Capítulo 5 : Un desayuno y...¿Dylan?

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Me desperté por el pitido del móvil. Maldita sea-murmuré entre dientes. Era Lucas.

Tosí un poco para que no se me notara tanto la voz de dormida y se lo cogí.

Tuvimos la típica conversación de pareja.Duró  como 15 minutos y colgó el porque se tenía que ir a hacer unas cosas.

En estos días  que llevaba sin él, la  verdad  es que  estaba bien.  Parecía  mentira  que llevemos juntos un año  y siete meses y que  prácticamente  ni le eche de  menos. Le quiero, de eso estoy  segura. Pero creía  que lo pasaría  peor.

Me fui a la cocina para desayunar y ví a un chico de espaldas, bastante musculoso, en tirantes y con un delantal.  No podía  ser cierto.

-¿Hola?- pregunté  mientras me hacía  un moño.

-Buenos días  Abby. - me dijo Dylan mientras  sujetaba una sarteny me guiñaba un ojo.

Y yo con estas pintas, perfecto.

-¿qué... Que haces  tú  aquí? - pregunté  con cara de  asco.

- Hacerte el desayuno.

Levante  uns ceja y el me imitó.

-¿Y mis padres...?

-Se han ido a trabajar. Es  que ayer estuve un poco  borde y pues solo quería  disculparme haciéndote  esto.

Me coloqué  una mano en la cintura  y le miré  con asombro.

-¿ Estás  de  coña no?

-Mmm no,  a si que tumbate en el sofás  que ahora te lo llevo.

Me parecía  buen plan  a si  que acepté  sin  quejarme y me tumbe.

Pasados  unos minutos  vino Dylan  con una bandeja .  En ella había unas tortitas, unas tostadas y un vaso  de zumo.

-Te he dejado  varios siropes para que te eches  lo que quieras.

-Mu.. Muchas  gracias. 

-Mientras voy a recoger y limpiar  la cocina.

Estaba flipando.  Si  le contaba esto a alguien  no se lo cree.  Una persona  que me conoce de hace un día me trata de una forma, no especialmente  amable y al dia siguiente... ¿Me hace el desayuno?  Este chico  tenía  transtorno de personalidad  o algo.

Me lo comí  todo y mis ojos se detuvieron en la nata.  Puse  cara malvada y se  me ocurrió  una pequeñita  travesura.

Me dirigí  hacia la cocina con la mayor  cautela  que pude,cuando  llegué, me coloqué  delante  de él  y pronuncie  su nombre, y en cuanto  se giró  le llene toda la cara de nata.

Comencé  a reirme como no me habia reído  nunca. 

- Esto no  se acaba así.  - dijo sonriendo  mientras  que se quitaba  la nata de  los ojos. Empecé  a correr por el pasillo pero era demasiado  rápido  y me alcanzó.  Y repitió  el mismo  proceso  conmigo.

-¡Capullo!  -  grite riéndome.

Fui  a por él  y me tropecé  y cai sobre el.  También  me tropecé  con esos ojos  que bueno, me entraron ganas de besarle, a si  que  con eso lo digo todo.

- Mira todo lo que vas a tener que recoger.  -  me dijo mirando alrededor.

-¡encima! -  le grité  mientras  le pegaba y me reía.

Estábamos  a cinco  centímetros  y no paraba de  mirarme los labios.

Y cada vez se acercaba mas,  y yo cada vez estaba mas nerviosa, y se acercó  un poquito  más  y...

-Tata, ¿Donde  estan papa y mama?

Me levante de  un salto  y fui hacia ella.

-Eh... Se han ido...  Y este vecino  nuestro  se  ha quedado  para hacernos el desayuno. - la dije mientras  miraba a Dylan  para que me siguiera la corriente.  - Dylan, esta es mi hermana  Sandra...

-Hola Sandra.  - la saludo  con una mano mientras que con la otra se rascaba la nuca.

-Ahora vete a tu cuarto y luego te aviso ¿Vale?  - la di un beso  en la frente y se fue.

-Por qué  poco eh... -  me dijo mientras cogía  una valleta.

Me quedé  callada hasta que me dijo  que se  tenía  que ir.

Terminamos de recoger y le vi irse por la puerta.  Me quedé  tan  embobada  que no me di cuenta que tenia que dar  de desayunar a mi hermana.

Llámalo destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora