Capítulo 3

3.1K 184 6
                                    


Estamos estiradas en el sofá mirando una película, un poco aburrida, cuándo me acuerdo de qué hoy tampoco le he dicho nada a Jesse. Salgo del salón y le llamo, al segundo tono ya contesta.

- Jesse. Siento no haberte llamado antes. No te creerás lo que acabo de hacer ahora mismo.

- Sí, Beca. Estoy un poco ocupado ahora mismo. Me lo cuentas luego, ¿vale? – Y sin decir nada más, cuelga el teléfono. Estoy plantada en medio del pasillo, aún sorprendida por nuestra última conversación tan rara, él nunca me deja así. Al contrario, siempre es él el qué me pide qué le cuente todo lo qué me ha pasado y siempre tiene tiempo para mí.

 Unas cálidas manos reposando en mis hombros me sobresaltan.

- Uy, lo siento. No quería asustarte. – Dice esa bonita voz.

- No, sólo estaba... acabo de llamar a Jesse pero creo que hoy no tenía tiempo para mí. –

- Bah, déjalo, habrá tenido un día... malo. Como no venías creí qué te había pasado algo. O quizás qué habrías vuelto a desaparecer durante cuatro horas. Dime, ¿dónde estabas ésta mañana?

- Chlo, no hace falta qué te preocupes tanto por mí. Sólo había ido a dar un paseo. -

- ¿Un paseo tan largo? –

- Bueno, he ido mirando los árboles y las flores... No sé. – Chloe empieza a reír por mi último comentario. Y yo, con esa risa tan contagiosa, me uno a ella.

- Uau, Beca Mitchell paseando como Heidi durante horas, eso sí qué no me lo esperaba. ¿También ibas dando saltitos por el bonito prado? - Dice sin parar de reír.

- Oye, para de reírte de mí. – Digo intentando parecer enfadada.

- Vale, vale. Ya paro. – Pero no para. – Es qué no puedo... - Entro en la habitación cerrando la puerta detrás de mí. En seguida vuelve a abrirse.

- ¿Ya está? – Pregunto seriamente.

- Sí, ya está. – Contesta con una sonrisa. Se sienta a mi cama y me indica qué me siente con ella. Obedezco. Está apunto de decir alguna cosa, pero no habla. Así qué decido romper el silencio yo.

- ¿Te acuerdas de algo de lo qué paso ayer? –

- Ayer... bebí bastante. – Contesta mirando a no sé dónde.

- Sí, creo qué demasiado. –

- ¿Qué paso? – Ahora me mira.

- Oh, no. Nada. Solo qué... ¿Cada día pides un besito antes de ir a dormir? – No puedo evitar reír.

- ¿¡Qué!? –

- Ayer te acompañe a la cama, y me pediste qué te diera un beso. –

- ¿Enserio? – Se sonroja en seguida.

- Sip. – Le dedico una sonrisa qué ella me devuelve algo tímida. – Bueno, me voy a dormir. –

- Ah, sí claro. Yo creo que también. – Se levanta.

- ¿Quieres un besito? –

- ¡Beca! – Exclama algo avergonzada caminando hacía la salida. Se para en seco. – Bueno, vale. – Me sorprende al decir eso, pero me acerco a ella y le doy lentamente un beso, ésta vez en la mejilla.

El horrible ruido del despertador me hace levantarme con el pie izquierdo. Ésta noche no he podido dormir nada bien con los ronquidos y algún que otro pedo de Amy. Me cae genial esa chica, pero para dormir con ella...

Her eyes are all [BECHLOE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora