Había una vez, una ciudad donde todas las noches se escuchaba el sonido de un tren. Durante un tiempo todos sus habitantes se preguntaban, ¿Dónde está el tren? Después de un tiempo se cansaron de buscar el tren, ya que decían que era una pérdida de tiempo buscar algo que nunca iba a ser encontrado.Jaimie era nuevo en la ciudad y no tenía amigos, solamente tenía a su perro, a el cual él siempre ignoraba. Desde que sus padres se lo regalaron para su cumpleaños el nunca le hacía caso. Cada vez que Jaimie llegaba a su casa, el cachorro lo recibía meneando su cola con felicidad, pero él simplemente le pasaba por el lado.
El cachorro siempre hacía todo lo imposible por obtener su atención y cada vez que Jaimie lo ignoraba, él bajaba su cola y soltaba el juguete, mirando como el niño se alejaba.
Un día Jaimie salió a dar una vuelta por el vecindario, y no se percató que su cachorro salía tras él.
Después de una larga caminata Jaimie volvió a su casa, y vio a una niña al otro lado de la carretera. La Niña enterraba algo en la nieve, y luego le puso unas rosas. Jaimie se acercó a hablar con ella. La Niña le dijo que estaba enterrando un animal que había sido atropellado por un coche.
Al otro lado de la carretera una señora observaba a El Niño hablando solo.
Esa noche Jaimie escuchó el ruido del tren. El tren de medianoche. Ese tren que pasaba todas las noches. Ese tren que llenaba a Jaimie de curiosidad. El mismo tren que nadie podía ver. Se escuchó un estallido proveniente del tren. Jaimie se levantó y salió a investigar.
Una vez en el bosque Jaimie vio las vías del tren y las siguió. Luego encontró el tren en medio del bosque nevado.
Del tren se bajó la niña que se había encontrado ese día. De las ventanas del tren se podían ver varias siluetas de, ¿animales? Docenas de animales de diferentes especies.
La niña se acercó a Jaimie y le explicó que uno de los cerditos se había bajado del tren y corrió, causando que el tren parara de repente. El cerdito se había ido a buscar a su amigo. El amigo que lo había salvado. La niña le pidió a Jaimie que la ayudara a encontrarlos. Jaimie aceptó, porque sentía mucha curiosidad sobre el asunto.Mientras se adentraban al bosque la niña le contó a Jaimie la historia del tren de medianoche. El tren no podía ser visto por todo el mundo. Y era para llevar a los animales a otro lugar. Antes de que la niña pudiera seguir explicándole vieron el cerdito a la distancia.
Al parecer había encontrado a su amigo y lo estaba ayudando a caminar. Al ver la alegría en el rostro de ambos
Jaimie recordó a su cachorro. Recordó lo feliz que se ponía cada vez que él llegaba a a su casa, como siempre estaba pendiente a él. También recordó la vez que su abuelo había fallecido y fue su cachorro quien estuvo con el ofreciéndole consuelo mientras lloraba. También recordó cómo él lo ignoraba, porque pensaba que su cachorro no tenía sentimientos, que era un ser inferior.
Al ver la felicidad de aquellos dos animales por haberse encontrado. La lealtad del cerdito por haber esperado a él amigo que lo había salvado. Que equivocado había estado todo ese tiempo.
Ambos niños guiaron a los cerditos de vuelta al tren. Cuando llegaron, ambos niños entraron y ahí fue cuando Jaimie lo vio.
Su cachorro estaba en uno de los asientos del tren.
Jaimie lo llamó para que los dos pudieran ir juntos a casa, pero el cachorro simplemente se quedó sentado en el asiento moviendo su cola; con el fantasma de una sonrisa en su rostro.
La niña al ver que Jaimie le repetía al cachorro que fueran a casa le dijo que no podía volver con el, porque el cachorro ya no pertenecía a ese mundo. Ella era la encargada de guiar el tren a un portal, que llevaría a los animales que fueron maltratados, infelices, usados para beneficios de otros a un lugar mejor. Un lugar donde no tuvieran ningún tipo de sufrimiento.
Jaimie trató de abrazar a su cachorro, pero no pudo. La niña le dijo a Jaimie que no se preocupara, porque su cachorro lo seguía amando a pesar de todo y que siempre se pondría feliz de verlo. Jaimie empezó a llorar por todo el arrepentimiento que sentía.
Jaimie cerró los ojos deseando que todo fuera una pesadilla. Deseando tener más tiempo con su cachorro.
Jaimie sintió como alguien tocaba su brazo. Al abrir los ojos se encontraba en su habitación. Sus mejillas se encontraban mojadas por las lágrimas. Al mirar hacia el lado pudo ver el rostro de su cachorro, quien lo miraba con preocupación.
Jaimie lo estrechó entre sus brazos fuertemente. Prometiéndole nunca más volver a ignorarlo. Prometiéndole hacerlo feliz. Al escuchar las campanadas del tren Jaimie lo abrazo más fuerte con miedo a perder su amigo.A lo lejos una niña observaba la escena desde un tren, con una sonrisa en el rostro.
Fin🚂