El domingo fue largo para ambas chicas, Jade decidió tomarse un día libre de todos y encerrarse en su habitación, Tori, aunque se encontraba con Cat, estaba realmente preocupada por la reacción de Jade
"¿Estas enojada? Por favor no me ignores, juro que fue un error". Estos, eran la clase de mensajes que Tori mandaba y por los cuales Jade decidió apagar su teléfono. Sin hambre, sin ganas y después de haber fumado casi dos cajetillas, Elizabeth decidió sacar a Jade de la cama.
— Despierta hermana, te traje una hamburguesa con mucho tocino, papas y una coca de casi un litro
— No me siento muy bien — Jade, volvió a acostarse, Elizabeth dejo el plato en la mesita de noche y se acosto a su lado.
— ¿Que te duele hermana?
— No lo se, tengo jaqueca supongo
— Tal vez tienes jaqueca por todo lo que fumaste, no puedo creer cuantas colillas hay aquí — Elizabeth mira el cenicero de Jade
— ¿No tienes un restaurante que atender? — Jade se tapa la cara con una almohada
— Es un día lento, ademas — Elizabeth la abraza y sube su pie arriba de Jade — Tenia que verificar que siguieras con vida
— Bien pues, ya lo verificaste
— ¿Donde esta Beck?
— No lo se, apague mi teléfono — hubo un silencio incomodo, Jade hizo a un lado la almohada que tenia en la cara y aun con Elizabeth rodeándola miro hacia el techo — No se si aun me agrada Beck para novio Elizabeth
— ¿Porque lo dices? — Elizabeth la miro
— No lo se, me siento muy rara
— Siempre has sido rara Jade, ese es tu encantó
— Si, pero el me hace sentir aun mas rara y no lo se
— ¿Sabes que es tu decisión no es cierto?
— Si, pero no quiero que salga de mi vida, el ha sido todo para mi por casi tres años, siempre hemos estado conectados — Jade suspira
— ¿Que cambio hermanita? ¿Porque de pronto te sientes rara?
— ¿Si te digo prometes no juzgarme? ¿Ni contarle a Josh?
— Sabes que puedes confiar en mi.
— Otra persona me beso — Jade mira a Elizabeth y luego vuelve a mirar hacia el techo — Y cuando estoy con esta persona, me siento super normal ¿entiendes? Como si no fuera ni siquiera un poco rara
— Creo que estas en todo un dilema hermana
— El problema es que, me siento muy abrumada en este momento. Esa relación también seria rara. Ademas esta persona me intimida un poco.
— ¿Te intimida? Dios, eso si que es nuevo
— No estoy jugando
— Jade, yo tampoco estoy jugando — Elizabeth se pone de pie — Escucha, es mejor sentirse cómodo siendo raro, que sentirse raro haciendo lo que la gente considera correcto.
— Es lo más sensato que me has dicho hasta ahora.
— Genial, ahora párate, tira esas colillas, date una ducha y arregla tu vida hermana — Elizabeth abre la cortina — Porque cada segundo que estas en este cuarto, me deprime
— Creo que mejor arreglo todo mañana, me comeré esta hamburguesa — Jade se sienta a la orilla de la cama y toma la hamburguesa — En realidad no me siento con ánimos de salir
— Bien, te dejare hacerlo solo porque es domingo, cualquier cosa háblame pequeña.
— Adiós, y gracias, siempre me salvas de mis desastres emocionales — Jade le sonríe
— ¿Que clase de hermana seria si no?
Elizabeth sale de la habitación, Jade vuelve a dejar la hamburguesa en el plato y cierra la cortina, enseguida vuelve a dejarse caer en la cama sin ánimos de nada
— ¿Será mejor sentirse normal siendo raro?