Redes Sociales√√ ×KookMin×

siete. ×Persona×

Encuentro.

Nunca es un buen día, eso JiMin lo tenía claro pues a sus 21 años era perseguido por chicas y chicos. Tenía atención de varias personas, menos de su padre.
Park ChanYeol, quien tenía una de las empresas más grandes y cabe de mencionar que lo tenía como príncipe, le daba todo menos atención.

Muchas veces creyó que el dinero lo era todo, el día que perdió a la persona más importante, comprendió que no.

-JiMin, ¿Enserio estás bien?

JiMin despertó de su ensoñación, mirando a su amigo con una pequeña sonrisa que no describía si estaba bien o mal.

-Perdón Hyung, sabes cómo me pongo cada vez que recuerdo... Eso.

-Minnie, tenemos que irnos ya, iremos con tu padre, de ahí nos llevarán al aniversario ¿Vale?

-Solo necesito estar solo Hyung.

-JiMin, al parecer el 1 de septiembre es la peor fecha para ti pero... Han pasado exactamente 13 años...-Dijo el más alto poniendo una mano en el hombro de su amigo.

-¿Por qué en un día se acabó mi mundo?.-JiMin solo miro el techo color crudo, sin ningún punto fijo.

-JiMin se que perder a alguien muy importante no es algo que se supere rápido pero debes de intentar hacer algo, desde que te conocí solo te resguardas en tus redes sociales, tus cosas populares.

-No sientes lo que yo siento Hyung, no sabes nada.-Dijo Jimin algo molesto.

-Yo también perdí a mi madre JiMin, perdí a un amigo, perdí a mi novio y te estoy perdiendo a ti. Claro que se perfectamente lo que es perder a alguien.

-Perdón, solo aún no superó eso.

-JiMin, se nos hace tarde.

•••

-Perdón por lo de hace un rato Jin, sabes que siempre me pongo así...

-Solo olvídalo, ahora baja que tenemos que ir por tu padre.

Ambos bajaron del auto, tenían que llegar ya, de hecho era un poco tarde pero estaban a tiempo, entraron a la empresa, desde la puerta principal, como cada año desde hace 13, ellos iban al aniversario de la madre de JiMin.

-Buenos días joven JiMin, su padre nos informo que hoy no estaría disponible para el aniversario de su madre, tuvo que salir.

—¿A dónde demonios fue?.—JiMin hablo con la voz quebrada.

—A una fiesta, un cumpleaños de uno de los hijos del jefe de la empresa prima.

—Un cumpleaños, un cumpleaños, Claro... Eso es mas importante, llévame ahí—Con lágrimas en los ojos apunto al empleado.

—Jimin, basta. Ahorita nos llevan.—Tomo la mano del mas bajo y lo miro fijamente.

•••

—¿Enserio una fiesta es más importante?.—Ambos iban a la dichosa fiesta, JiMin solo quería enfrentarse a su padre.

—Jimin si haces una de tus mensadas te saco rápidamente, no puedes ir por ahí arruinando fiesta de millonarios.

—aaah, solo quería hablar con el, su esposa a de estar ahí como siempre a su lado.—Hizo un pequeño puchero.

—Listo, hemos llegado jóvenes.—El chófer personal de JiMin hablo.

El pelirosa no tardo ni un minuto cuando ya estaba fuera del auto con Jin, emprendiendo el camino hacia la puerta enorme de aquella mansión.

Solo entro, no toco ni nada, ni le hizo caso al mayordomo que era encargado de ver quién entraba y quién no. Tampoco le incómodo el hecho de que estuviera con ropa común y los demás con trajes y vestidos.

No se sorprendió al ver varios rostros conocidos...

Ambos buscando al Park mayor, pues JiMin estaba más que enojado, estaba furioso, dolido, se sentía muy mal.

—Jin, no veo a mi padre.-Hablo con desesperación.

—JiMin... Ahí está...

Y Jin señaló la dirección donde se encontraba el padre de JiMin, no tan lejos, pero se veía perfectamente como estaba casi rodeado por una bola de personas como el.

—Oh... Ahí está mi hijo-hipocrita, era lo que JiMin se repetía al ver como su padre lo arrastraba hacía la bola de personas con la que se encontraba hace un momento.

—¿Papá se puede saber por qué demonios una fiesta es más importante que ir al aniversario de mi madre?—Pregunto el pelirosa entre susurros cerca de su padre.

—JiMin, deja de susurrar, se ve muy mal y por favor, tu madre ya murió, no es necesario que vallamos a esos aniversarios patéticos, deberías de hacer algo productivo.

JiMin sintió su pecho estrujarse, se safo del agarre de su padre.

—Eres la peor persona, egoísta e hipócrita.—Dicho esto salió corriendo sin saber la dirección, sin importarle que le grito frente a todos los invitados. Le dolía cuando su padre se refería así hacia su madre, el nunca se la mereció.

El pequeño corría y corría, la mansión era terriblemente grande así que no le encontraba fin hasta que sintió unos brazos rodearle por frente, escondió su rostro y se soltó en llanto, el pensó en Jin, era su mismo perfume.

—Tranquilo pequeño.—El no era Jin.