Los Sexagesimo Quintos Juegos del Hambre

~2~

— ¿Sabias que este año en los juegos no pueden presentarse voluntarios?

— Ah, mira...

— Ordenes de Snow

— Interesante

— ¿Te conte que Snow una vez me hizo comer un puerco crudo en su bañera?

— Suena divertido

— No es cierto Ross —Rex deja de golpear el saco de boxeo y se posiciona frente a mi objetivo

— Lo lanzare si no te mueves —lo amenazo con mi cuchillo. El no se mueve, en cambio comienza a acercarce a mi a paso lento y cauteloso, casi como si se acercara a algun animal salvaje, con miedo. Busco el angulo perfecto y no dudo al lanzar el cuchillo. Rex capta mis movimientos y no tarda en desaparecer de en medio. El cuchillo da en el blanco.

— Buena punteria —me dice con su tonito seductor

— Buenos reflejos — le sigo el juego copiando su tono

Rapidamente me giro para tomar otro cuchillo y no el no desaprovecha la oportunidad para acercarse corriendo. Vuelvo a mi posicion para lanzar de nuevo pero el me sujerta del brazo y me arrincona contra la pared. Intento safarme en vano ya que su fuerza me supera por mucho.

— Es encerio Ross —me suelta, pero no se aparta— El ultimo año, su ultima oportunidad...

— Creeme que si quisiera matarte, seguramente ya lo hubiera hecho

— No es tan estupido, me tortura desde hace años

— ¿Te tortura? —me indigno— Si te ha tratado como rey todo este tiempo, no dudaria que terminaras siendo el siguiente Snow...

— Me esta matando de miedo

— Incluso podrias llegar a ser el tipito ese que organiza los juegos

— Tu no entiendes —se altera— Se la tiene jurada a mi madre. A ese cabron nada lo para, si no me mata en los juegos jamas sabre que me depara el futuro

— Entonces prefieres morir en los juegos

— NO-QUIERO-MORIR

— Estas diciendome que no quieres morir en los juegos, pero si no vas este año Snow te matara igualmente

— Morire

— No moriras, el viejo te ama

— No me ama, odia a mi mamá

Suelto el cuchillo y me encamino a la salida del gimnasio, me apetece comer algo. Rex me sigue.

— No te va a matar —le sueto— Mira, si en realidad te quisiera matar te habria seleccionado personalmente en tus primeros juegos, diciendo que es un honor o algo asi. Si quisiera verte muerto jamas te habria entrenado tan bien y mucho menos en el capitolio.

— Busca un buen show... Y que mejor que un guapo tributo del 2 entrenado dentro del mismisimo capitolio. Uno de los mejores guerreros de PANEM y 

— No te creas tanto niño... ¿Y que hay de mi?

— Tu sales fuera de esto

—¿Estas seguro?

— Tu madre no conspiro contra el capitolio publicamente

— Talvez no, pero mi tia es una vencedora que conspiro contra...

— Bien, entendido. Tu tambien deberias de llorar en esta cosecha

— Yo no lloro

Luego de un breve paseo por la cafeteria, la cual estaba totalmente vacia, me dirijo a los lockers del gimnasio y tomo mis cosas para poder marcharme. En realidad hoy solo he venido para practicar mi punteria y para acompañar a Rex, ya que somos las unicas personas autorizadas de estar en la sala de entrenamiento a estas horas. Esta semana han cancelado los entrenamientos fuera del horario escolar por la proximidad de la cosecha. En realidad esto se me hace injusto para todos los demas, incluso para mi, ya que los entrenadores personales tambien tiene prohibido la entrada. ¿Como se supone que estemos listos para los juegos si cancelan los entrenamientos a visperas de la cosecha?

Rex desaparecio de mi vista hace ya un buen rato asi que me encamino a casa sola. Me he pusto a pensar sobre lo que hablamos hoy y en realidad tengo un mal presentimiento sobre el tema.

Al llegar a casa la encuentro vacia lo cual no es algo inusual en mi vida, lo que es extraño es que no encuentro a Ghish, mi avox personal, por ningun lado. Mañana es la cosecha y necesito que alguien busque elegante vestido blanco por mi, esta casa es inmensa, no lo pienso hacer yo. Luego de varios minutos buscando personal en mi casa me rindo y me descido por madar un correo a mi padre quejandome de el mar servicio brindado en esta casa y obviamente informando de la desaparicion de mi avox.