Aquel día ella y yo dejamos de ser amigas cuando se giro bruscamente de camino a casa y comenzó a gritarme insinuando el que yo la hubiese llamado puta, cosa de la cual yo ni era consciente.
Día 3
Aquel día ella y yo dejamos de ser amigas cuando se giro bruscamente de camino a casa y comenzó a gritarme insinuando el que yo la hubiese llamado puta, cosa de la cual yo ni era consciente.