Capitulo 4

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Aquí el capítulo final de está historia, hay un epílogo que agregaré posteriormente, pero quiero señalar que ese contiene Lemon. De manera que la historia puede quedarse aquí en caso de que ese tipo de cosas no les agrade.

Gracias por leer n_n
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Quizá ya era justo que alguien le rompiera el corazón… Si, después de todas las chicas a las que les había robado el suyo, era lo que merecía.
-¡Oye! ¿Estás bien? – Preguntó una voz familiar a quién seguramente le pertenecía la mano que lo sacudía levemente por el hombro, podía sentir la frialdad del suelo así como dolor en varios puntos de su cuerpo, esto último lo devolvía a su realidad, a esa lamentable realidad de la que se había escapado durante el tiempo que duro desmayado.
-¿Clawd? – alcanzó a preguntar Valentine abriendo los ojos lentamente mientras que su visión se iba haciendo menos difusa.
- Sí, creo que te dieron una buena. Seguramente te lo merecías. – Dijo el lobo con una nota de desagrado mirando desde arriba al que antes había sido su rival de amores. – Mejor levántate, das algo de pena así. –comento Clawd extendiéndole la mano ayudándole a ponerse de pie.
-Gracias.- Dijo Valentine de manera escueta mientras se sacudía el polvo que le había quedado en la ropa. – ¿has visto a Hoodude? – preguntó mientras sacudía ligeramente la cabeza, no sabía cuánto tiempo había transcurrido desde su discusión de la mañana. Clawd no parecía entender a que venía esa pregunta. –No, no le visto desde antes del almuerzo. – contesto el licántropo un poco intrigado. -¿Él te dio esa paliza? –preguntó conteniendo un poco la risa mientras el vampiro fruncía un poco el ceño.
-Si, algo así… - comentó sin deseos de explicarle nada saliendo de ahí. Se fue cojeando un poco, él sabía que no tardaría en recuperarse pero no estaba seguro de que Hoodude tuviera la misma suerte ¿Cómo era que se había vuelto humano? Camino un rato estando un poco confundido no debían ser más de las dos según como se veía la luz que entraba desde afuera. Le dolía todo el cuerpo quizá debía ir al médico… ¡La enfermería!  Los últimos momentos antes de que cayera inconsciente llegaron a su mente de súbito… seguramente Voodoo estaría en la enfermería. Corrió tan rápido como pudo hasta llegar ahí, sin preguntar ó pedir permiso entro al área donde se encontraban las camillas. “No puedes entrar así” Dijo una de las enfermeras Ghouls del campus mientras que Valentine buscaba con la mirada a medida que recorría el pasillo de las camillas, al final en la última de las camas pudo ver a Hoodude que yacía dormido ó inconsciente a su lado sentada en una silla estaba Frankie que lo barrió con la mirada.
-¿Qué es lo que haces aquí? –preguntó la chica eléctrica poniéndose de pie seguramente para correrlo de ahí. – ¿No te basta con lo que hiciste? Lastimaste su corazón – dijo ella de manera desaprobatoria.
-¡Mira quién lo dice! ¿No fuiste tú la que lo creo para rechazarlo después? – Espetó él, era curioso como ambos cuidaban el volumen de su voz para no despertar a Voodoo. –Además ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar saliendo con alguno de tus muchos novios? – Dijo el vampiro que no estaba dispuesto a irse.
-¿Perdón? Lo siento pero esas palabras no valen viniendo de alguien como tú y… - La chica fue interrumpida por una voz débil.
- Alto los dos. –Dijo Hoodude que había despertado, tenía un respirador en la nariz y una intravenosa con suero, Valentine se acercó hasta donde estaba el hincándose para escucharlo.
-Despertaste, estaba tan preocupado ¿Cómo te sientes? –Preguntó el vampiro tomando su mano, seguro el chico lo rechazaría sin embargo eso no ocurrió.
-Qué bueno que hayas despertado, Hoodude- dijo Frankie acercándose interponiéndose entre ambos.
-¡Frankie! ¿Estuviste aquí? –preguntó algo sorprendido de aquel hecho.
-Si, así es… en cuanto supe lo que te había pasado vine a quedarme contigo, Scarah me platico todo; creo que ella se sintió algo mal de cómo habían pasado las cosas, lo que menos quería ella era que sufrieras.
Valentine poco a poco se fue alejando poco a poco hasta quedar en la esquina de la habitación mirando a Hoodude que no le devolvió la mirada en cambio Frankie lo miro como indicándole que se fuera.
Salió de la enfermería algo apagado ¿Qué se hacía en esos casos? ¿Era posible que pese a todas sus conquistas estuviera a la deriva? Suspiro con pesadez, estaba seguro de que nadie que lo conociera lo iba a ayudar.

Hoodude bajo la mirada algo triste, si bien se sentía dichoso de que Frankie estuviese a su lado tenía ese dolorcillo dentro de él.
-¿Qué ocurre, Hoodude? – preguntó la joven algo extrañada, por alguna razón era más amable que otras veces. -¿necesitas algo? –preguntó ella, el chico negó.
-Pensaba en… bueno no importa. – Pensaba en Valentine, en que no podía creer que le hubiera hecho eso, en que el juraría que todo aquello era real al menos para el propio Voodoo lo fue.
-Tranquilo, son cosas que nos llegan a pasar a todos. Tengo que irme, mi padre me pidió que no llegara tan tarde, vendré mañana a verte. – Dijo Frankie para después besar su frente con suavidad.
-Nos vemos, Frankie. – Dijo él sin mucho ánimo.
Antes de salir Frankie se topó con Twyla que iba a ver a Voodoo, la saludo y siguió con su camino.

-Hola, Voodo. – Dijo la otra joven sentándose a su lado. – Conseguí la arena que te devolverá a tu antigua forma. Ya no tendrás que estar en cama. – agregó sin embargo Hoodude parecía algo distraído.
- Gracias, Twyla. – Dijo suavemente sin embargo cuando la chica iba rociarle la arena le detuvo la mano – Espera, creo que quiero quedarme así un tiempo.
-¿De verdad? Bueno si eso quieres está bien. – dijo guardándola en su bolsa. - ¿puedo saber porque harías algo así? Tu razón para cambiar fue Valentine ¿Qué motivo te haría querer quedarte de esa forma?
-Valentine.- Dijo el chico sin explicarse.
-¿Cómo?- preguntó ella sin comprender
-Yo juraría que todo fue real, que no me estaba utilizando ni nada… Pero Scarah no se pudo haber equivocado. Estoy confundido.
Twyla pareció meditar sus palabras unos momentos –No lo sé… lo que sí sé es que no le has dado oportunidad de explicarse bien, creo que todos merecemos una oportunidad ¿No crees? –La voz de la chica era suave. –Puedo buscarlo si quieres – agrego ella a lo que el asintió.

El joven vampiro se encontraba en la torre de vigilancia pensando en todo lo ocurrido ¿No sería mejor dejar todo así como estaba? ¿Ya no acercarse más al chico para no lastimarlo? Quizá sería lo más conveniente.
-Ah si estabas aquí…- Dijo Twyla desde la puerta de la torre.
-¿Será que también vienes a decirme lo horrible y detestable que soy? –preguntó con cierto tono de odio en su voz, la chica no se inmuto en absoluto.
-No, hable con Hoodude, ve a hablar con él.- Dijo ella mientras subía al andamio donde le gustaba columpiarse.
- ¿De verdad? Vaya...  gracias, te debo una. – Dijo antes de salir corriendo hacía la enfermería, al llegar volvió a ignorar olímpicamente a la enfermera en turno.
-Voodoo…- Dijo recobrando un poco el aliento cuando estuvo cerca de su cama. –De verdad quiero que me perdones, yo no pretendía engatusarte ni nada semejante, en realidad solo quería comprender algo que hasta que te conocí entendí.
Voodoo estiro su mano posándola sobre sus labios. –Todo está bien – dijo el menor – Lamento haberte lastimado, Val. – Dijo bajando un poco la mirada mientras que Valentine lo beso suavemente en los labios.
Ambos sonrieron dispuestos a dejar atrás algunas cosas, ambos eran muy diferentes pero si algo tenían en común era  que los dos experimentaban por primera vez ese sentimiento.

MonsterHigh: Un corazón roto para un cariño descosido +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora