9

17 1 0
                                    

— ¿Tori? ¿Donde estamos? — Jade sacudió a Tori por varios minutos
— Relájate, estamos en mi habitación — Tori se cubrió la cara con una almohada
— ¿Pase la noche aquí?
— ¿La noche? Apenas van pocas horas que llegamos, intente abrir tu casa por casi veinte minutos — Tori trata de acomodarse abrazando la almohada que ahora tenia entre sus piernas — Tienes que enseñarme a hacerlo
— ¿Que hora es?
— ¿Como las siete? No lo se, pero es sábado... solo vuelve a dormir
Jade se pone de pie rápidamente
— Lo siento, pero tengo que irme — Jade se percató de que tenia una pijama rosada puesta — ¿Y esta ropa?
— Creí que seria incomodo que durmieras con lo que tenias puesto, así que te ayude a vestir— Tori levanta la cara riendo — El rosado te queda bien
— ¿Sabes donde esta mi ropa? — Jade mira su celular — Demonios, Beck me ha estado marcando, de seguro ya esta en mi casa
— Espera un minuto — Tori se pone de pie, se mete por una de las tantas puertas que su habitación tenia y saca un montón de ropa doblada, una toalla de baño, un cepillo de dientes nuevo, un tubo de pasta para dientes, una botella pequeña de shampoo y una de perfume. — Aquí esta tu ropa, ese es el baño, no puedes ir a ver a tu novio así. En lo que tomas un baño rápido, le dire a Bruce que prepare el auto para llevarte y haré que Nancy nos haga un café bien cargado 
— Oh vamos, ya cause suficientes molestias
— Por favor Jade, yo te traje hasta acá, en parte esto es mi culpa
— Solo quiero que sepas que esto no es tu culpa — Jade le sonríe y se mete al baño. Tori manda un mensaje a su chofer y a la chef. Después, se mete a otro baño para ducharse y arreglarse.
Cuando Jade salió, Tori ya estaba en la habitación esperando. Con una charola llena de diferentes frutas picadas, dos platos con omelette, Hot cakes, molletes y un par de cafés
— No tienes que comer si tienes mucha prisa — Tori le sonríe con mucha dulzura
— Tu habitación es fantástica y tu baño también
— Oh gracias, puedes venir cuando quieras
— Ten cuidado, o podría tomarte la palabra
— ¿Desayunas? — Jade sonríe y se acuesta junto a Tori
— ¿Todos los días te traen el desayuno a la cama?
— Mas que nada los fines de semana, cuando mis padres viajan y Seth no se despierta hasta las tardes, realmente una de las cosas que mas odio es desayunar sola
— Desayunar solo apesta
— Si — Tori se rie — ¿Que harás esta tarde? Lo digo porque vendrá Cat, nadaremos, veremos películas y cosas así, por si quieres venir
—  Pues, no se cuanto tiempo se quedara Beck, pero de verdad me encantaría venir — Jade baja la mirada
— Ojalá te hubiera conocido antes
— ¿Antes?
— Si, antes de que Beck volviera, supongo que hoy tienes todo el día ocupado.
— Pues algo asi, pero te puedo mandar un mensaje mas tarde, a ver si me escapó.
— Eso seria fantástico
Las chicas casi terminaron todo lo de la charola, Tori acompaño a Jade hasta su casa.
Al entrar a su habitación Beck ya la esperaba en ropa interior.
— Llevo casi tres horas esperándote— Beck no la dejo hablar, enseguida la tiro a la cama y se deshizo de su ropa
— No tengo ganas de hacer esto Beck — Jade trataba de subir su ropa interior nuevamente
— Vamos Jade, lo prometiste — sin besarla siquiera, la penetro con mucha furia.
— Beck !! Duele
— ¿Estas bien? — Jade se quedo callada. El no hizo mucho caso, continuó embistiendo, ignorando la cara de sufrimiento de Jade. Así lo hizo hasta llegar al orgasmo. En seguida se quito de encima y se dejo caer a lado de su novia.
— Demonios Beck, ¿Terminaste adentro?
— Por favor dime que aun tomas anticonceptivos
— Obviamente no, tenia casi tres meses que no te veía — Jade acomodo su ropa interior — ¿Con quien demonios iba a utilizarlos?
— Relájate Jade, te llevare a la farmacia por una pastilla de emergencia
— No gracias, no necesito que lleves a ningún lado
— ¿Porque estas enojada? Acabamos de hacer el amor Jade
— ¿Hacer el amor? Ni siquiera me miraste, o me besaste — Jade se pone de pie
— Oh por favor Jade, ¿Desde cuando te gustan esas cosas?
— ¿Sabes que? — Jade comenzó a vestirse — Olvídalo, necesitó un cigarro urgentemente o juro que te matare
— Vamos, admite que te gusto — Beck se puso de pie y acomodo sus pantalones — Si lo admites prometo ser un caballero y llevarte a ese festival gótico mañana
— No puedo creerlo ¿conseguiste boletos? — Jade lo mira emocionada
— Por supuesto, todo para mi mujer — Beck se acerca a ella y besa su cuello, luego se agacha para recoger su camisa — Ahora mi amor, vayamos por esa pastilla
— Beck, no es gracioso — Jade voltea a verlo con decepción — Esas pastillas no son dulces, vas a tener que comenzar a comprar condones o a hacerme caso cuando te diga que no me penetres
— Oh Jade, lo disfrutas tanto como yo, no entiendo porque siempre te quejas ¿Sabes cuantas chicas no quieren hacer esto conmigo?
— ¿Porque me vienes con eso? Beck solo quiero que entiendas que ..
— ¿No te trato como a una reina? ¿No te llevare a ese festival gótico mañana ?
— Si, pero Beck
— Esto es lo menos que puedes hacer por mi Jade, todas las parejas lo hacen, no es la gran cosa, solo es sexo — Beck toca su rostro — ¿Como voy a saber que me amas si cada vez que lo hacemos te pones así?
— Tienes razón, yo lo siento mucho
— ¿Me amas? — Beck a abraza, Jade asiente con su cabeza — Ahora vayamos por esa pastilla y después a comer ¿Que te parece?
— Esta bien —
Ambos chicos salen en el auto de Beck, Jade iba fumando. Cuando llegaron a la farmacia Beck estaciono.
— ¿Vas tu o voy yo? — Beck miro a Jade riendo, ella solo lo miro molesta — Relájate, es una broma bebé, obviamente iras tu
— Cómprame unos cigarrillos, con los que tengo no me alcanza para soportarte toda la tarde
— Claro — Beck sale del auto. Al entrar a la farmacia se quita sus lentes oscuros — Una pastilla del día siguiente, un agua  y unos Marlboro rojos por favor.
— ¿Una pastilla del día siguiente? Debes estar bromeando Beck
— ¿Elizabeth? Que sorpresa encontrarte a ti
— Una caja de condones es lo que deberías de venderle a este chico y mas te vale que esos cigarros sean para ti.
— Elizabeth yo ...
— Cállate y paga, esa niña me va a escuchar — Elizabeth llevaba cuatro bolsas grandes llenas de mandado
— Lo siento mucho — Beck paga, le dan su mercancía — Por favor déjame ayudarte con tu mandado. — Beck carga todas las bolsas, incluyendo la de el, cuando sale Jade lo mira con asombro, cuando ve que Elizabeth viene caminando hacia ella, se da un golpe en la cara
— Oh debes estar bromeando — Elizabeth se acerca hasta la ventana de Jade, ella baja el vidrio y la mira con vergüenza — Elizabeth vamos
— Solo dime ¿Como piensas mantener un bebe Jade? — Jade se queda callada — Eso pensé, si vas a hacer tus cosas cuídate, ¿Quieres que te vuelva a dar clases de educación sexual?
— Oh vamos, no volverá a pasar — Jade la mira con mucha seriedad — Solo fue un accidente
— Eso espero Jade, por favor no hay que volver a lo de antes — Ella al darse cuenta que Jade estaba muy avergonzada cambio su tono de voz y trato de hacer una broma — Y dile a Beck que si quiere seguir saliendo contigo tiene que mostrarme la caja de condones antes — Ella sonríe
— Descuida hermana, esta vez es diferente
— ¿Iran al restaurante? — Jade asiente — Entonces los veo allá — Elizabeth se quita del vidrio, camina hacia donde Beck — Y tu, ven a dejar el mandado a mi auto
— Si, señora — Beck ayuda a Elizabeth con sus bolsas, ella sube al auto y sale del lugar, Beck sube a su auto y mira a Jade quien estaba molesta — No me esperaba eso
— ¿Sabes cuanta gente nos conoce en esta ciudad Beck? Deberías de fijarte antes de comprar estas cosas
— ¿Hablas de los cigarrillos? — Jade lo mira molesta nuevamente — Aquí tienes princesa — Beck le da la bolsa a Jade, ella toma la pastilla y enseguida enciende un cigarro
— Elizabeth no me dejara salir contigo mas, a menos que le enseñes la factura de los condones
— Anotado — Beck arranca el auto — ¿Que quieres comer?
— Le dije que la veríamos en el restaurante
Beck sale del lugar.

AyudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora