Siempre estaremos ahi

Capítulo 2: El comienzo de algo bueno.

Jason se sentía cansado, tan cansado que no podía abrir los ojos, pero podía sentir que estaba en algo blando rodeado de algo suave y cálido, Jason puso toda su poca fuerza de ese momento para poder abrir sus ojos, cuando al fin logro abrir sus ojos lo primero que pudo distinguir fue que no se encontraba en su apartamento sino que en una habitación de apariencia muy lujosa, ya que la cama era enooorme y con (aparentes) sabanas de seda, muebles de aspecto costosos y las paredes estaban pintadas de un rico rojo italiano. Lo segundo fue que sus muñecas dolían como el infierno, ya que estas picaban y ardían mucho. Lo tercero y lo más importante es que estaba siendo rodeado por toda su familia. A la derecha de Jason acurrucado en la enooorme cama se encontraba Dick y al lado de este estaba el pequeño demonio Damián y a la izquierda estaba Tim y sorprendentemente al lado de este se encontraba acurrucado Bruce y más sorprendente aun, en un sillón al lado de la cama se encontraban el viejo y confiable Alfred.
Jason sintió un pequeño calor en su pecho al verlos a todos a su lado, todavía no sabía cómo lo habían encontrado o como termino aquí pero se sentía muy feliz de que lo hallan echo a pesar de que sabía que lo que siguiera no iba a ser como caminar en una arcoíris escupiendo flores.
-Dios… como extrañaba esto – Murmuro Jason en un suspiro al aire.
Jason casi había olvidado lo que bueno que era y se sentía estar rodeado por tu familia en un momento de necesidad.
-Nosotros también te extrañamos – Jason se sorprendió al escuchar eso pero al voltear la cabeza alrededor vio que todos aún estaban dormido o eso parecía.
Jason decidió ignorar el dolor de sus muñecas y en cambio seguir sintiendo el amor de familia que en ese momento lo rodeaba, ya tendría tiempo después para enfrentar la realidad. Con eso en mente Jason se acomodó entre Dick y Tim, cerro sus ojos y entre suspiros  y con el sonido de la respiración de los demás callo en un profundo sueño.
-No vuelvas a hacer eso Jay… te amo… todos te amamos… y si intentas hacerlo de nuevo siempre estaremos nosotros ahí para evitarlo y ayudarte a ponerte de pie de nuevo – Murmuro suavemente Tim al oído de Jason para después darle un beso en la frente, Tim se volvió a acomodar poniendo su cabeza en el pecho de Jason y se volvió a dormir escuchando los fuertes latidos de su hermano.