Para la gente que me cambió de parecer.
"La distancia nos acaba empujando al olvido del abismo"
-¿Y tú Matt? -le preguntó-. Cuéntame algo de lo que te sientas arrepentido. Ándale, sigues tú.
La noche apenas era joven, con una luna grande y su brillo. Los dos estaban teniendo una platica sobre cosas que se arrepentían, estaban sentados en las sillas de las que te encuentras en los parques, en ese lugar solo había pasto, la silla y una noche estrellada.
-Hmm -pensaba-. No lo sé... hay muchas cosas.
-Pues cuéntame la que quieras, ¿si?
-Bueno... Hay demasiadas cosas que nunca les conté a mis compañeros de tercer grado, cosas que me arrepiento de no habérselas dicho, como si tuviera esta culpa recargándose en mis hombros -decía Matthew-. Siempre tuve miedo de contarles mis experiencias que tuve porque pensaba que me iban a llamar presumido o algo parecido, y tal vez estaba en lo correcto o tal vez no. Y de algo estaba seguro, algunos y algunas querían saber como me había ido allá y a algunos les daba igual. Pero de lo mucho qué hay en el diario que escribí no lo conté, una vez más, porque temía que me llamaran presumido.Él no sabía exactamente qué quería decir, él podía hablar de demasiadas cosas y en cualquiera de ellas iba a ser algo de lo que se arrepentía.
-Bueno -agregó-. Tal vez si hay algo de lo que me arrepienta, y se trata sobre aquella persona.
-¿Almendra?Matt se quedó callado, no supo que decir, pues él no conocía a la chica con la que estaba hablando, ni conocía su rostro, pero su voz se le hacía familiar.
-¿Como es que sabes de quien hablo?
Ella ignoró la pregunta de Matt, como si no la hubiera escuchado. Ella no quiso contestar la pregunta que le hizo y decidió hacerle una pregunta.
-Cuéntame, ¿cómo era?
Matt asumió que no servía de nada volverle a preguntar, así que procedió a responderle, se tomó su tiempo para pensar.
-Ella me hacía recordar esos momentos que te hacían feliz, esos momentos que olvidaste. Como si ella te hiciera recordar lo olvidado, por eso la amaba. Además de eso es feliz, bueno, siempre que la veía en clases me sonreía, hacía reír a los demás, puedes hablar de cualquier cosa con ella y siempre te hará reír y es muy cariñosa, una persona que no importa lo que pasé siempre estará para ti, siempre perdonaba a todos no importa lo que le hacían. Ella es alguien grandiosa, que te va a tener paciencia y te pondrá atención. Alguien que te tendrá confianza y que podrás tenerle confianza. Alguien... con quien serías feliz.
La chica ya no dijo nada, se quedó callada, pensando en que iba a decir.
-No entiendo algo -dijo confundida- ¿de que es lo que te arrepientes?
-A eso iba, yo no la trataba bien, bueno si.
-Explícate bien.Matt suspiró, y dijo arrepentido:
-Yo... yo nunca le di su espacio, tal vez yo la amaba pero mis acciones no decían lo que yo sentía.Yo nunca tuve intenciones malas con ella, pero el resultado de mis acciones hacía parecer que si tenía malas intenciones. Yo nunca quise hacerla sentir mal y sin embargo lo hacía, día a día. Y al final, hice lo que nunca quise hacerle y nunca me daba cuenta.
ESTÁS LEYENDO
Diario 2: Viejas Memorias
RandomMatt debió haber disfrutado su tiempo allá en Alemania. Disfruten su tiempo.