -no lo se- conteste después de un rato de pensarlo -okey, corrección, elige un libro de estos- señalo los libros que teníamos en el estante de en frente, lo pensé un momento y me decidí por el libro de "Nada" de JANNE TELLER, me miro a los ojos y sonrió -¿que?- pregunte algo molesta por su reacción, ¿se estaba burlando de mi elección? -nada, es solo que es muy adecuado para ti- okey ahora si estaba molesta -¿a que demonios te refieres? dije alzando un poco la voz, su sonrisa era mas grande cada vez, tomo mi mano y nos dirigimos a las cajas ¿que demonios pensaba? osea primero se burlaba de mi y luego me iba a hacer pasar un mega oso porque no traía mas que $50 -Dylan- trataba de contener mi enojo para no gritarle -dime guapa- no quitaba esa maldita sonrisa de niño travieso -no traigo dinero- dije muy despacio y separando cada palabra para que le quedara claro -ya lo se- dijo tratando de imitarme pero con su sonrisa en la cara, era nuestro turno -buenas tardes, bienvenidos ¿los atendió alguno de mis compañeros?- era una chava muy amable, tal vez unos 23-24 años, su cabello era rosa con rayitos azules -buenas tardes, no ninguno- Dylan contesto a Andrea, la chava que nos atendía. Después de pagar nos quedamos un rato en la librería.

-no tenias que hacerlo, toma no puedo aceptarlo. Te has vuelto completamente loco- estaba furiosa, ¿como se le ocurría comprarme un libro? sabe bien lo que pienso acerca de que las personas me compren cosas, sin embargo en el fondo estaba feliz, lo amaba, no como novio, era un amor de persona, era ?el Peeta de todo tributo, el Jace de toda cazadora de sombras, el Christian Grey de todas las Greysessed, el Agustus de toda efecto colateral, el Patch de toda Angel caído, etc. pero simplemente no lo veía como mi novio, solo espero que el a mi tampoco y solo seamos amigos. El se reía, no se si de mi reacción o de mi cara, trate de contenerme hasta que su risa fue contagiosa y los dos reíamos a carcajadas, de pronto me jalo hacia el y me abrazo -te amo demasiado- dijo muy serio -no de la forma en la que piensas- termino de decir al ver mi cara -yo tambien te amo demasiado- dije, lo abrace y le di un beso en la mejilla.

-¿quieres comer algo?- estábamos en una plaza a unos minutos del parque, llevábamos como media hora en la plaza y eran como las 3:00pm, tenia hambre pero no quería comer -no gracias, ¿tu quieres comer algo?- me miro a los ojos y negó con la cabeza -¿por que haces eso?- pregunto colocando un mechón de mi pelo tras mi oreja -¿el que?- no entendía a lo que se refería -no comer como debes- baje la mirada, a veces no era bueno que me conociera tan bien - sabes que te hace daño y lo que pienso acerca de eso- levanto mi cara para que lo viera a los ojos -vamos a ir a comer y te vas a comer todo ¿okey?- era lindo la forma en la que me cuidaba, como si el fuera mi papa y yo una pequeña de 6 años, asentí con la cabeza, me tomo de la mano y fuimos a el área de comida. Buscamos una mesa y cuando la encontramos me dijo que me fuera a sentar que el iba por algo de comida y regresaba, le hice caso y me fui a sentar. Cuando regreso traía una bandeja con dos platos de sushi, un plato de arroz grande, una orden de brochetas y dos aguas, hice una cara de asombro, era demasiada comida, no iba a poder con todo, mi estómago se había vuelto pequeño debido a que no comía mucho -no lo vamos a comer todo- tenia en su cara esa sonrisa triunfadora tan suya que me hacia sonreír. 40 minutos después estaba casi vomitando de lo llena que estaba y todavía faltaba medio plato de arroz y 2 brochetas -ya no puedo ni un bocado mas- dije y tome un trago de agua, se quedo un momento en silencio y sonrió -esta bien, lo pediremos para llevar, has comido muy bien- se levanto y se llevo la charola, si había comido bien, el solo se había comido su charola de sushi unas cuantas cucharadas de arroz y como 2 brochetas, yo había acabado con lo demás.

Después de comer fuimos al cine y luego me llevo a mi casa, entramos y nos quedamos platicando un rato hasta que dieron las 8 y se tuvo que ir -me mandas mensaje cuando llegues a tu casa- le dije en la puerta -si, yo te mando mensaje- le di un abrazo -gracias, este día fue muy lindo- sonreímos -lo se, me la pase genial contigo- hizo un pausa -aun tenemos que ver porque Natalia te molesta, me tienes que contar esa historia- me abrazo y me dio 2 besos, uno en cada mejilla -cuando lo sepa serás el primero en saberlo- se fue alejando poco a poco. Había sido un día increíble, pero era hora de regresar a mi triste realidad, mis hermanos comenzaron a molestarme diciéndome que eramos novios o que lo terminaríamos siendo, que se notaba que yo le gustaba y el a mi, los ignore y subí a mi recamara, tome mi ipod, me puse los audífonos y puse mi canción favorita, programe el ipod para que se repitiera y me quede dormida profundamente con una sonrisa en la cara.

detras de las sonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora