capitulo 4. PRIMER DIA

43 1 0
                                    

Capítulo 4:

-¿Subiste a la motocicleta de un desconocido? –pregunta mi hermano después de varios minutos en un silencio incomodo…

-Pues…si –respondo y hago una terrible mueca al tratar de dedicarle una sonrisa –no tenía otra opción –agrego, Lou sigue serio, mientras mis amigos atrás están como si no hubiera pasado nada y…oh por dios, esto me esta matado…

-¿Y…? –dice mi hermano y frunzo mi ceño al no saber de qué diablos esta hablado…

-¿Y qué? –respondo

-¿Y por lo menos era guapo? –Marianne se suma a la conversación contestando por mi hermano, el que ahora tiene una sonrisa de oreja a oreja… ¿me engaño haciéndose el molesto? Oh esto no se quedara así…

-Amm…oh mira hemos llegado –cambio el tema y bajo del auto dejándolos con la palabra en la boca –adiós chicos –me  despido y tomo mi camino hacia la dirección, ya que el acabo de llegar el viernes no me dieron el horario porque tuvieron un pequeño problema, ¿mencione que odio los lunes? Oh pues lo hago…

Muerdo mi labio inferior ya que cada paso que doy es una vida nueva, bueno…casi, porque conozco ya a varias personas desde que era chica y vivía aquí…

Giro mi cabeza hacia atrás donde el auto de Louis todavía se encuentra y miro como los chicos apenas van bajando, observo lo que hay a cada lado de este, me detengo cuando una punzada de dolor de mi tobillo me recorre y hago una mueca al sentirla, eh llegado a la escalera que me guía a la entrada de donde ahora estudiare, cuando la miro me doy cuenta de que por estar mirando a otra parte mi pie tropezó con ella…

Antes de subir quiero mirar  lo que hay alrededor de ella, para no perderme algún día que decida venir caminando, giro mi cabeza a cualquier parte que esta me permita, hay estudiantes entrando y señores y señoras saliendo, también hay coches estacionados donde pueda eso ser permitido, miro el último lugar que me queda por observar y…oh dios… ¡no puede ser!…él está aquí…

Niall está aquí, en el estacionamiento para motocicletas, con la suya, el timbre suena pero yo estoy sumisa en mis pensamientos que hasta mis piernas no responden, el me mira, yo lo miro, ambos nos miramos, él sonríe, yo no respondo, ¿Qué hace el aquí?, ¿y porque esta recargado en su moto de aquella manera tan provocativa?, ¿acaso quiere provocarme? Porque lo está consiguiendo…

Mis pies tocan la tierra y aparto mi mirada lo más rápido que puedo, subo los escalones que me hacen falta y me detengo justo enfrente de la puerta, vuelvo a mirar donde el se encontraba, sigue hay, pero ahora está sentado en ella, como si estuviera esperando que yo entrase para después irse, me guiña el ojo y volteo a mi alrededor para confirmar que ese guiño era dedicado a mí y si, yo era la única fuera de aquella entrada, le sonrío, espera…¿Por qué le sonrío? En  fin, entro y me despido de todo aquello que inexplicablemente  acaba de pasar…

Llego al pasillo, pero giro sobre mis tobillos y troto hasta llegar a la entrada… ¿Qué diablos estoy haciendo? Me pregunto, pero no tengo la respuesta, abro la puerta, el ya no está ahí, ¿acaso esperaba que entrara?, ¿sería así siempre desde ahora?, ¿pero cómo si apenas lo conozco?,

‘’¿crees que vino aquí solo por ti?, claro que no’’

‘’¿pero entonces para que vino?’’

‘’jizas, estudia aquí o tiene un hermano aquí, ¿por ti? Es imposible, olvídate de él, jamás te tomaría en cuenta’’

‘’y quien dijo que quiero que me tome en cuenta’’

‘’no soy idiota, crees que no me di cuenta de tus sonrisitas y miraditas, ¡no soy tan estúpida por dios!’’

‘’piensa lo que quieras, pero vete por donde sea que viniste’’

MISTERIUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora