¡Hola! Soy Myra Loretto, alguien que describe la ficción que se encuentra en la realidad, aunque no lo crean a la primera. También soy una lectora entusiasta, los libros me han acompañado en gran parte de mi vida, comencé a deleitarme en ello desde...
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¿Has tenido alguna vez hastío lector? Sigue leyendo mientras rastreas en tu mente para responder a esta interrogante que te planteo, si tu respuesta es afirmativa, te invito a que la compartas conmigo en el espacio de los comentarios, y te aseguro que te responderé.
Puede que esté exagerando por ponerle semejante nombre a esta situación, porque el hastío es el aburrimiento aumentado exponencialmente, y no exagero con lo de exponencial, pues si buscas su significado en el diccionario, verás que no lo hago. El hastío lector se produce, y lo digo por experiencia propia, cuando no te produce la misma emoción o placer al leer historias, y a diferencias del bloqueo lector, el hastío es algo que va creciendo paulatinamente, hasta que llega un día en el que quieres lanzar el computador o el celular contra la pared, pero el costo de esos objetos te detiene. El hastío lector puede restarle lectores a un autor o género en particular, pues genera aversión.
¿Recuerdas la última publicación de este diario? Había comentado que la autora de la serie de la que estaba haciendo mis comentarios había logrado lo imposible para mí, y eso era reencontrarme con el género de novela juvenil; tiempo atrás no podía detectar el olor de una novela juvenil a metros de mí sin fastidiarme, tenía hastío lector hacia este género debido a que cada historia me parecía un clon de otra, sin importar que la trama fuera ligeramente distinta, porque los personajes se repetían: La chica popular y odiosa, el musculoso capitán del equipo, el nerd, la bonita sufrida, la chica ruda, la chica que le hacen bulliying, todos metidos en la escuela... Ni los personajes, ni la escuela era lo molesto, lo que me sacaba la piedra era lo plano de aquello, estos personajes eran blanco o negro, en realidad, no eran personas comunes, y eso estropea la experiencia lectora para mí; si a eso le sumo que la mayoría de éstas historias tienen a algún pueblo de Estados Unidos como escenario (y se nota que una parte de autores latinos de la comunidad naranja no se han tomado la molestia de investigar, al menos, porque se nota que no han pisado esas tierras) y el desconocimiento de la ortografía y la gramática, una obra pasaba a ser un postre desabrido.
Cuando encontré la serie "Amores Agridulces", comencé a leer la primera historia, pude ver el dominio de la autora, su talento para darle al lector los elementos precisos para que los personajes tomen vida en mi mente, a pesar de tener un chico popular, una chica no tan popular, un capitán del equipo, porque son personajes que son luz y oscuridad a la vez, como todos los mortales. Después, comencé tímidamente a interesarme nuevamente en este género, pero son pocas las historias que se salen de la "regla", me temo que lo hacen por los vistos y los seguidores, y no por lo que a un autor le mueve escribir.... Creo que quedé exhausta con esta parte del diario, pero es un diario, aunque sea de lectura, pero aquí comparto contigo la experiencia del hastío lector, que llamo, y que me ha pasado con otros géneros.
Si lees esto y estás escribiendo, solo te digo que te asegures de minimizar los riesgos en tus lectores, y recordar que tus seguidores esperan derroche de genialidad, talento, pulcritud y oportunidad de aprender de los personajes. Un autor no escribe a pedido, o por tendencia, recuérdalo bien.
Hasta la próxima entrega. Recuerda pasar por mi cuenta de Instagram (@myraloretto_oficial) o comentar en este apartado para dejarme tu recomendado para leer, pues me estoy quedando sin opciones.
