Nathaniel observaba a Scarlett, no había duda en que su rostro era idéntico al de Sira pero sus ojos y cabello eran como los de el y eso solo quería decir una cosa, aquella voz que le hablaba cada noche hace años no era parte de su locura, Scarlett era real y esta delante de el en este momento aunque ella no lo recordara.
- B-bueno- soltó su mano y se agacho para recoger su celular- Me gustaría quedarme pero debo volver-
- Si quieres puedo encargarme de tu celular, después de todo fui yo quien se atravezo en tu camino- miro el celular de la chica
- Oh no, no, yo no mire por donde iba-
- Papá, esta es la pizzeria que te comentaba- un chico se acerco a Nathaniel y miro a Scarlett- Hey... hola-
- ¿se conocen?- pregunto Nathaniel
-Bueno, ella estaba en el hospital con la chica que te comente- sonrió sonrojado
-Si, por cierto debe estar esperándome así que debo irme- se dio me dio vuelta y se dirigió a la pizzeria
- Oh, nosotros tambien venimos a comer pizza, así que entremos juntos- dijo Axel entusiasmado con la esperanza de que Susan estuviera ahí dentro, antes de abrir la puerta del local esta ya se había abierto sintiendo como si su corazón se hubiera detenido un segundo miro a Susan que sostenía la puerta abierta
- h-hola- saludo tímida
-Hey... Hola- sonrió - me alegra verte otra vez, hace ratono tuve oportunidad de pedir tu whatsapp-
- ¿Mi que?- lo miro un poco confundida
Nathaniel se acerco y su rostro palideció al ver a Susan, era idéntica a Sira a excepción de sus ojos verdes, sintió como una llama de ira encenderse en su interior, al sentir a Scarlett acercarse a Susan este sentimiento se apaciguó.
- Susan vayamos a tomar lugar, tenemos que regresar rápido-
- Tardabas mucho, solo salia a buscarte-
- ¿Les molesta si comemos juntos?- sonrio Axel animado
- Deja a las chicas Axel, seguro que se reunieron para pasar tiempo juntas-
- E-eh vivido toda mi vida con Scarlett asi que no me molestaria- dijo Susan un poco ruborizada, su hermana la miro sorprendida y luego sonrio de medio lado, sabia que al parecer alguien se había enamorado y suspiro un poco resignada
- ¿Por que no?- se encogió en hombros
- Genial- expreso el chico
- Si es asi nosotros pagamos- dijo Nathaniel mirando a Scarlett
Entraron al local y al observar a su al rededor se dieron cuenta que solo estaban desocupadas las mesas para dos personas.
-E-esto...- Susan miro un poco nerviosa a su hermana
- Puedes sentarte con Axel, el señor Nathaniel y yo debemos discutir como arreglara mi celular- le mostro su celular quebrado
- ¡¿Pero que le paso?!- pregunto preocupada
- Fue culpa mía, no me fije por donde iba y le eh tirado el celular así que me haré cargo de ello-
En otra parte de la ciudad, Sira caminaba por las calles recordando con cierta melancolía los días en que vivió en la ciudad, al llegar a la que era su antigua casa tomó su bolso para sacar las llaves y después de un largo suspiro introdujo la llave en la manija, la puerta abrió sin problemas por lo que entró observando una escena un tanto tétrica, la casa no solo estaba descuidada por fuera si no que también estaba llena de polvo por dentro con telarañas en las paredes y sábanas blancas al rededor cubriendo los muebles, las ventanas estaban cubiertas por cortinas gruesas pero eso no era su primer objetivo, camino atravesando la sala y el comedor parando por el pequeño pasillo que la llevaba hasta su antigua habitación, quitó la sabana que cubria su comoda y comenzó a buscar entre los cajones.
-¿Donde esta?- se decía mientras abría un cajón tras otro revolviendo el contenido
Al no encontrar lo que buscaba cerro de forma violenta el último cajón, miro el tapete que cubriría el suelo, lo removió y observó con semblante serio la pequeña puerta que la llevaba hasta su sótano, sacudió sus manos y abrió aquella puertilla que rechino de vieja bajando los escalones que reciban de igual manera, encendió la lámpara de su celular y comenzó a inspeccionar el lugar
- tsk, debo de desaserme de todo esto antes de traer a las niñas - dijo tomando un frasco con un corazón dentro- pero antes debo encontrar mi diario-
Sira seguía buscando desenfrenadamente su diario, al igual que en el campo de batalla algunos soldados buscaban sobrevivientes después de un ataque del grupo enemigo, debido a que era noche y caía una lluvia espesa no era tarea fácil, sus botas se hundían en el lodo por lo que caminar se les dificultaba.
- ¡No logro ver nada!- dijo uno de los tres
- ¡Algo debemos encontrar!-
- ¡Es imposible!, ¡La lluvia cada vez es más espesa!- dijo el cadete que caminaba tras sus dos compañeros con dificultad, de repente resbaló y al caer sintió algo metálico en sus dedos, alumbró con su lámpara y vio las pequeñas placas que solían llevar sus compañeros, al tomarlas suizo alzarlas pero se dio cuenta que debajo de aquel lodo estaba un soldado, al ver con cuidado el suelo había una mano- ¡E-encontre a alguien!-
Los otros dos giraron hacia su compañero y corrieron a ver de qué se trataba, comenzaron a remover el barro que se había formado con la lluvia mientras otro leía las placas.
- ¡¡Es el teniente Coronel Kentin!!-
Al escuchar esto se asombraron y se apresuraron a cavar con sus mano aún más rápido, logrando desenterrar a su teniente, quien respiraba con dificultades.
- S-sira.... Sira...- balbuceaba
- ¡NO SE PREOCUPE TENIENTE CORONEL, LO LLEVAREMOS A CASA!-
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Dulce Locura
FanfictionEl tiempo ha pasado, las hijas de Sira y Kentin son unas adolescentes que se ven obligadas a abandonar su vida en el campo por la ciudad, debido a que su abuela Helena se encuentra delicada de salud y Sira comienza a hacerse cargo de ella mientras q...