Capitulo 13

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Al poco tiempo de instalarme en el despecho, escuche unos golpes en la puerta. Seguramente debía ser Maryse.

-Adelante-dije mientras me acomodaba en el sillón. Maryse entro cerrando la puerta tras ella, le indique que se sentara.

-Maryse, espero que no te lo hayas tomado como algo personal.-dije observándola atentamente- Tu familia tiene una gran reputación, que se han ganado a través de la fidelidad que han demostrado siempre. Nadie pone en duda tu capacidad  ni la de tus hijos para administrar este Instituto, pero debes entender que este incidente ocurrió bajo tu mando y eso es un error que la clave no perdona. Es por eso que  me ordenaron tomar este puesto. Para tu mayor serenidad, te doy mi palabra de que cuando todo esto haya culminado,  convenceré a la Inquisidora para poner a Alexander al frente.-  termine, mientras me paraba para contemplar la ventana que se encontraba detrás de mi escritorio.

-La verdad , me dejas sorprendida.  Siempre he pensando que te gustaría estar en este puesto-dijo sin poder creerlo.

-No, nunca ha sido así. Nunca me ha interesado este puesto. Reconozco que tengo excelente condiciones para ser una líder , pero no me importa. Fui entrenada para ser una de las mejores soldados entre las filas de los Shadowhunters, y eso es lo que siempre seré, es para lo que he nacido. En cambio, tu hijo, Alec, siempre ha querido estar al frente del Instituto y si puedo ayudar para que su sueño se haga realidad, lo haré.

-No es solo porque quieras ayudarlo en su sueño, amas a mi hijo-dijo mirándome.

-Acaso se nota demasiado?-pregunte, aun con la mirada perdida en la ventana.

-No, no lo es, pero los años me han dado sabiduría y eso ayudo a que lo viese. Se que tu no dejas que los sentimientos te nublen el juicio, algo que pocos de nosotros saben hacer. Pero si tuviera que elegir a alguien para el, te escogería a ti como mi nuera.-me dijo Maryse con sinceridad.

-Gracias , pero el ya ama a alguien mas y eso es algo que no se puede cambiar-dije mirándola.

-Pues........ yo no estaría tan segura Vivian, pero de eso te enteraras luego-dijo levantándose-si me disculpas me retiro tengo trabajo que hacer.

-Por supuesto, ve-dije volviendo mi vista a la ventana.

Luego de que Maryse se fuera, me quede en un silencio casi embriagador, pero me temía que no duraría mucho. Comprobé que en lo cierto estaba, pues unos golpes se escucharon tras la puerta.

-Adelante-dije con voz suave y calmada.

-¿Estas ocupada?-Pregunto la inconfundible voz de Alec.

-No, no en realidad-respondí sin darme la vuelta- ¿Que necesitas?

-Hablar contigo-dijo tomando un suspiro enorme antes de continuar-te fuiste y parece como si algo se hubiese roto entre nosotros, hace  mucho que no hablamos. Quiero tener a mi amiga de nuevo, la que entendía, la que hablaba conmigo por horas, la  que entrenaba conmigo. Te extraño Vivian, solo quiero que todo sea como antes- termino , mientras daba pasos hasta a mi quedando a centímetros, aunque yo seguía dándole la espalda. 

-Vamos Vivian-me decía a mi misma-tienes que guardar todo, no puedes dejarte dominar por tus sentimientos románticos.

-Todo sera como antes-le dije dándome la vuelta para abrazarlo, a lo que correspondió inmediatamente.

-Gracias, Viv-me dijo mientras me abrazaba.

-Tienes mucho que contarme-dije separándome de el y haciéndole una señal para que se sentara-como por ejemplo , ¿como va la relación entre tu y Magnus?-Al mencionar ese nombre, Alec, bajo la mirada, pero no como si estuviera triste, sino como decepcionado de esos acontecimientos que se pasaban por su mente al preguntarle aquello, de los cuales por supuesto, yo no tenia ni idea.

-Magnus y yo rompimos-dijo mirándome atentamente- en buenos términos, nos llevamos bien y somos buenos amigos, pero ya sabes, relacionarnos con humanos o con seres el submundo nunca funciona.-concluyo.

-Bueno, me tomas por sorpresa. La verdad, se te veía en armonía con el, nunca pensé que fueran a terminar.-dije con honestidad. Si , me partía el alma que el estuviera con otra persona, pero cuando amas a alguien, debes aceptar que sea feliz con alguien mas y tratar de estar feliz por ese alguien.

-Si, pero creo que me apresure, no quería casarme con Lydia porque no sentía nada por ella, no quería un matrimonio así, y con Magnus sentía cosas pero no estaba enamorado, solo era una atracción.

-Entiendo, suerte que te diste cuenta y evitaron lastimarse mutuamente-dije tratando de hacerlo sentir un poco mejor.

-Si, de todas formas no estoy triste-dijo con una sonrisa-creo que ahora tengo claras algunas cosas que antes no-me miro directamente a los ojos.

-Y que son esas cosas-dije dándole una sonrisa-si es que se puede saber señor Alexander-dije causando una pequeña risa por su parte. Mientras me ponía de pie.

-Pues...-comenzó pero lo interrumpió un viento repentino que se colo en el despacho y sin poder evitarlo un mareo me invadió de la nada, pero antes de que mi cuerpo chocara contra el frió suelo, Alec me atrapo.

-Gracias-susurre mirándolo a los ojos.

-Siempre estaré ahí para atraparte-me dijo mirándome intensamente-No te duermas, Viv- me dijo sacudiéndome, cuando noto que se me cerraban los ojos.

-Ayúdame a incorporarme, por favor -logro decir, pero justo cuando trata de ayudarme a ponerme de pie, una brisa mas fuerte que la anterior irrumpe de nuevo , causando otro mareo mas severo en mi, el cual me hace retornar a los fuertes brazos de Alec

-Vivian, ¿estas bien?, Vivian-dice mientras me sacude, pero mi cuerpo ya no responde y finalmente mis ojos se cierran, teniendo como ultimo recuerdo la cara de preocupación del bello Lightwood.

Me encontraba en un bosque, un bosque realmente bello, no se parecía a nada que halla visto jamas. No sabia con exactitud donde estaba, pero si tenia clara una cosa, esto era real, es decir, era un estado de conciencia inducido por alguien de otro plano otra realidad, estaba muy segura de eso. De repente algo me saco de mis pensamientos deductivos, una voz.

-Vivian!- al darme la vuelta me encontré con un ángel, demasiado hermoso. Sentía que lo conocía de alguna otra parte, sin embargo esta era la primera vez que lo veía.

-¿Quien eres?-le pregunte. El aludido escondió sus alas, y se acerco a paso lento hacia a mi, cuando estuvo a centímetros, me acaricio el cabello y puso un mechón de este tras mi oreja.

-Mi nombre es Raziel-Al pronunciar ese nombre, quede maravillada.

-¿A que debo el honor de que me hayas convocado?-le pregunte amablemente. Este sonrió.

-Debes descubrir quien eres realmente, ángel. Todo se relaciona con tu marca de nacimiento-me dijo mientras sujetaba mi mano.

-Pero, yo no tengo ninguna marca de nacimiento-dije segura.

-¿A no?, ¿porque no miras tu hombro?- hice lo que el me pidió y observe que mi hombro derecho tenia una mancha extraña, la cual jamas había visto.

-Busca las respuestas, ángel, búscalas-me dijo mientras extendía sus alas y se marchaba dejándome sola y con miles de preguntas.




Shadowhunters Petalos de rosa Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora