Una habitación obscura, no se puede ver nada salvo un monitor sobre un escritorio, en la parte inferior marcan las 6:30 Pm apenas lo que quiere decir que la noche acababa de caer no hace mucho, de repente la puerta se abre iluminando el pequeño estudio y a través de ella se escucha las risas de unos niños jugando más allá de la puerta. Una figura grande y corpulenta atraviesa el marco de la puerta lentamente con bastón en mano, a simple vista se notaba que lo necesitaba para caminar, este cierra con cuidado la puerta y enciente la luz de la habitación para iluminarla por completo y revelar su apariencia. Un tigre, no pasaba de los 40 años, tenía un parche en su ojo derecho, el contraste de su gran físico con el uso del bastón era enorme y seguramente más de uno se podría preguntar por qué un tigre así necesitaría uno.
- Todo en orden... -dijo el tigre empezando a caminar lentamente con ayuda de su bastón-
El tigre cruzaba el estudio con dirección a la computadora, sus movimientos estaban bien sincronizados con el bastón, señal que ya llevaba tiempo usándolo. Este solo vestía unos bermudas que llegaban hasta sus rodillas y un guarda camisa que denotaba su fuerte físico, pero también dejaba a simple vista cicatrices, muchas cicatrices a lo largo de sus brazos y piernas, quizás alguna tenga que ver con la razón del uso del bastón y el parche de su ojo.
- Aww.... Que buena comida –exclamo el tigre llegando por fin a la mesa con la computadora- veamos veamos.... –dejo el bastón a un lado de una silla en la que posteriormente se sentó-
El tigre se quedó mirando el monitor por unos minutos, pensativo, había una hoja en blanco abierta en el monitor con el cursor parpadeando cada segundo.
- Solo tengo 37 años... esperaba hacer esto de viejo pero creo que ya es tiempo de plasmar esta historia antes de que me arrepienta...
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Hace 24 años
Ya hace varias semanas que llegue a la ciudad, no eh tenido mucha suerte este último mes, a decir verdad nada de suerte, yo solía vivir con mi padre y mi hermana pequeña de tan solo 8 años en un pueblo alejado a unos kilómetros de la ciudad, nos dedicábamos a la agricultura, éramos humildes pero felices hasta cierto punto. Yo estaba pasando por esa edad que atravesamos todos los machos, la pubertad, las hormonas, experimentar con otros..., fue justamente esto último lo que me crucifico, mi padre me descubrió besándome con un toro unos años mayor que yo escondidos en unas rocas cerca de un rio, aparentemente me siguió el rastro después de que me vio salir del colegio con ese toro, ese día le había dicho que tendría clases en la tarde pero se le había olvidado y me fue a buscar como de costumbre, lo que ocurrió después fue... bueno, digamos que mi padre era de ese tipo de padres homofóbicos, me arrastro a casa, me golpeo frente a mi hermana, me insulto, dijo que recogiera mis cosas y que nunca más volviera, que ya no era más su hijo. Conociendo a mi padre y sabiendo que no cambiaría de opinión tome lo que pude con lágrimas en mi rostro y me marche lo más lejos que pude con la cola entre las piernas. No me atrevía a quedarme en ese pueblo, era muy pequeño, todo se sabía y dentro de mi estaba muy avergonzado, sin mencionar la vergüenza que le ocasionaría a mi padre si me quedaba.
No tenía mucho dinero pero fue lo suficiente para llegar a la ciudad, que podía hacer un pequeño tigre de 13 años para sobrevivir en la ciudad? Robar? No, yo no era de esos, busque trabajo donde pude, hasta que al fin en el mercado un vendedor de pescado me contrato, el trabajo era fuerte y la paga miserable pero al menos me era suficiente para comer, donde dormía? Pues en cualquier sitio que no estuviera mojado a decir verdad. Pase varias semanas allí hasta que en una de esas noches durmiendo en el banco de un parque me pusieron una bolsa en la cabeza y me metieron en una furgoneta, había sido secuestrado y a nadie le importaba salvo quizás al vendedor que me contrato y que no tardaría en conseguirme reemplazo, durante el trayecto forcejee por el miedo y sentí una fuerte patada en la rodilla que me hizo llorar, me la habían partido, nunca poder caminar de nuevo pensé.
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Un tigre sin arrepentimientos
Short StoryLa vida puede ser cruel para muchos, en especial para Daniel, un tigre que desde joven estuvo solo y desprovisto de la protección de su padre, se las tuvo que arreglar para sobrevivir el solo. Sin duda nos arrepentimos de muchas decisiones que toma...