Capítulo 1: Bienvenido a casa

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Después de 10 años castigando a quienes lo merecían, después de 10 años haciendo justicia, después de 10 años... Por fin me hallaba de nuevo ante las puertas principales de mi mansión. Abrí las puertas que daban al jardín y me dispuse a atravesarlo tomando un camino de piedra que llevaba a la entrada de la mansión. Toqué tres veces y al cabo de dos minutos la puerta se abrió. Me recibió un hombre delgado y de mi misma altura, su cabello negro a los lados no cubría el centro de su cabeza dejando ver así una reluciente calva. El hombre lucía un refinado Smoking y aparentaba unos cincuenta años.

-Oh, pero si es el señor Alucard. Es toda una sorpresa, no nos avisó que volvería hoy. Por favor pase, no se quede ahí afuera- Dijo Friedrich, mi mayordomo, dándome un gran abrazo el cual le respondí, luego tomó mi equipaje e hizo que entrara a la mansión.

-Se siente bien estar de vuelta Friedrich- le dije sonriendo.

Friedrich, mi mayordomo, había sido como un padre para mi desde hacía muchos años, siempre se había preocupado por mi y me había enseñado los valores que mi padre nunca me inculcó por estar aferrado a su maldita cruzada contra Dios y contra la humanidad desde que murió mamá.

-Por favor tome asiento señor Alucard, le diré a Ana que prepare su habitación- me dijo mientras subía las escaleras que llevaban desde la sala principal hasta las habitaciones y oficinas en el segundo piso. Tomé asiento en uno de los muebles de la sala principal. Mientras esperaba a Friedrich no pude evitar mirar el antiguo retrato de mi padre que colgaba de la pared sobre la chimenea. Era un hombre fornido, me atrevería a decir que incluso más que yo; aparentaba unos 40 años, con una barba bien definida y un poco puntiaguda en su barbilla, su cabello era largo y completamente negro al igual que su barba, y vestía un atuendo de color rojo, rojo como sus ojos, rojo como la sangre de todas las personas a las que empaló.

-Tu... El culpable de que mi sangre esté maldita. El culpable de mi inmunda existencia. El culpable de que sea un asesino sediento de sangre humana- Pensé mientras la irá recorría mi cuerpo, cerré mi puño con fuerza y apreté mis dientes. Pero todo ese rencor hacia mi padre se desvaneció cuando la dulce voz de una mujer dijo mi nombre.

-Señor alucard! Que felicidad que esté de vuelta con nosotros- Dijo Ana mientras iba a toda prisa hacia mi. Me levanté para recibirla con un abrazo. Ana... Mi ama de llaves y la única madre que conocí. Ana no era mi verdadera madre pero ella, al igual que Friedrich, siempre me quisieron como a un hijo. Tal vez ellos me veían como "El señor de la casa" pero para mi... Ellos eran mi familia.

-Deseaba tanto volver a casa, no imaginan cuanto los extrañé- expresé con sinceridad.

-Mírese señor Alucard, no ha cambiado nada desde que comenzó su recorrido por el mundo hace diez años- me dijo sonriendo

-Si... Esta es la maldición de nosotros los inmortales- respondí con pesar.

-Ana, deja en paz al señor Alucard, quiere descansar en su habitación- habló Friedrich desde lo alto de las escaleras

Ana le miró regañándole con su mirada y luego me miró a mi -Espero que nunca se convierta en un viejo amargado como Friedrich- Bromeó Ana. -La habitación ya está lista para usted-

Sonreí -Muchas gracias Ana-

Subí las escaleras hasta la habitación a la que Friedrich me había guiado. Cuando entré la habitación estaba oscura así que encendí la lámpara decorativa que colgaba del techo. Mi equipaje ya estaba dentro de la habitación así que me dispuse a cambiar de ropa para tomar una siesta el resto del día hasta que llegara la noche. Mi "pijama" era una túnica de cuero negro y cualquier pantalón que tuviera puesto. Mientras me vestía caminé por delante de un gran espejo sólo para ver mi ropa flotando en el aire.

-Para qué demonios tenemos estas cosas si no podemos reflejarnos?- gruñí.

Me acosté sobre el reducido espacio acolchado de color rojo -Había olvidado lo cómodo que se sentía esto- exhalé y cerré la puerta de mi ataúd.

Hola a todos, esta es la primera publicación que hago. No suelo escribir libros, este es solo un experimento para saber si les gusta esta historia que invadió mi mente hace unos días. Por favor diganme si les gusta y si piensan que debo mejorar algo en mi forma de escribir. No sean tan duros conmigo, tengan en cuenta que es mi primera publicación :3

El Hijo De DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora