Capítulo 5 -Problemas En La Escuelita-

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Veía a Chanel mientras pintaba un dibujo. No hablo mucho con ella aún, pero creo es buena. Es muy alegre

—¿Te gusta mi dibujo Aiden? —Preguntó Chanel enseñandome.

—Está lindo —Dije sonriendo.

—Me encantan las hadas. Son tan pequeñas y bonitas —Dijo ella viéndo su dibujo— ¿Que te gusta a ti?

—Mmmmm, me gustan las galletas —Dije, ella rió un poco—

—Eso ya lo sé. ¿No te gusta algo más? ¿Como los autos o robots?

—No, galletas. Las galletas son lo mejor —Dije.

Chanel reía mucho. Creo que soy gracioso

Me alegra un poco llevarme mejor con ella. Ya no me siento tan solito aquí

La señorita salió un momento de la sala a buscar algo. Dijo que si nos comportamos bien ella nos daría un regalo. Estamos solitos

Miraba a Chanel pintar, mientras otro niño se me acercó

—Hey, tu, galletas —Dijo el niño apuntando el paquete de galletas que había en mi mesita.

—L-lo siento, no me quedan galletas—Eso era verdad, el paquete estaba vacío. Aparte, el no pidió por favor

—¡No me quieres dar galletas!

—P-pero no puedo darte si no quedan

—¡Dame galletas!

El niño me agarró de mi brazo y lo apretó muy fuerte. Me dolía mucho y le pedía que me soltara, el no me hacía caso

—¡Quiero galletas!

—¡N-no quedan!

Apretó aún más mi brazo. Lloraba por el dolor de mi brazo, me apretaba con más fuerza cada vez que decía que no quedaba. El no me soltaba

Luego hizo lo mismo con mi otro brazo. Aunque no soltó el otro. Y la señorita no estaba

—Niño tonto. —Dijo mientras me veía llorar.

La mayoría de los niños de la salita salió a buscar a la señorita, dejándome solo junto con Chanel y el niño que no conocía. Chanel sólo se quedó conmigo, pero de daba miedo acercarse al niño, se notaba en su carita

No quería más. Me dolían un montón mis brazos. Veía lo rojos que estaban

—¡Arlette, ayudame! —Grité esperando que mi última opción de ayuda fuera Arlette.

—Nadie te ayudará, niñ....

Unos gritos sonaron en toda la salita los cuales hicieron que el niño se asustara y me soltara. Estaba felíz con eso, me soltó, pero...

Arlette no estaba felíz

Veía como juguetes se caian solos de las repisas. Y como la comida que había traido el mismo niño, entraba por su boca. Todo eso lo hacía Arlette

El niño lloraba asustado, al igual que Chanel, que estaba con nosotros

Los niños entraron junto a la señoríta que traía en sus manos un royo gigante de papel. Creo que me dijo como se llamaba, cartulina

La señorita y todos los que habían entrado estaban igual de asustados por lo que pasaba. Tenían miedo de Arlette

—Arlette, detente por favor —Dije en un susurro. Arlette se detuvo— Gracias

¿Ven? Siempre hay que pedir por favor y después decir las gracias. Todo funciona así

Los llantos de los niños se escuchaban entre toda la sala. Yo también lloraba por el fuerte dolor de mis brazos, y la señorita no sabía que hacer

¿Dónde Estás Papá? [3ra T. KentinxSucrette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora