Era ya de noche y tras ayudarle a mi madre a recoger la cocina y darle un beso de buenas noches a mi hermana pequeña, me subí a mi habitación.
Una de las primeras cosas que le había dicho a mis padres que me llevasen a la nueva casa era mi piano. Era increíble lo que un instrumento podía hacerme sentir. Lo tocaba desde pequeña, me enseño mi abuelo y me podría pasar horas y horas tocandolo que nunca me cansaria.
Pulsé una tecla y luego otra. Comencé a tocar mi tema favorito. 'Nuvole bienche' de Ludovico Einaudi.
Al terminar,aún sumergida en mis pensamientos, escuché unas palmadas acompañadas por una sonrisa, realmente bonita desde la ventana de enfrente
-¿Llevas ahí todo el tiempo? - mis mejillas ardían y mis dedos temblaban.
-Si te refieres a si he escuchado toda la canción, sí. - dijo y sonrió con esa sonrisa torcida.
¿¡ Por qué tenian esos gemelos las sonrisas torcidas que tanto me gustan!?
-Que vergüenza. - dije algo ruborizada.
-No hay por qué tenerla. Tocas de maravilla.
Que parara ya que con cada palabra me derretia.
-Muchas grac...
-¿Me vas a contar ya lo que ha pasado con mi hermano hoy?
-Nada... Simplente que ha empezado con mal pie. Es muy.. Muy..
-¿Egocéntrico? ¿Cretino?
-¡SI! - dije chasqueando los dedos y soltando una gran carcajada.
Marcos pensaba como yo
-Ya son muchos años acostumbrado a él.
-Pero... ¿Es así de primeras con todo el mundo?
- A veces si... Y otras no. Depende del dia o de su estado de ánimo. Pero es muy buena persona.
-Pues a ver si le conozco bien...
- Eh y me debes una clase de piano.
-Cuando quieras. - dije sonriendo ampliamente.
Se metió dentro y me tire en la cama hasta quedarme totalmente dormida.
ESTÁS LEYENDO
Llámalo destino.
RomanceAbby Johnson tiene una vida tan perfecta que cree que nada puede cambiar. Hasta que pasa y todo da un giro de 360°. Pero por cosa del destino, conoce a dos chicos que ponen su vida patas arriba. A los que se le añaden desengaños, amistades, ruptura...