Y así te fui queriendo a diario,
sin ley, sin un horario...
De todas las personas que estaban en el grupo, déjame decirte Mell, que tu eras la más hermosa flor, en aquel jardín.
Ya tenía para ese entonces una fama de mujeriego en el grupo, sin embargo,buscaba redimirme.
El grupo en el que estábamos, era muy divertido, porque teníamos incluso ciberfiestas, lo sé, suena raro, pero ¿quién no ha hecho una fiesta así? o al menos ¿a quién no le gustaría?.
Yo tenía una novia en el grupo y tú también tenías una relación.
Mantenía una amistad con tu pareja, nos entendíamos bien, pero ahí comenzó el problema, nos entendiamos tan bien, que nos enamoramos de la misma persona.
Suena bajo, lo sé, si era tu amigo, ¿se la bajaste? no, no lo hice, porque ella jamás fue suya, y tardé en comprender eso, al fin y al cabo, quien debía elegir eras tú, mi pequeño girasol, mi pequeña Mell, estabas sentimentalmente afectada y trataba de comprenderte, pero aún así me gustabas de una forma desesperada, me encantaba todo, absolutamente todo de ti, hasta tus ojeras de panda.
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Las pláticas que teníamos era lo único que me hacían desvelarme, pues yo era un niño bueno, y los niños buenos, dormimos temprano.
Desde entonces extrañamente el sueño empezó a desvanecerse, sólo quería estar contigo el mayor tiempo posible y conocerte, quería saber tus sueños y tus anhelos, quería ser tu atlas, el que sostiene el peso del mundo entre sus hombros para que tu puedas seguir tranquila, quería tantas cosas en ese entonces, te quería para mi.
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ADIÓS A LOS GIRASOLES
Não FicçãoMe convertí en un girasol desde el momento en que te conocí, mi mundo empezó a girar en torno a ti, al igual que un girasol buscando los rayos del sol, yo sólo te buscaba a ti, mi princesa, mi pequeño girasol. Creí en una fantástica historia de amo...
