Stefanie
Paren el mundo por un momento.
"Hola, preciosa. ¿quieres ir a una fiesta hoy?, prometo devolverte a las 12, de mañana..."
"¿que tal, Stefi?, me preguntaba si quieres ir a una fiesta hoy en la noche (?"
Tengo dos propuestas para la misma fiesta...¿que se supone que haga?
Por un lado, me he distanciado de Mateo, cada vez hablamos menos y los pasillos del colegio ya no son testigos de nuestras pequeñas demostraciones de amor como antes. Por otro lado, Nelson es alguien en quien todavía no puedo confiar por completo, nuestra relación va mejorando apenas pero no puedo negar que me la paso muy bien con él.
La desición que tomé creo que es la mejor, no puedo arriesgarme a algo que posiblemente no se de bien, aparte, es sólo una fiesta, nada va a cambiar por mi desición.
Escribí un mensaje rápido antes de que mi cerebro empiece a jugar conmigo y me haga cambiar de opinión
"Hola. Claro, pasame la dirección y nos vemos allá"
•-•-•-•-•-•-•-•-•
Tenía tiempo sin ir a una buena fiesta y por como la música alta desbordada en el lugar, el olor a alcohol resaltaba, cuerpos desgastandose en un intento de baile, luces extravagantes y un DJ sin control; me dejaban ver que ésta lo era.
Llegué al lugar más tarde de lo que pensaba, había mucha gente pero no tardé en divisar al chico de ojos marrones esperándome en la barra.
Hola, Mateo -dije entusiasmada y gritando para que me escuchara por encima de la fuerte música-
¿qué tal? -me respondió con una sonrisa dulce-
¡que Bueno verte! -dije regalandole una sonrisa-
has estado muy ocupada, ¿No? -dijo refiriéndose a mi ausencia en estos últimos días-
si, un poco -dije sin mucha preocupación-
pero hoy es para estar juntos, ¿cierto? -es increíble lo dulce que puede ser aveces con esa sonrisa-
si, claro -dije un poco nerviosa-
¿bailamos? -me ofreció-
claro -respondí-
Bailamos durante un buen rato en donde Mateo insistió en que probara un trago, que según él, me iba a encantar; en la última canción decidí beber el líquido que quemó mi garganta en cuanto hizo contacto en mi interior. Todos mis sentidis se pusieron alertas al sentir como aquella sustancia consumia mi sistema de manera apresurada
¿qué me diste? - le pregunté mientras trataba de no caer por el mareo-
Sólo es una bebida -dijo como si nada-
estaba demasiado fuerte -le reclamé-
oh, no lo sabía -dijo con una mirada de disculpas-
necesito sentarme -le dije, no servía discutir con él cuando no era su culpa-
Ven, arriba hay unas habitaciones en donde te puedes arrecostar -me dijo-
Jaló mi mano y me dirigió a las habitaciones con un poco de prisa y en ese momento se lo agradecí porque no creo aguantar cuerda mucho tiempo.
Sentir la suavidad del colchón hacer contacto con mi espalda es una sensación relajante en este punto donde no se que me ocurrió, mi resistencia al alcohol no es para nada Mala pero ese trago me tumbó muy rápido.
Mateo se había quedado en una parte del cuarto observandome hasta que decidió hablar
nos vamos a divertir -escuché su voz pero ésta vez no sonaba para nada dulce-
creo que la diversión para mi se acabó, quiero irme a casa -y es que me sentía muy mal para seguir disfrutando de la fiesta-
Yo creo que no se va a poder -dijo acercándose poco a poco-
¿y por qué no? -le pregunté confusa-
esta noche te quiero para mi -su sonrisa apareció frente a mi y me provocó miedo-
¿a-a que te refieres? -dije tartamudeando y alejándome poco a poco todavía acostada en la cama-
esta noche serás mia -sentí su mano en mi tobillo para luego jalarlo con fuerza y acercarme al borde de la cama-
creo que estás borracho, tu no puedes decir eso -Mateo no era así-
tu sólo cállate -dijo con maldad-
Se tiró encima de mi pegando por completo mi espalda al colchón, subió mis brazos y los sostuvo con su mano justo en ambas muñecas.
Lo que sea que me había dado en ese trago se llevó toda mi fuerza, no podía coordinar, ¿Mateo estaba abusando de Mi?, eso sonaba tan raro dentro de mi cabeza.
No podía quitarlo de mi cuerpo, un zumbido se pegó en mi odio, mis ojos llorosos no me dejaban ver nada; iba a perder mi virginidad con un maldito violador.
Empecé a gritar provocando que en mi garganta un ardor de los mil demonios, todo por conseguir que alguien me escuchara sobre toda la música de afuera.
¿puedes dejar de gritar maldita zorra? -dijo ya molesto-
por favor, no sigas -le pedí-
Él ignoró mis palabras y siguió besando mi piel dejando chupones fuertes y dolorosos por toda la zona de mi clavícula, rompió mi camisa para tener más exceso provocando un dolor fuerte en mi torso por el jalón. dejaba besos húmedos que eran asquerosos, sus manos jugaban con mi cuerpo y lo recorrían como quería.
Mis fuerzas cada vez eran menores y no podía luchar contra lo que pasaba, mi mente se encontraba a mil por hora buscando una manera de salir de esto pero mi cuerpo no reaccionaba ante los miles de planes que se me ocurrieron.
No iba a salir de ésta, me iba a violar.
¿por que tú?, ¿porque? -susurré sin fuerzas y lágrimas empezaron a dalir de mis ojos-
ESTÁS LEYENDO
Hermanastros
Teen FictionLa vida de Stefanie cambió completamente el día en que el magnate Michael Smith decidió poner un anillo en el dedo de su madre dándole un giro de 180 grados a la vida de ambas llevándoselas a vivir a otro país y alejándola de todo lo que conoce, Tod...