— ¿Porque todo lo que dices suena tan negativo hermana ? ¿Que demonios tengo que hacer para que estes mejor?
— Solo soy realista
— No me gusta tu realidad.
— Lo único que puedes hacer es amarme como soy... con todos mis defectos y mi maldita negatividad
— Créeme, no hay nadie a quien ame tanto como a ti. Incluso con tus defectos y tu maldita negatividad — Elizabeth apago la lámpara que se encontraba encendida, se reincorporó en su cama y cerro los ojos
— ¿Que hay de Josh?
— ¿Que hay con el? — Ella volvió a abrir los ojos, tratando de visualizar a Jade en medio de la obscuridad
— A el lo amas incluso mas que a mí
— Amo con toda mi locura a Josh pero, a ti te amo con toda mi alma. Eso es mucho más fuerte que cualquier cosa.
Jade solo sonrió. Elizabeth volvió a cerrar los ojos.
— Yo también te amo con el alma — Ahora era Elizabeth la que esbozó una sonrisa.
— Ya deberías tratar de dormir. Son casi las cuatro de la madrugada. Se supone que tenemos que levantarnos a las siete.
— Eso no va a pasar — Jade enciende la lampara que estaba junto a ella — Tomé casi nueve vasos de café hoy.
— Ya deberías de dejar esa basura. El café te hará mucho daño. — Elizabeth bosteza — También deberías de dejar de fumar.
— Nada puede hacerme tanto daño como la humanidad. — Jade miro hacia la cama de Elizabeth. Ella se quedo dormida — Descansa querida hermana. — Jade apago la luz y trato de dormir.
El despertador no sonó, Elizabeth se levantó con mucha prisa.
— Jade ! Maldita sea. — Elizabeth trataba de maquillarse con una mano, mientras con la otra sacudía a Jade para despertarla.
— ¿Que ocurre? — Jade, un poco molesta se tapaba la cara con su almohada
— Faltan cinco minutos para las siete, el estupido despertador no sonó
— Tal vez sea una señal, debemos quedarnos aquí y dormir otro rato
— Lo siento cariño, pero tienes que ir a la universidad. Así que perdóname por lo que voy a hacer. — Elizabeth toma un vaso de agua que se encontraba en la mesita de noche, se lo avienta a Jade en la cara. Ella se para aun mas molesta.
— Eres una ...
— Vístete — Elizabeth terminaba de ponerse un arete mientras caminaba a la cocina para tomar un par de manzanas. Jade se metió al baño. — Demonios Jade, ya no hay tiempo para que te bañes.
— Sabes que no puedo salir así.
— Llegaremos muy tarde — Jade cerró la puerta del baño, Elizabeth se resignó y se sentó a comer su manzana. Cuando Jade salió Elizabeth le dio una mochila con algunos cuadernos.
— No puedo creer que me hagas hacer esto
— No puedo creer que lleves ropa negra. — Elizabeth le da un casco. Las chicas salen de la casa rodante y suben a la motocicleta. Cuando llegan a la escuela, ambas se bajan y se quedan paradas viendo la entrada y a la gente que había.
— No puedo creer que me traigas hasta la puerta, como una niña pequeña. — Jade se quita el casco y mira a Elizabeth
— Lo siento, pero tenia que asegurarme de que entraras.
— Pues ya estoy aquí, así que ... Deséame suerte — Jade trata de entregarle el caso, Elizabeth se lo rechaza
— Josh esta afuera esperándome — Ella le entrega las llaves — Pon en alto nuestro apellido hermana. Eres la primera de nuestra familia en entrar a la universidad.
— Sin presiones ¿No es cierto?
— Tengo qué irme — Elizabeth le da un abrazó — Oh, ten algo de dinero para que desayunes — Ella saca su monedero.
— No es necesario
— Por favor, tómalo — Ella se lo entrega — Nos vemos en el café — Elizabeth vuelve a abrazar a Jade. Luego camina hacia la entrada. Jade entra a la escuela y busca su casillero. Guarda su casco y entra a la primera clase.