XXVI

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Su respiración era entrecortada, su cuerpo temblaba y sus ojos se encontraban abiertos que no parecía asiático mientras sujetaba el cuaderno con fuerza.

—¿Al fin lo descubriste? Vaya, fue más rápido de lo que creí—Soltó una voz a sus espaldas.

—Todo este tiempo estaba seguro de que podía confiar en ti—Confesó sin cambiar de posición—Y reías a mis espaldas.

—Te amo.

—No, no me amas ¡Eres un maldito enfermo!—Gritó encarándolo con lágrimas en los ojos—Mis amigos, mi novio, mi felicidad... Tú me lo arrebataste todo.

A pasos lentos el mayor fue acercándose ignorando la mirada suplicante del chico frente suyo, la luna apenas iluminaba aquella habitación pero el menor podía jurar como una sonrisa psicópata adornaba los labios del contrario.

—¿Te arrebaté todo?—Preguntó sarcástico—Yo sólo hago esto por tu bien—Acarició suavemente su mejilla.

—¿¡Por mi bien!?—Cuestionó furioso quitando la mano ajena de su rostro—¡Mi vida era perfecta y no hiciste más que arruinarla!—Una cachetada fue lo que recibió en respuesta.

—¿Por qué?—Preguntó bajo la mirada atónita del más pequeño—¿¡Por qué él sí y yo no!?—Reclamó en un tono alterado.

La distancia entre ambos era cada vez menos, el australiano decidío no desaprovechar. Después de todo, esa sería la primera y última oportunidad.

Y así lo hizo, lo besó recibiendo un golpe.

—Y-Yo no quería...

Era tarde para remediarlo, Christopher ya tenía un cuchillo en mano.

Darling:

Supongo que todo terminó ¿Lo hizo? Tú más que nadie sabes la respuesta, esta carta está escrita con tu sangre después de todo...

Fuiste muy importante para mi, te extraño.

Cariño, es una pena que no pueda matarte de nuevo.

Bang Christopher.

☺ Darling [찬인]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora