Little Prince [NoRen]

Little Child

Renjun no conocía más que el mundo en el que sus padres lo habían encerrado y habían creado una vida en la cual él era controlado por ellos. Habían tenido éxito, además, porque al niño nunca se le cruzó por la cabeza que sus padres estuviesen haciéndole el mal, e incluso llegó a pensar que aquello era normal y a todos les sucedía. Y aunque a veces le doliera, era por su bien y, lo más seguro era que le afectase por la edad. Después de pasar esa etapa, todo estaría en su lugar.

Pero sobre todo: Aunque a Renjun le doliese, tenía que seguir amando incondicionalmente a sus padres. Esas eran las reglas que conocía, y si no las cumplía entonces sería un niño desobediente y malo. Él no era así, ni quería serlo. Las cosas no debían ser así bajo ninguna circunstancia.

Apenas tenía cuatro años en ese entonces, y ya conocía lo que la soledad era. Pero más que la soledad, conocía la tristeza inmensa. Ser hijo único empeoraba aún más las cosas.

Su casa era grande, su habitación también, tenía tantos juguetes. Y Santa Claus siempre le traía lo que pedía. Una señora llamada Barbara, rubia y de ojos azules como el cielo, se encargaba de cuidarlo lo mejor que podía; le leía cuentos estupendos, le cantaba canciones, le daba los mejores platillos que se le ocurriesen, jugaba con él. El jardín de la casa de Renjun también era grande, del tamaño de un hogar regular. Pero ese era uno de los principales problemas del pequeño: Que no era alguien regular.

Sus padres eran famosos empresarios a nivel mundial. Inversionistas. Negociadores. Reyes del dinero, sus cuentas bancarias y sus carteras siempre tenían pesos de sobra. Así era su vida, y eso era lo que la mayoría de familias podían pedir. Entre los deseos de los niños podría estar el dinero que la familia Huang adjudicaba, para comprar todos los juguetes que quisiese. Y aunque esa era la realidad de Renjun, también había una cara al revés de las monedas que pagaban su vida de lujos.

Una cara que no era amigable y que definitivamente un niño de esa edad no debía conocer, ni usar para pagar el precio de la otra. Las monedas simplemente no eran cosa suya, pero aún así tenía que lidiar con ellas.

Claro, siempre estaban ocupados. No había tiempo y Renjun jamás fue el hijo de sus padres, sino "el niño Huang", llamado así por Barbara. Porque Barbara era, al mismo tiempo, el padre y la madre que él carecía.

No había tiempo para escuchar los relatos de Renjun, y se lo habían hecho saber con sus propios labios. De todas formas, aunque hubiese existido, ellos simplemente no estaban interesados. No era importante. Y también se habían encargado de hacérselo saber.

Por supuesto, Renjun se sentía ridiculizado y abandonado. Al encender el televisor que había en la sala de entretenimiento siempre veía programas o comerciales donde existían familias, donde los pequeños eran la prioridad, donde los padres tenían que comprar pomada enseguida para que sus hijos se curaran, donde estos también preguntaban sobre los días de sus criaturas y les daban palmadas en sus cabezuelas.
Pero para él no era así, la única que tomaba acciones era Barbara, cuando le correspondía, siempre y cuando le pagasen, por dinero. ¿Realmente había alguien allí que tuviera verdadero interés en él? No. Nadie.

Al ser hijo de personas tan exitosas, Renjun asistía a una de las mejores escuelas creadas en la humanidad. Alto nivel educativo. Sin un sistema becario, solamente personas con la capacidad de pagar el elevado precio de las colegiaturas, materiales y excursiones podían ingresar a sus hijos allí.

Sí, sus compañeros también tenían padres exitosos y ocupados, pero que mostraban afecto y preocupación hacia ellos. Que, si podían, cancelaban sus actividades y pasaban tiempo de calidad con ellos.
¿Cuándo le pasaría eso a él? Renjun contaba con más dinero de entre todos, sus padres podían forrar sus diez diferentes automóviles en los billetes más valiosos si así lo querían. No necesitaban el dinero, podían cancelar cosas también, y ellos tenían la fortuna de poder hacerlo sin perder nada. Entonces, ¿por qué no? No entendía.

No era avaricia. Había observado a sus padres y no estaban hambrientos de más. Solamente era la necesidad de no convivir con el pequeño.

Quizá la envidia corría por sus venas cuando escuchaba a los demás hablar de excepcionales experiencias con sus familias. Cuando podían contar cosas que ocurrieron con sus padres, y no sólo existían Bárbaras en sus vidas.

Sí, el hijo de la familia de alto renombre sentía celos. Celos de ricos, e incluso de pobres. Porque un día bajo la lluvia llegó a la conclusión de los pobres se quieren más entre sí, quizá por el hecho de que no pueden entretenerse realmente. Deseaba una vida así.

Solitario por obligación, Renjun sentía un enorme enojo dentro de su pequeño cuerpo. Un enojo tan grande que uno es incapaz de siquiera imaginar, y mucho menos pensarías que todo eso puede sentirlo un niño de cuatro años.
Empezó así, y pronto comenzó a acumularlo.

Al inicio, sin saber cómo desechar aquellos malos sentimientos de sí mismo y con una desesperación por sentirse querido, el niño Huang comenzó a desquitarse con Barbara. Una inocente en busca de una vida digna que recibió golpes por parte de un infante que apenas conocía de la vida, golpes tan agresivos que se quedaban marcados en su piel durante meses incluso. Los aceptó al inicio porque el salario era bueno, pero pronto renunció y así, la única persona que alguna vez mostró un poco de calidez (aunque fuese falsa) hacia el pequeño, también le abandonó.

—¿Sabes lo que hiciste? Ahora no podré ir al viaje de negocios por tener que buscar un reemplazo. Nadie quiere o tiene tiempo para lidiar con niños, perdimos oro. Barbara era lo mejor que podías conseguir, si viene alguien peor, no te quejes. Y mucho menos le pegues, ¿escuchaste?

Asintió sin siquiera pensarlo una sola vez.

‼️ ‼️ ‼️
+actualizaciones no definidas.
+capítulos de más de seiscientas palabras, usualmente menos de mil.
+au.

good tip:
mirar y conectar las letras con las que cada capítulo comienza !!! 🐝

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perdón si hay alguna falta ortográfica o gramatical. por el momento estoy haciendo lo mejor que puedo, pero no dudo que se me haya pasado algo, prometo arreglar eso.

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iniciada: 24/05/2018.
finalizada: ??/??/??

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dudo que alguien quiera, pero uno nunca sabe huehue, por favor no hagan plagio : (
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cualquier parecido con la realidad o alguna otra historia es mera coincidencia.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.