Tarde. Ya era demasiado tarde y Ji Yong no se dignaba a aparecer, después de un beso suave y un —Me voy a trabajar cuida la casa Seung Hyun –el platinado había dejado su hogar.
Normalmente llegaba cerca de las nueve de la noche o un poco más tarde cuando pasaba por la comida al supermercado pero esta vez ya habían pasado tres horas y nada. Era demasiado tarde, tampoco había avisado que se demoraría. Nada.
Seung Hyun estaba por hacer un hueco en la tierra si el chico no llegaba.
—Nunca se había tardado tanto. Ha pasado demasiado tiempo ¿y si le paso algo? –tomo un abrigo del perchero y salió por la puerta, lo encontraría, era un cazador.
...
Ji Yong aplaudió cuando la exhibición de baile de Seung Ri y Young Bae había terminado, se habían quedado un poco más en la academia para perfeccionar los pasos del recital que llevarían a cabo en un mes. Unas horas lejos de casa no haría mal a nadie. En especial a Seung Hyun, que ya era un lobo grande y podía cuidarse solo. Incluso le había dejado la comida preparada, solo debía calentarla.
—Sugiero vayamos por algo de beber, aquí ya termínanos –Seung Ri se acercó a su maleta sacando una botella de agua y una toalla para secar el sudor que bajaba por su cuello.
—Estoy de acuerdo –Young Bae se quitó la playera mojada paseándose semi desnudo por el salón.
—No puedo chicos, ya es bastante tarde y... bueno mi mascota tiene que comer –
En la sociedad coreana conservadora los híbridos eran vistos como errores de la naturaleza, lo más bajo dentro de la jerarquía social, no tenían cedula de ciudadano y mucho menos eran tratados como seres vivos. Tal como los animales pero su vida era mucho más cruel. Objetos del deseo sexual para los indecentes, sufrían la discriminación y el odio por gran parte de la población.
Aunado a que al ser mitad animales tendían a transformarse en criaturas peligrosas que generaban terror ya que no podían controlar sus instintos.
—No me digas que te compraste un perro –el moreno chasqueo la lengua —apenas y puedes contigo mismo.
—Cállate, he madurado –le arrojo su zapato con fuerza.
—Ay vamos Ji Yong, no se va a morir si te ausentas unas horas, anda –y ahí estaba insistiendo Dae Sung, ese chico castaño de flequillo que prácticamente vivía enamorado de él, no le dejaba en paz aunque desde hace tiempo hubiese rechazado su amor.
—No, no lo sé, Seung Hyun es demasiado especial –apretó su brazo izquierdo, con ese hibrido no se jugaba y él lo sabía mejor que nadie.
—No se va a morir, anda hyung ¡Hoy vamos a divertirnos! –el menor de los cuatro insistió con un puchero.
—Ahh~ está bien, está bien.
—Genial, vamos –grito el más joven quien se había salido con la suya.
—"Solo espero que Seung Hyun... bueno él entenderá" –ya le había enseñado a cocinar al lobo, claro fue toda una odisea en la que hasta quemaduras y sangre se vieron involucrados pero logro que el hibrido hiciera una decente comida.
—Muévete –Young Bae lo tomo del brazo para ayudarle a levantarse y entre risas salieron del salón ya cambiados.
Young Bae y Seung Ri iban caminando hasta adelante, empujándose mutuamente jugueteando entre los dos.
—Si se gustan demasiado deberían de decirlo y dejarse de tonterías –Dae Sung se acomodó el flequillo que se empeñaba en caer como una cortina sobre sus ojos.

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Cachorro
Fantasy- ¿Algo que quiera? -el lobo pareció meditarlo. -diría que... una novia. - ¿No-ovia? -Es mí deber continuar la sangre y tener hijos, dado a que soy un lobo. -Ya veo... una novia -Ji Yong se rasco la cabeza -pero ahora no creo que podemos mantener ot...