love and hate

Capitulo 4.

—¿Qué tanto miras por la ventana, hermano? —Di un brinco de sorpresa cuando escuché la voz de Elliot.

—¡Diablos! Al menos hubieras hecho algún ruido —Se acercó a la ventana para saludarme, cuando se dio cuenta lo que veía, empezó a carcajearse.

—¿En verdad? ¿Anastasia Steele, hermano? —empezó a mover la cabeza negativamente.

—¿Tan difícil es de creer? —Permaneció callado a mi lado

—Más que difícil de creer es... ¿Raro? —Tuve que apartarme de la ventana para que mi hermano y yo pudiéramos platicar más cómodamente.

Elliot era con el único que podía platicar de todo.

—Me dirás que ocurre —Más que preguntarlo, lo afirmó.

—Sí... es solo... que, es difícil... —Sonrió para darme confianza —Nos besamos —Solté de repente —Ayer por la noche y hoy por la mañana —Elliot literalmente se atraganto con el café que estaba degustando y empezó a toser como un desquiciado.

—Qué... tú... ¿Qué? —Dijo recobrando el aliento.

—Bueno, en realidad yo la besé, y ella me correspondió —Elliot se levantó de su lugar y caminó una vez más hacía la ventana.

—Y eso, te tiene confundido ¿No? —Me paré a su lado y asentí

—Ese pendejo —Murmuré —Esta intentando flirtear con ella desde ayer —Afirmé. Obviamente Elliot no lo reconoció, y si no es por que Anastasia me lo presenta, no lo reconozco.

—Wow, tú Christian Grey ¿Celoso? —Traté de reírme junto con él pero no pude

—Búrlate todo lo que quieras Elliot — Rei amargadamente

—Plantéate una cosa Christian —Guardó silencio —¿Quién es ella para ti? Pon en una balanza lo bueno y lo malo de intentar salir con ella —Apoyó una de sus manos en mi hombro —Cuentas conmigo hermano, pero si no aclaras tus sentimientos, yo no podré ayudarte mucho —Era tan difícil expresar lo que estaba sintiendo, con Elliot no podía tener caretas.

—Es complicado ¿Sabes? —Murmuré —Hace años que la conozco y... siempre la vi como la hija del mejor amigo y socio de mi padre —Suspiré —Cuando regresé de Ibiza y la volví a ver se me hizo insignificante y por extraño que pareciera, ella no me veía tampoco como alguien "atractivo" así que eso de alguna forma hirió mi ego —Sonreí con tristeza.

—Qué estúpido ¿No? —No esperé que contestará —Entonces nuestro padre viene la semana pasada y me dice que tengo que atender unos contratos con ella y eso me molesta a tal grado que dejé pasar un tiempo hasta que él volvió a meter presión —Recordé —No quería hablar con ella, no con una dama de sociedad como ella —Empezaba la parte difícil. —Voy a su oficina con toda esa altanería que poseo y me quedó helado cuando me doy cuenta que ella se ha dado cuenta de mis actividades "extracurriculares" a la hora del almuerzo —Suspiré pesadamente, afortunadamente Elliot no hablaba.

—Justo cuando discutíamos sobre ello y que su primo la descubriera ante mí, llegó Jose Rodriguez —Elliot giró la cabeza tan rápido para verme que por poco sufre una tortícolis —¿Rodriguez? ¿Estás seguro? —Asentí sin enfrentar su mirada.

—Pero... que él no se iba a casar con ¿Cuál era su nombre? —

— Leila, mi ex novia, pero no importa eso ahora Elliot, el parece no recordarme ¿Sabes? Anastasia me lo presentó y ni siquiera se inmutó —La presencia de Rodriguez me enfermaba.

—Bueno Christian, tú eras diferente en ese entonces, además, Leila no te importaba tanto —Elliot tenía razón, no valía la pena recordar eso tan penoso.