Posó su mejilla en la pequeña cabecita y dejó que las lágrimas que había estado reteniendo fluyeran, dejando salir todo el dolor que había estado guardando todo ese tiempo.
Se sentía desolado y vacío.
Había perdido una de las personas mas importantes de su vida. La luz que había alumbrado su camino, había desaparecido dejandolo a la deriva. El dolor que sentía en su corazón era tan desgarrador que no podía respirar.
Peter, su amado compañero, ese chico alegre que había llenado sus días de luz se había ido. Ese chico bullicioso y alegre, el cual su sola presencia iluminaba cualquier lugar en el que estuviera. Ese chico que los salvo a todos ellos trayendo risas y calidez.
Su mocoso.
Su amigo.
Su compañero.
Su esposo.
Aun podía ver sus sonrisas burlescas y su mirada pícara cuando trataba de seducirlo. Había sido un camino difícil en su relación, mas cuando Tony se sentía como el mayor depravado de la historia y un pervertidor de menores. Había tratado de resistirse al mocoso pero a este le importaba poco o nada el que Tony fuera mayor que él.
El pequeño bastardo lo sedujo sin contemplación y los constantes rechazos de Tony solo parecían alentarlo más. Hasta que un día dejo de luchar y se dejo llevar. Se consumió en un placer sublime que lo llevo al cielo y al infierno a la misma vez.
Su mente aun podía rememorar con claridad las expresiones del mocoso cuando amó con devoción cada parte de su cuerpo por primera vez. Tony se había sentido como un primerizo, pero al ver los hermosos ojos chocolates de Peter todo se había esfumado y solo podía verlo a él.
Convencer a la tía de Peter que Tony no era un pervertido había sido un dulce paseo por el infierno. Al final la mujer decidió que la felicidad de Peter era primero y si este quería estar con el mayor lo aceptaría. No obstante sobre su cabeza pedía una amenaza de castración si lo hacía soltar aunque fuera una lágrima. Tony sabia que la amenaza no era en vano, May Parker podía ser aterradora cuando se lo proponía.
Luego de ello su relación fue viento en popa, con altas y bajas como cualquier pareja pero ambos superaron sus diferencias juntos. Peter fue su luz para salir de su poso de autocompasión y el pilar que unió a su familia.
Cuando este cumplió sus veintiún años de edad, por primera vez Tony contemplo la posibilidad de unir su vida a la de alguien. Y que el infierno se congelara pero el desaba poseer por completo a su mocoso.
Por primer vez Tony Stark el afamado playboy deseaba atar si vida a la de alguien más.
Su proposición fue muy al estilo Stark. Tan excéntrico como él era llevo a Peter a su isla privada de vacaciones y preparo una cena especial donde él con los nervios a flor de piel y casi al borde del desmayo se arrodilló al frente de su mocoso y le propuso la mayor locura que se le había ocurrido.
El matrimonio.
Aun podía ver la expresión pasmada de Peter. Tony sabía que el mocoso se sentía inseguro sobre su relación y el hecho de que Tony podía dejarlo por otra persona en cualquier momento. Peter jamás espero que Tony fuera tan serio respecto a su relación y mucho menos que este llegara a proponerle matrimonio.
A pesar de su asombro, con lágrimas en los ojos Peter había saltado sobre él y lo había abrazado efusivamente soltando un sonoro y gran ¡Si! dando besos por toda su cara. Tony había estado aliviado y feliz.
Sus amigos habían estado alegres por él, entre risas y bromas habían celebrado su compromiso. Decírselo a May fue un poco mas complicado, pero el hecho de que Tony le propusiera matrimonio a Peter le dejó en claro que iba enserio su relación.
Un mes después su mocoso y él unieron sus vidas en una ceremonia privada solo con las personas mas cercanas. Peter se había visto deslumbrante y radiante como una estrella. Tony no había podido despegar sus ojos de él. Cuando le tocó decir sus votos, por primera vez en su vida la voz le había fallado y las palabras no llegaban a él. La emociones se habían arremolinado en su interior pero solo con mirar a Peter las palabras habían llegado a el.
Habían pasado su fiesta de bodas entre risas, anécdotas y lágrimas de alegría. Uno de los momentos mas importantes y que atesoraría el resto de su vida.
Su noche de bodas y aunque Peter y él ya habían estado juntos en muchas ocasiones, se había sentido como la primera vez de ambos. Nerviosos y expectantes unieron sus cuerpos en sincronía como la primera vez, amándose no con el cuerpo sino con el corazón.
Su vida juntos había sido un vaivén refrescante entre risas, noches de cine, el trabajo y la Universidad de Peter, siempre encontraban el tiempo para ambos.
Hasta que un día la noticia mas inesperada llego.
Peter llevaba semanas sintiéndose mal y Tony pensaba que era el estrés de la Universidad, hasta que se desmayó y él asustado al borde del pánico lo llevo al hospital. Su mocoso tenía dos meses de embarazo y ellos ni enterados. Era algo que no imaginaron, no porque fuera imposible sino por lo raro que era. Muy pocos hombres lograban embarazarse y Peter era de los pocos que podía.
Aunque la noticia los tomo por sorpresa y tuvieron miedo, juntos salieron adelante. Fue un tanto raro explicarles a sus familiares pero recibieron su apoyo ante la noticia y el nuevo miembro que venía en camino. Los meses pasaron en un parpadeo entre los antojos, cambios de humor, y cuando menos lo esperaron su pequeño llegó al mundo.
Edward Benjamin Stark un pequeño de cabellos chocolate y ojos mieles la luz de los ojos de ambos.
Por cuatro años su vida fue feliz, atesorando cada momento con su familia. Amandolos con una intensidad que parecía rozar lo imposible. Jamas creyó que pudiera amar como lo hizo hasta que Peter llego a su vida. El era feliz y tenía una familia que lo amaba, no podía pedir nada mas en el mundo.
Hasta que la guerra toco a su puerta y todo se fue al carajo. Tony hubiera querido ser valiente y impedirle a su esposo que no participara en esta guerra pero sabía que Peter no aceptaría. No cuando ambos luchaban por un mundo mejor para su hijo.
Y hoy arrodillado frente al ventanal de su torre viendo las luces de Nueva York resplandecer con su hijo apoyado en su pecho dormitando, no podía dejar de sentir que había fallado.
Sabía que su Peter donde quiera que estuviera no se arrepentía de haber luchado. Su valiente esposo quien luchaba por la justicia y el bien de los demás, jamas hubiera osado quedarse en su casa cuando el futuro de su retoño se veía amenazado.
Ambos lucharon por su familia y aunque en ese momento se sentía perdido, con solo ver ese pequeño ser tan parecido a su amado, todo el dolor que sentía desaparecía. Sabiendo muy dentro de él que su esposo jamás hubiera permitido que se derrumbara.
La prueba del amor que se tenían se encontraba entre sus brazos en un sueño pacífico. La pequeña estrella naciente que lo guiaría.
Su pequeño despertó y lo miró con esos hermosos ojos color miel mientras tomaba sus mejillas con sus pequeños bracitos este le susurró:
––Papi no llores papá esta bien donde el esta––susurró su pequeño––Él me dijo que siempre estaría con nosotros.
Tony sonrió dejando que las lágrimas se deslizaran a raudales por sus mejillas mientras abrazaba a su pequeño y lo llenaba de besos.
Su Peter aun los cuidaba y él cuidaría a su bebé.
Por que el amor de un padre persiste mas allá de la muerte.
Por que el amor de un padre superaba todas las barreras existentes y él amaba a su hijo con cada fibra de su ser. Porque aunque por dentro algo muro ante la perdida de su compañero él lucharía por su hijo y en memoria de su amado.
Porque aunque la estrella mas brillante se extinga en el firmamento, una nueva nacerá para iluminar sus días.
Porque no hay nada mas fuerte que...
A father's Love.
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A Father's Love
FanfictionComo a pesar del dolor de la perdida el amor de un padre siempre persistirá. *La imagen utilizada no me pertenece crédito a su respectivo autor.