Para el final del amor

El que vive en el pasado

Soy Angel, Tengo 18 años, soy de El Salvador, un pequeño país de centro américa, de una familia de clase media. De pequeño tenía un problema, algo fuera de lo normal supongo; sufría de un tipo de pensamiento profundo, como que, si fuere crisis existencial, no podía saber que ya anochecía, no podía saber que era hora de irme a mi cama a intentar dormir, siempre pienso "¿Por qué esos pensamientos?, ¿Qué me llevaba a eso?, ¿Me hicieron algún mal?", nunca lo sabré...

Noches enteras sin poder dormir ya que me invadía severos pensamientos acerca de lo que hay mas allá de la vida, de sí que pasa después de la muerte, "¿soñamos después de morir?, ¿Por qué morimos?", preguntas normales de un niño de 7 años.

Mi vida amorosa no era algo que me preocupase en ese momento, era apenas un niño. No tenía ni la mínima cercanía con niñas, no era muy agradable para mí el jugar con una niña, porque salían llorando, eran sensibles y lloronas.

Con el paso del tiempo, empecé con un sentimiento diferente... que ocurría al ver a una niña. No pasaba lo mismo que con las demás, solo había atención, interés, atracción, era algo nuevo para mí. Lastimosamente nunca fui correspondido, solo fui agregado a un campo que la misma persona crea: La friendzone.

Poco tiempo después, fallece mi madre; 17 de septiembre del 2012. Después de tantos intentos en el hospital, de tanta oración, ya era plan de Dios el que ya no estuviera entre nosotros. Fue la etapa más horrible que puede vivir un niño, apenas con 12 años tuve que afrontarlo; difícil no fue. He sido una persona que, si no está con un ser querido o con cualquier ente participe de su vida, va cambiando mi forma de sentir afecto, puede ser la persona más importante en mi vida, pero por mucho tiempo mi madre ya no estaba conmigo, tanto tiempo solo hospitalizada, sin saber por semanas cuando volvería a casa, verla en un ataúd; fue doloroso, pero intente afrontarlo.

Durante esos primeros meses afrontando la realidad que ya no estaba mi madre conmigo, empieza esa etapa de ya no saber qué hacer, de no poder soportar un minuto sin pensar en que ya nunca más la volvería a ver, que no pude ni despedirme de ella cuando iba de emergencias para la capital a que la hospitalizaran. Solo era llorar en un cuarto, en la casa de mis abuelos, pero había un pariente (Un tío), que iría a las tierras de la familia de su esposa a pasar el fin de semana, y ante mi angustia decidió llevarme.

Llegué donde la familia de su esposa y ella estaba ahí, conversando con una amiga. Entré e intenté saludar, pero mi voz entre cortada, mis ojos rojos, era evidente que había estado mal. A lo que mi prima reforzó, "Chillando ha estado, por eso lo hemos traído para que se entretenga cortando leña". Llegué a mi habitación, en verdad era un gran corredor con camas, dormíamos todos los pequeños ahí, me acomodé, ordené las mudadas de ropa que me había llevado y Sali con mis primas a dar una vuelta conociendo.

En eso, ya algo tarde, vamos a la casa de una prima de, ¡mis primas! Tocamos la puerta y salió una niña que... llamo mi atención enseguida, me quede pegado a su mirada, quizás un minuto. Luego entramos y me acomode, como en casa. Ella (de nombre Yasmin), era una persona muy buena onda, increíble persona que pudimos congeniar en minutos, hablamos y resulta que ya me conocía. Fue sorprendente saber eso. Ella me había visto tocar el piano en la iglesia de ese lugar, interesante como pasan las cosas.

Conversamos sobre temas extraños, me preguntó si ya había comido, sí que me gustaba comer, a lo que yo respondí, "Lo que haya en el plato me como", para que fue eso... Solo cabe con decir que ella me enseñó a comer lo que nunca había intentado comer, aun a estas fechas, ni se cómo se llaman algunas cosas que me dio para que comiera. Cené en su casa, yo siempre contento con unos frijoles y huevo picado, junto con tortillas y queso.

Me estuve todo el fin de semana, el domingo cuando me iba de regreso dije, tengo que venir seguido solo para verla.