6. ¿Qué malo puede pasar?

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Stefanie

En mi segundo día de clases había presentado un examen de química bastante difícil y ahora, una semana después, espero sentada en mi escritorio a que el guapo profesor de los resultados de una cansada noche entre libros.

Stefanie Moon -dijo el profesor frente a toda la clase-

¿si? -respondí dudosa-

la espero después de clases para hablar sobre su examen - Se escucharon murmullos de mis compañeros pero los ignoré-

La clase siguió pero no pude concentrarme del todo, es que No podía significar nada bueno, no podía darme el lujo de reprobar, si quería irme de esa casa apenas cumpliera los 18 tenía que conseguir una beca en alguna Universidad, y con materias  reprobadas mis planes se veían interrumpidos.

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Llegó el final del clase y con eso mis nervios aumentaron. Me acerqué al profesor una vez que el salón se encontraba completamente sólo.

Profesor, en verdad yo estudié muchísimo, estoy segura que no lo reprobé, tal vez haya un error -dije apresurada apenas estuvimos solos-

¿reprobar? - dijo dudoso-

si... -respondí de la misma manera-

No estás reprobada,  de hecho, tuviste la mejor nota -el profesor se levantó de su escritorio y se posó frente a mi haciendo que yo diera unos pasos hacia atrás hasta chocar con su escritorio-

¡qué bien!, bueno ya me voy...-soñé un poco nerviosa-

Claro, espero verte mañana después de clases -dijo sonriente-

¿después de clases? -mi voz no salía de ese tono dudoso en ésta pequeña conversación-

hay un club de química avanzada y quisiera que estuvieras -me explicó-

Ouh...lo pensaré, gracias -respondí con una pequeña sonrisa-

Bien...-acarició mi pierna por encima de la media y luego me entregó mi examen-

Graciasss -salí casi que corriendo de ahí-

Leí mi examen y sobre mi nota había un número de celular. Todo era confuso, uno de los profesores más guapos de la escuela se me había insinuado minutos antes y ahora tenía su número...¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

Había una parte de mi mente que me decía que no lo hiciera, él era un profesor y yo una simple alumna hormonal; pero otra parte, la arriesgada y madura, decía que lo hicera, que merecía un hombre como él. Decidí guardar el número para luego tomar una desición

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Al final del colegio me fuí otra vez caminando a  la casa, cuando llegué Nelson estaba ahí viendo una de mis películas favoritas.

¡La purga! -Grité emocionada

¿te gusta? -respondió ¿amable?-

me encanta -respondí todavía sonando emocionada-

¿quieres venir a verla conmigo? -me invitó-

¿contigo?...¿Estás seguro? -no entendía porque me trataba bien-

si -dijo simple-

ok...-lo miré todavía insegura-

Me senté al otro lado del gran sofá, su invitación se me resultaba un tanto extraña pero no podía rechazar a la purga, eso nunca.

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Al día siguiente llegué a la clase especial de química, había un grupo de no más de 15 personas, eso me hizo sentir a gusto, no tendría que estar a solas con el profesor por los momentos. Escuché la clase empezar y el tiempo pasaba y todo resultaba bastante interesante

Bueno chicos, eso es todo por hoy -dijo el profesor y la gente empezó a salí poco a poco-

Señorita Moon, venga por favor -llamó mi atención y me acerqué-

¿que desea, profesor? -dije manteniendo mis hormonas relajadas-

dime Mateo, por favor -me pidió-

claro...mateo -respondí insegura-

quería saber si querías no se, ¿ir a tomar un helado? -me invitó con una sonrisa amable-

¿Y donde queda eso de que un profesor no está con una alumna? -lo miré con mi característica mirada retadora-

quedó en la puerta justo antes que entraras -si ojos me invitaban a caer en el juego que me ofrecía-

Bueno...-el color no tardó en llegar a mis mejillas-

¿y...que dices? -buscó una respuesta-

claro, ¿qué malo puede pasar? -me arriesgué-

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¡NADA MALO PUEDE PASAR!, es la mejor cita que he tenido en mucho tiempo. Es un hombre maduro, divertido, apasionado, Increíble; es un hombre fantástico.

eh, bueno, adiós. Espero que se repita -dijo al estar frente a la gran mansión-

Yo igual, gracias por todo -respondí con una amabilidad sincera-

Entré a la casa casi que corriendo para subir a mi habitación en donde por fin respiré normalmente, realmente tu vida puede cambiar muchas veces en poco tiempo.

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Las salidas se volvieron cada vez más constantes con Mateo, tratábamos de que en el colegio nadie se diera cuenta de nuestro pequeño amorio pero cada vez era mas complicado, quería estar con él todo el tiempo.

Salíamos casi todos los días ganandome una mirada reprochadora de mi madre la cual conocía a Mateo por ser amigo de Nelson y por  supuesto conocía su posición en la escuela. Ésta no era la excepción, estaba mi madre en la puerta impidiendome la salida.

¿puedes moverte? -dije seca-

sabes que lo que estás haciendo está mal -me reprochó-

ni que fuera tan mayor, sólo tiene 23 -Me excuse-

¡Y tú 16!, son 7 años, Stefanie -dijo un poco alterada-

7 años nada más, no tiene nada de malo -Me defendí-

es tu profesor -siempre decía lo mismo-

¿Y? -ella no podía ganar ésta conversación-

Stefanie...no te dejaré salir -dijo con voz más fuerte-

¡no puedes hacer eso! -le grité-

a tu habitación,ahora -dijo con un tono de advertencia-

mamá -le dije de la misma manera-

¡ahora! -gritó provocándome mucha más molestia-

Me fui a mi habitación y me encerré allí. Agarré mi celular y le mandé un mensaje a Mateo.

"Hoy no podré salir, mi mamá es toda una Dramática"

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora