Capítulo 10. Twisted...

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Hola~ Es bueno andar por acá, linduras :'D
Casi me doy un tiro mientras escribía este capítulo x'D Pensaba subirlo el domingo, pero terminé por avanzar más de lo planeado, de modo que esto quedo bastante largo, así que...espero que valga la pena y les guste ψ(`∇')ψ
(Aun debo respuesta a comentarios del capitulo anterior, pero les prometo que los contestaré esta semana TuT ❤)

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CAPITULO 10. TWISTED LOVE

Permanecieron algunos segundos más abrazados, reconfortándose mutuamente con el contacto de sus cuerpos mientras sus respiraciones se calmaban, al igual que el acelerado latido de sus corazones. Aun siendo enemigos, aun teniendo un historial de odio de más de diez años, sentirse cerca en aquel momento era lo único capaz de hacerles olvidar al menos por un momento sus miedos y parte del terror a su pasado.

—Shizu-chan... –Izaya fue el primero en romper el silencio en medio del turbulento sonido del agua. Su voz era baja, suave, casi como si no quisiera que nadie le escuchara más que el chico que le abrazaba posesivo contra su pecho. No lloraba, no temblaba, pero incluso así, su voz era capaz de revelar lo mal que se sentía –No quiero estar aquí...ya no más.

Suspirando ante aquellas palabras capaces de estrujar su corazón, el ex barman apretó su abrazo, acariciando el cabello del menor mientras recorría con la mirada cada rincón disponible del escenario, ignorando los cuerpos aun apilados cerca de la orilla, buscando con prisa las sombras de Celty. No pensaba hacer seguir a Izaya si este no quería hacerlo; ya le habían hecho avanzar demasiado, incluso sabiendo de ante mano su negativa a hacerlo.

Además, ahora más que nunca sabía que Izaya jamás debió involucrarse en ese viaje, ni siquiera por accidente, siendo que, entre todas las personas, era justamente él el más vulnerable a aquel horrible lugar...

Soltando una maldición cuando, a pesar de recorrer cada punto disponible con extrema atención en busca de al menos una delgada sombra de la Jinete no hubo rastro de esta, se removió en el suelo para hincarse en este, separando el cuerpo del informante con cuidado, sin obligarle a que lo mirara, solo necesitaba saber que estaba bien y podía quedarse ahí unos segundos.

—Dame un momento, buscaré a Celty. No te muevas de aquí –ordenó con ambas manos en sus hombros, apretando estos un poco al ver al menor asentir –Bien...

Dando una pequeña última caricia a su cabello, le dejó en la seguridad de la luz y dio unos cuantos pasos lejos, llamando a Celty cuando dio con la primera pared, aunque no recibió contestación, de modo que fue al siguiente extremo, asegurándose de voltear cada cierto tiempo hacia donde se hallaba el informante, solo para asegurarse de que estaba bien.

Por su parte, y tras la partida del rubio, Izaya se dedicó a mirar sus manos sin poner mucha atención a estas en realidad, pues mientras los segundos pasaban y el ruido del lugar llenaba el vacío que la oscuridad simulaba en este, dentro de su cabeza sentía una guerra llevarse a cabo entre la petición que había hecho al rubio y la idea de dejarle sólo...

¿Por qué ahora era tan difícil tener que elegir...?

Tratando de no torturarse con aquella pregunta de la que bien sabía ya la respuesta, se obligó a levantarse del suelo para caminar hacia el lago, tomando un poco de agua de este con manos ya un poco menos temblorosas, limpiando el resto de sangre en estas antes de enjuagar su rostro, agradeciendo que al menos pudiera disfrutar de la sensación fría del agua para despejarse un poco. Apenas se sintió un poco mejor, miró el cuerpo del rubio en la lejanía, sintiendo la culpa crecer en su interior al comprobar al empeño que este ponía por encontrar alguna de las sombras de la dullahan...

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