Capítulo 4 : Música y más música.

135 8 0
                                    

Era ya de noche y tras ayudarle  a mi madre a recoger la cocina y darle un beso de buenas noches  a mi hermana  pequeña, me subí  a mi habitación.

Una de las primeras cosas que le había dicho a mis padres que me llevasen  a la nueva  casa era mi piano.  Era increíble  lo que un instrumento  podía  hacerme sentir.  Lo tocaba  desde pequeña, me enseño  mi abuelo y me podría  pasar horas y horas tocandolo que nunca me cansaria.

Pulsé una tecla  y luego otra.  Comencé  a tocar  mi tema favorito.  'Nuvole bienche'  de Ludovico Einaudi.

Al terminar,aún sumergida  en mis pensamientos, escuché  unas palmadas acompañadas por una sonrisa, realmente  bonita desde la ventana de enfrente

-¿Llevas ahí  todo el tiempo? - mis mejillas ardían  y mis dedos  temblaban.

-Si te refieres a si he escuchado  toda la canción, sí. -  dijo y sonrió  con esa  sonrisa  torcida.

¿¡ Por qué tenian esos gemelos las sonrisas torcidas que tanto  me gustan!?

-Que vergüenza.  -  dije algo ruborizada.

-No hay por qué  tenerla.  Tocas de maravilla.

Que parara ya que  con cada palabra  me derretia.

-Muchas grac...

-¿Me vas a contar  ya lo que ha pasado con mi hermano  hoy?

-Nada... Simplente que ha empezado  con mal pie.  Es muy.. Muy..

-¿Egocéntrico? ¿Cretino?

-¡SI!  -  dije chasqueando los dedos  y soltando  una gran  carcajada.

Marcos pensaba  como yo

-Ya son muchos  años  acostumbrado  a él.

-Pero... ¿Es así  de primeras con todo el mundo?

- A veces si... Y otras  no.  Depende  del dia o de su estado de ánimo.  Pero es muy buena  persona.

-Pues a ver si le conozco  bien...

- Eh y me debes  una clase  de piano.

-Cuando quieras. - dije sonriendo  ampliamente.

Se metió dentro y me tire en la cama hasta quedarme  totalmente  dormida.

Llámalo destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora