Black Butterfly ⇸ Yoonmin

05.

Jimin tragó saliva con fuerza y sintió como se instala una presión en su corazón que hace que duela mucho. Miró la pistola entre sus manos con confusión y notó como temblaban sus manos. Su cuerpo parecía de gelatina, no quería tener que matar a un niño o mucho peor, una mujer embarazada que serían dos vidas en una. ¿Por qué justamente él? ¿Qué hizo para merecer esto? Volvió a mirar al chico frente a él y se acobardó aún más al ver su expresión de súplica.

—¡Hazlo de una vez! —gritó Yoongi con frustración.

Jimin desvió a mirada al arma entre sus manos y con voz temblorosa, dijo: —N-No sé cómo usarla...

El compañero de Yoongi soltó una carcajada de diversión al igual que todos los presentes, Suga por su parte, negó con la cabeza lleno de incredulidad. ¿Cómo diablos no va a saber una cosa tan fácil? Se contuvo de sonreír, porque en lo profundo de su corazón le causaba gracia. Se acercó a él y se detuvo justo detrás de su espalda, levantó los brazos y los pasó a cada lado de su cuerpo acorralándolo. Tomó el arma y la acomodó entre sus manos. Por alguna extraña razón se sintió abrumado, algo dentro de sí le estaba haciendo sentir inquieto. Desde luego, lo ignoró.

Jimin se sonrojó al sentir la cercanía de aquel tipo. Su calor desprendiéndose de ese cuerpo que lo cubría perfectamente, ¿Cómo es posible que ese ser tan cruel pueda parecer algunas veces todo lo contrario? Negó con la cabeza tratando de expulsar cualquier pensamiento extraño de su mente. Un escalofrío le recorrió la espalda al sentir como su respiración le roza el oído y le provoca ligeras cosquillas. Está abrumado, y demasiado confundido. Siente tristeza, miedo, y dolor, sin embargo en este preciso momento, se siente incomodo y nervioso.

—Listo, ya está abierto. Solo debes apretar el gatillo. —susurró, su voz ronca le aceleró el corazón por un momento.

No pudo contenerlo. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas y sintió que estaba al borde de la desesperación pura. No sabía exactamente que sentía, había momentos, como ese, en el que sentía una pequeña desviación, una ligera atracción o lo que fuese. ¡Y eso no puede ser posible! Él es lo peor, mató a su familia y le hace tanto mal, simplemente inaceptable. Contuvo la respiración por unos instantes, y la dejó salir en modo de suspiro. Está cansado de sentir tantas emociones a la vez.

—No tenemos todo el día, si no lo haces en diez segundos, traeré algo peor. —amenazó aquella voz cruel y llena de perversión. Inició el conteo: —Uno... dos... tres...

Dejó de escuchar y se movió inquieto en su sitio. El chico frente a él negaba constantemente con la cabeza y le rogaba que no lo matara. Estaba contra la espada y la pared. Su dedo tiembla frente al gatillo y la pistola apunta justo en su frente. Cerró los ojos para armarse de valor, sería peor si trae a un niño o a una mujer, no lo podía permitir. No sabría que haría si trajera a... ¡Jungkook! ¿Es posible acaso que lo conozca? Abrió los ojos asustado y lloró más desesperadamente, eso no. Jamás podría, no...

Apretó el gatillo y escuchó el disparo, no se dio cuenta de que tenía sus ojos cerrados y tuvo miedo de abrirlos. Se negaba a hacerlo, bajó sus manos sin soltar el arma y dejó que el dolor se apoderará de él. Su cuerpo perdió el equilibrio y cayó al suelo, de rodillas y con la cabeza gacha. No es posible, se repitió en su mente. No soy un asesino. No lo soy. Se lamentó, negando efusivamente con la cabeza sin querer mirar aún lo que había pasado. Recordó a sus padres, más específicamente a su madre que siempre le sonreía con cariño. Seguramente estaba decepcionada de él.

Una idea cruzó su mente y abrió los ojos con asombro. Miró el arma entre sus manos y luego, se detuvo en sus pensamientos por un momento. Quizás sea lo mejor, si ese tipo no quería matarlo, lo haría él mismo. Con la poca fuerza que le quedaba, se levantó del suelo, sus extremidades parecían estar débiles. Se volteó y miró al que generó tanto dolor. Él sonreía con satisfacción por todo lo sucedido. Jimin miró detrás de él en un rápido vistazo y vio el cuerpo inerte de aquel chico, al final lo hizo.