Silphy me contó todo lo que vivió hasta ahora durante el viaje.
Fué desterrada del castillo y desheradada por parte de su padre, el rey de Azufrus, por alta traición a éste.
"No traicioné a nadie... No a nadie que no se lo mereciera". Agregó mientras me lo contaba.
Hacía no más de unos meses había nacido un hermano del rey. Pero un día, la princesa lo mató quitando un demonio que éste llevaba dentro.
Como nadie estaba presente para verlo, simplemente creyeron que mataba al nuevo heredero. "Las mujeres no tenemos permitido el trono" dijo la princesa.
Entonces, decidió acabar con todos los demonios de planeta Lullabus y así ser admitida nuevamente en el castillo de Azufrus.
-Aunque... Primero necesitaremos una base, o almenos un lugar para dormir -. Me dijo. -entraremos a ciudad Brumus, haremos equipo con los que no simpatizan con su rey, y tomaremos el castillo y la ciudad -. Bajamos de la extraña nave con forma de libélula en un desierto, luego ésta se deshizo en humo y se convirtió en un boton naranja.Y así comenzó el plan "toma".
Imaginé que éste sería entrar de incognitos y hablar puerta por puerta con cada persona y así reclutar a quienes pudieran ayudar.
Pero Silphy no se iba a tomar tanto trabajo.
Tan solo se puso su armadura plateada y dijo:-Este es trabajo para Angelina, la llamaré.
Yo esperaba que sacara algún equipo alienigena de intercomunicaciones o algo así, pero eso no sucedió, tan solo hizo un signo en el piso con su espada, y tanto los ojos de la princesa como los de la espada se pintaron de amarillo.
-¡AAAAH! ¡ANGELINA ESTÁ EN LA CASA, OH SÍ! -. Gritó Silphy con una voz carraspeante - Tú eres el narrador que Alice dijo que necesitaríamos ¿eh? ¿qué tal todo, viejo?
- Yo-yo soy... george, ¿no te lo dije, Silphy? -. le dije muy confuso.
- Yo soy Angelina, no Silphy, tan solo estoy en este cuerpo encerrada, veo que la torpe no te lo explicó, pero no hay tiempo -. Dijo, rematando sus palabras con un golpe en mi hombro. - El plan es muy simple, solo sigueme.
Y eso hice, del bolsillo sacó algo similar a un boton de color purpura, pero cuando lo presionó se convirtió en algo parecido a un skateboard volador.
Subió a él y me colgó de su espalda.
Yo temblaba de miedo, ¿qué quería hacer esa loca?Tomó su espada, y encaminó el skateboard a toda velocidad hacia los portones de una gigantesca ciudad.
Al llegar a la enorme puerta de madera colorada tan solo la rompió en mil pedacitos en cuestión de segundos y se dirigió al castillo en medio de la ciudad por las calles de la ciudad.
- SOY LA PRINCESA DE AZUFRUS, DESTERRADA POR ALTA TRAICIÓN, SI NO ESTÁS DE ACUERDO CON EL REY, HOY ES TU DÍA, VOY A MATARLO Y TOMAR EL CASTILLO, QUIEN ESTÉ DE ACUERDO CON ÉL, MEJOR CORRA Y SALGA DE ESTA CIUDAD YA MISMO.
Casi me desvanezco ante tal vergüenza, pero pronto me acordé de que quizás me matarían y fuí felíz. Pero luego recordé que soy inmortal, y ya no fuí felíz.
Almenos unas doscientas personas salieron de sus casas con armas extraterrestres, había personas con muchos ojos, otros con tentáculos, otros con dos cabezas, fué realmente asqueroso.
Angelina reía como una desquiciada mientras lanzaba lasers a los que se le querían oponer en camino al castillo. ¿en qué estaba metido?
La puerta la voló desde unos 100 metros y entramos al son de un grito de guerra de Angelina. Saltó del skateboard y lo dejó chocar contra una pared y explotar en el proceso.
El resto de la historia es fácil, tan solo comenzó a subir escaleras y matar a todo el que cruzaba, criadas, mucamos, el único sobreviviente fué un perro.
Al llegar ante el rey, éste tan solo se lanzó por la ventana y abandonó el lugar.
Angelina salió a la terraza Real y gritó a todo pulmón:
- SOY LA NUEVA REINA DE CIUDAD BRUMUS, CONTINÚEN COMO HASTA AHORA CON SUS VIDAS, NO VOY A QUEDARME MUCHO TIEMPO, CUANDO ME VAYA PUEDEN PELEAR POR EL TRONO, ¡FELÍZ DOMINGO! -. Acto seguido corrió a su cama y se durmió profundamente.
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Bitácora de un muerto
Science FictionLa vida de George era mala, pero normal. Todo se descontroló cuando la loca princesa Silphy del planeta Lullabus llegó a su vida. De ahora y hasta el fín de todos los mundos, George será un mero narrador de las asañas de esta llamativa princesa.