Me perdí en un abrazo

Me sentí viva por primera vez en tanto tiempo

Jiraiya regresó de la misión, siempre con su cara sonriente, su positivismo y optimismo nunca cambiaron, siempre admiré eso de él, dejó el reporte en mi escritorio, Shizune fue quien lo recibió, yo como siempre estaba bebiendo, otra vez estaba llena de soledad y tristeza, mi animo estaba bajo y solo quería desaparecer, tenía mucho trabajo y estaba atareada, se mezclaron en mi mente muchas emociones, solo quería tener a mi amigo y beber con él, pero no estaba, así que seguí bebiendo

Cuando salí estaba que no podía de la borrachera, así que fue hasta el río y me lavé la cara para quitarme la neblina que me había dejado el sake, me senté sobre el pasto y respire aire puro, me recosté y coloqué las manos detrás de mi cabeza; me daba sueño, pero de la nada escuche unos paso fuertes que venían hacia mí, abrí los ojos, Jiraiya me estaba viendo, con una gran sonrisa en su rostro, siempre con esa cortina hacia mí, siempre aparentando que no le dolía mi desprecio, eso me enojaba, pero me daba alegría saber que nunca se daba por vencido, que siempre estuvo ahí para mí, y yo quería hacer algo para compensar lo que hacía por mí

El se sentó a mi lado, y me vio, yo estaba ebria, el se dio cuenta, pero no me dijo nada, al contrario, me dijo que me veía hermosa, (siempre con esas palabras, palabras que extraño, ya nadie me las dice, pues ya no soy una mujer joven). Me preguntó que hacía a las orillas del río, le dije que estaba descansando de lo atareado que era ser Hokage; el me dijo que había llegado hace unos treinta minutos, que había dejado el reporte de su misión en mi escritorio a manos de Shizune; me recargué contra su hombro y le susurré al oído "Llévame a mi casa"; siento que mi voz hizo que algo en él se estremeciera; fue algo muy sensual de mi parte; el se levantó y me ayudó a colocarme de pie; íbamos caminando, pero mis piernas se hacían lentas y débiles; yo no quería que el sintiera mi reacción, pero imposible ocultarlo, al verme así, el me alzó en sus brazos y me llevó hasta mi casa; el no quería que vieran a la Hokage en tal estado; al llegar a mi casa subió las escaleras conmigo en sus brazos y me acomodó en sus brazos, yo lo veía claramente, me quitó los zapatos y me tapó con una cobija que estaba sobre la cama

Noté que no pensabas hacer nada, que solo querías dejarme descansar, pero no te dejé ir, tomé tu mano, y me levanté, me acerqué a ti y te besé, no continuaste el beso, te apartaste de mí y me detuviste para que no continuara, al principio me enojé, pero me insinué más hacia ti; te fije que no lo ocultaras, que tu querías eso, que querías tenerme en tus brazos, pero como todo caballero, no intentaste aprovecharte de mí, sé que aunque deseabas que yo te correspondiera, no intentaste propasarte conmigo, fui yo quien se aprovechó de la situación, antes de que continuara para besarte, me dijiste que preferías ponerte cómodo, entonces entraste al baño y cerraste la puerta, no se que pasó adentro, pero escuché lo que decías, "No puedo, cómo podría ser tan canalla de aprovecharme de ella, no quiero, jamás me aprovecharía de una mujer, no puedo, y soy viejo, ya no soy joven" desde que entraste al baño me acerqué a la puerta y coloqué mi oído, escuche lo que dijiste, era tierno y romántico

Cuando escuché que ibas a salir me acomodé en mi cama y te esperé, para tu sorpresa, yo esta sin mi saco verde, y sin pantalón, no te esperabas verme así, te sorprendiste, pero no me dijiste nada, solo te acercaste a mí, llevabas la rejilla gris, sin la banda del Monte, y descalzo; me levanté y te besé, dispuesta a caer sobre la cama contigo, pero lo evitaste; te sentaste en la cama, yo me acerqué a ti, sentada a tu lado te veía; y me dijiste algo que me hizo reflexionar, pero hizo que mi corazón latiera de nuevo "No puedo, hacer esto es aprovecharme de ti, aprovecharme de que estás pasada de copas, yo no soy así, jamás haría eso contigo, si tu no quieres, yo no lo haré"; me enojé y te contesté serenamente el porque de tus palabras, te dije que era ridículo que te negaras a mí, pues tú me deseabas, yo sabía eso; pero tú me respondiste "Amar es distinto a desear, pero cuando amas a alguien, también lo deseas, y tú ahora solo quieres una cosa, pero no quieres lo que yo quiero"; al principio no lo entendí, pero después de unos segundos, capté tu indirecta, te estabas refiriendo a que yo solo te deseaba por el momento, pero no te amaba, al principio fue así, mi cuerpo me dijo, déjalo ir, mi mente me dijo es arriesgado, deja que se vaya, pero mi corazón y mis confundidos sentimientos me dijeron INTENTALO, me acerqué más a ti, y te miré, tu no me mirabas, abracé tu brazo derecho, me acerqué a tu oído y te dije sensualmente que me besaras, creo que tu piel se erizo, pues mi intención era convencerte, me miraste y te acercaste a mí y me besaste, lo que empezó como un beso pequeño y cariñoso y tornó en un beso más grande y apasionado, con tal sensualidad que me dejé llevar y tu también, tu mano izquierda tocó mi brazo derecho y lentamente fue subiendo hasta llegar a mi cuello, mi piel se erizaba, el beso me trasportó a otro mundo en donde el dolor y la tristeza no existían, mi corazón se aceleró un poco, yo sentí que el tuyo también.

Cada vez el beso era más apasionado, pero decidiste ponerle fin, te disculpaste por haberlo hecho, pero te dije que no te molestaras, que me había fascinado la maravillosa sensación, sensación que hace mucho no sentía; me acerqué a ti y te volví a susurrar que me besaras como hacía un momento, te dije que aunque fuera la última vez que la sintiera, no quería olvidarla; nos besamos de nuevo, la maravillosa sensación se volvió a repetir, nos tumbamos sobre la cama y el beso se volvió mucho más pasional y delicado, acompañado del beso iban caricias suaves que erizaban aún más mi piel, sin darme cuenta te quité la malla gris que llevabas puesta, vi perfectamente que para ser un anciano igual que yo, parecías un atleta de treinta años, que a pesar de la edad aún tenías madera, yo también la tenía, y quise darla toda contigo, algo me decía que te marcharías muy pronto, y no quise desaprovechar la oportunidad

Detuviste el beso apasionado y me miraste, me dijiste que no querías hacerlo, que te dabas cuenta de que yo solo te deseaba de esa forma, y que tu no soportarías otra indiferencia de mi parte sabiendo que me estabas dando todo lo que podías dar; sujeté tu mentón y te vi a los ojos fijamente, te dije "Tú quieres yo quiero, si ambos queremos, cual es el problema" me miraste después de lo que dije, cerraste los ojos y te acomodaste mejor para apoyar la cabeza en la almohada mientras me mirabas, me abrazaste tiernamente, con u cariño reprimido, sentí que me amabas, te abracé fuertemente, sentía tu cálido pecho, tus tonificados músculos me estremecían, no me decía nada, tu calor me inundaba, era apasionado, me daba sueño, pero yo no quería dormir, te miré y luego tu me miraste y me dijiste suavemente con mucha sinceridad y convencimiento, "Tsunade, yo no puedo, soy viejo, ya no soy joven, y tu"......te callé usando mis dedos para tapar tu boca, y te dije "Jiraiya, yo también soy vieja, sé que presumo de mi juventud con este jutsu, pero yo también soy vieja, y que"; me miraste y me dijiste que solo deseabas una cosa en el mundo, tocar mi corazón, y hacerme sentir lo que tú sentías por mí, lo que siempre habías sentido, que sin importar todos los desprecios que te había dado, tu nunca habías dejado de amarme, que tu corazón latía siempre por mí, y que sería capaz de dar tu vida por mí; aquello desgarró mi corazón, yo quería sentir de nuevo que se siente ser amada por alguien que me amara, me viste a los ojos, tu mirada se centró en la mía, sentí mucha necesidad de sentirme viva, me besaste, no dejaste de abrazarme, el cálido beso que sentía de ti no era solo deseo, era amor y pasión, me dejé llevar y tú también, mi corazón latía como nunca antes, mi respiración era rápida, me sentía tan frágil, pero tan viva, no podía sentirme mejor, en ese momento no sabía que era la tristeza, la soledad y el desamor, solo quería ahogarme en ti, fue maravilloso lo que siguió, jamás lo olvidaré.....................

HASTA AQUÍ ACABA LA CARTA PARA NARUTO, PERO TSUNADE NOS SEGUIRÁ CONTANDO QUE SUCEDIÓ DESPUÉS