Afterlight

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¡Jelou a todo el mundo! Bueno, aquí me tenéis con el lemmon prometido y sin tener que esperar mil años y medio. ¿Soy responsable o qué? <3

BTW, la prueba de mi dedicación debería ser el poco shippeo que tiene esta pareja y aún así AQUÍ ESTOY SEÑÓ.

B.S.O. del capítulo (more like la puse en bucle mientras escribía):

Me and the Devil – Soap&Skin

Disclaimer: Este fanfic está escrito únicamente con fines de entretenimiento. No obtengo beneficio alguno y toda su autoría pertenece a Hajime Isayama, a su equipo, a la editorial Kōdansha y a Tetsurō Araki, el director del anime.


"El odio es ciego... así como lo es el amor." – Oscar Wilde

ERWIN POV

Recuerdo que, cuando yo tenía ocho años, mi padre compró sábanas de seda en Stohess y nos las llevó a casa. Recuerdo la primera vez que me acosté en la cama, pensando que nunca había sentido nada igual que la suavidad del textil contra mi mejilla. Fresco, lujoso, casi viscoso. La primera vez que dormí desnudo en mi cama, me di cuenta de que envolverse en ellas era casi mejor. Como la caricia de un amante, como bucear en aguas profundas.

Siempre soñé con liberar a la humanidad, salir de los muros, acabar nuestra desdicha y nuestra necesidad. Desde que me enamoré de Levi, lo deseé aún más, porque deseaba mostrarle los lujos que la vida puede ofrecer: banquetes, joyas, sábanas de seda entre las que follarle hasta que se quedara sin voz. Eso sería un espectáculo, porque a Levi le encantaba ondearse y danzar, como lo estaba haciendo sobre el algodón áspero de los camastros en Karanes.

Era superior a mí. Levi, quiero decir. Era energía intocable, indomable, y cada vez que teníamos sexo sentía como si me dejaran rozar con los dedos algo prohibido. Como en ese momento, con sus extremidades laxas, dejándose elevar por mis brazos, con sus caderas en mis manos y la lengua enterrada en su culo, Levi era un dios.

— Erwin... — Las hebras sueltas de su cabello negro caían sobre su frente, en mechones desordenados. Todo su cuerpo pálido estaba ardiendo, con una pátina de sudor que, bajo la luz de la luna, le hacía brillar. Su mejilla izquierda aún tenía la marca del golpe que le propiné y, por una vez en mucho tiempo, me sentí como la peor escoria de la humanidad.

Su mirada era plata líquida, corrupta por la oscuridad del deseo mientras me miraba a través de una cortina de pestañas largas. Alzó la barbilla al techo, arqueó la espalda y gimió con todo el estilo que solo poseen las mejores putas.

— Dime... dime, Levi, dime... — En ese momento, podía pedirme la luna del cielo que yo se la daría. Di un lametón a su pene mientras nos examinábamos en silencio. Tras un jadeo, dirigió su mano blanca a mi nuca.

— Bésame, Erwin, por favor...

Levi nunca hacía nada de manera aleatoria. Probablemente se debía porque, a lo largo de su vida, tuvo que economizar en todos los aspectos de su vida, esfuerzos incluidos. Levi no pedía mucho, pero lo que pedía siempre le llevaba a conseguir algo que merecía la pena. Cuando me pidió besarle, no pensé en nada más que en la promesa de sus labios pálidos y finos, en cómo su lengua tenía toda la ordinariez de los barrios bajos y la elegancia de un príncipe. Sabía lo que provocaba en mí cuando me dejaba ganar en su boca y la saliva se deslizaba por la línea de su mentón, brillando en la oscuridad. Lo que yo no tuve en cuenta, fue precisamente eso.

Que en realidad no estaba ganando.

Eso y que Levi era muy rápido.

Antes de que me diera cuenta, me encontré mirando hacia el techo, con Levi en mi regazo impidiendo todos mis movimientos, sin beso y sin la mirada coqueta de antes. En su lugar, tenía a un capitán cabreado y unos ojos hostiles que me hicieron más daño que una hostia. Tras un gruñido que me puso los pelos de punta, Levi cogió mi erección y, con cuidado de no apoyarse en su pierna herida, se dejó caer en ella.

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⏰ Last updated: May 22, 2018 ⏰

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The Aftermath (EruRi + 18)Where stories live. Discover now