drunks ; stray kids

01 - Hyunin

🌹; Información.  

↳Romance.              
↳885 palabras.        
↳Jeongin x Hyunjin.
↳ No contiene +18. 

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Los ojos rasgados de Jeongin se movían de un lado a otro. Miraba al libro, al profesor y por último, al reloj. Era un ciclo que no paraba.

Normalmente la clase de historia era entretenida para el pequeño, pero esta vez era diferente. Esperaba el final de las clases con ansias para poder irse a casa sin ser visto por Hyunjin. ¿La razón? El otro día se le declaró cuando el mayor estaba medio borracho. Y lo peor no fue eso.

Jeongin no sabía Hyunjin se acordaba de las plabras que le dijo, pero prefería no arriesgarse.

“—Jeonginnie, lleva a Hyunjin a su casa. Yo llevaré a Changbin y Minho a Jisung.— pidió Felix, ignorando al "dark" del grupo que en ese momento trataba de besar la mejilla del rubio sin mucho éxito. El australiano rodó los ojos con diversión y pasó sus manos por la cadera de Changbin.— Buena suerte y tratar de que no se enteren los otros.

El pequeño asistió y se acercó a Hyunjin, quien estaba con un vaso de plástico entre sus manos. Con rapidez el pequeño se lo quitó de las manos y vertió el contenido al suelo.

—¡Oye! Iba a beber eso.— protestó el mayor haciendo un pequeño puchero con los labios y levantandose del suelo. Tambaleándose, se acercó a Jeongin y pasó su brazo derecho por los hombros del pequeño. Juntó la cabeza de este contra su pecho con poca delicadeza.

—Hyung, tenemos que irnos a casa.— protestó el pequeño, intentando zafarse del agarre. Pese a sus esfuerzos no lo logró. El mayor tenía mucha más fuerza que él y además era más alto.

Jeongin suspiró con pesadez, dejandose abrazar por Hyunjin. Unos minutos después por fin terminó el abrazo.

— Mis padres no están en casa. — Jeongin lo sabía. Esa era una de las razones por las cuales su amigo había bebido de más. Y ahora se arrepentía de no haberle parado antes.

— Lo sé. Cuando lleguemos vas a ir directamente al baño. No quiero que te echen la bronca por ensuciar tu cuarto.

Hyunjin asistió. Pese a todo el alcohol tomado, el mayor aún podía andar perfectamente sin ayuda. De vez en cuando Jeongin tenía que agarrarle de la sudadera para que no se desviase, pero nada más.

Llegaron a la casa del mayor media hora después.

— ¿Las llaves? — susurró el pequeño para evitar despertar a los vecinos curiosos.

— En el bolsillo, creo. — respondió mientras llevaba una mano al derecho. — Aquí no están Jeonginnie.

— ¿Seguro? — volvió a cuestionar, ignorando el apodo que había improvisado. Al no obtener respuesta, el menor decidió buscarlas el mismo.

Ignorando el calor que estaba empezando a sentir, metió su mano en el bolsillo izquierdo. Tanteó un poco en la oscuridad hasta sentir algo frío y metálico entre sus dedos.

— Que no estaban dice. — murmura para el mismo mientras abría la puerta. No se había dado cuenta de la amplia sonrisa que traía el mayor y el peculiar brillo de sus ojos.

Entraron en cuarto y lo primero que hizo Hyunjin fue tumbarse en la cama.

— "No hace ni caso". — pensó el menor mientras negaba con la cabeza. Dejó las cazadoras en el perchero y se subió encima del mayor, concretamente en su cintura.

Jeongin no habría hecho eso estando en sus cinco sentidos pero como todos, el también había bebido un poco.

— Te había dicho que fueras al baño. — susurró lo suficientemente alto para que le escuchara.

— Pero soy un rebelde. — Hyunjin ladeó el rostro, observando con interés el rostro del menor. Pocas veces le había tenido así de cerca pero podía afirmar una cosa; era verdaderamente hermoso. No solo su rostro, si no también su personalidad.
Segundos después, tenía sus labios sobre el cuello del pequeño.

Jeongin jadeó al sentir aquellos húmedos y gruesos labios acariciando su cuello. A su vez, Hyunjin suspiró debido a la suavidad de la piel que besaba. 

Poco a poco, el calor subió a las mejillas del menor. Se encontraba ya recostado sobre el pecho de Hyunjin, recibiendo sin protestar los besos que le daba y algunas veces quejandose de lo brusco que era al mordisquear su piel.

A pesar de que varias veces había pensado en como se sentiría los labios del mayor en su piel, no era como el quería que fuera. No había habido ningún "te quiero " o un simple beso. El pequeño dio por hecho que era por culpa de la borrachera y que en realidad Hyunjin no quería estar con el.

Se separó lentamente de él, empleando toda la fuerza de voluntad que poseía. Ante la mirada de confusión del mayor, este tan solo negó con la cabeza.

Se bajó de la cama y en dos segundos ya tenía la chaqueta puesta.

— ¿Jeonginnie? Lo siento… no debí de hacerlo.— susurró agachado la cabeza, pidiendo disculpas.

El pequeño volvió a negar.

— No. La culpa es mía por dejarme llevar por los sentimientos. Había olvidado lo borracho que estabas y por un momento pensé que te gustaba.— rió con ironía, saliendo del cuarto con un portazo.

Hyunjin se quedó mirando la puerta embobado, esperando a que su pequeño volviera a entrar. Pero no lo hizo.”