Breakdown Ziam

Capítulo 11 1/2

Capitulo 11 (1/2)

Ya mero se acerca mas la muerte de Casandra y las imágenes de la chava que aparecen es este capitulo y los siguientes es como a mi me parece que se parece Casandra, a Effy Stonem (Kaya Scodelario de "Skins") una serie que recomiendo que vean. Pero bueno, espero les guste.

Cuando menos lo esperamos, cuando nos imaginamos que no hay posibilidad de que algo más horrible puede suceder después de tanto sufrimiento que hemos pasado, llegan acontecimientos que nos alteran, nos sorprenden de una manera perversa y terrible.

Llegaron a la casa de Zayn; quien se estaciono al frente de la casa. Era medianoche, el día apenas empezaba literalmente y ellos estaban más vivos que nunca. Sus padres le habían avisado que iban a la boda de una de sus tías, que estaba a mas de mil kilómetros de donde se encontraba el. Así que no había manera de que su familia los interrumpiera de alguna manera posible.

Primero se hicieron algo de comer, riéndose y haciendo pequeños bromas el uno al otro mientras cocinaban. Parecían uno pareja feliz, como si fueran novios por muchos años.

Tocándose ocasionalmente y no solo ir de prisa y quitarse las inmensas ganas de estar con el otro más íntimo. Zayn era paciente, y eso a Liam le gustaba. No era como si todavía no hacían algo, pero tal vez no estaban listos para hacer el siguiente paso o quizás uno esperaba que el otro lo hiciera. Zayn puso dos platos en el mostrador de la cocina, y Liam servía las bebidas. Pudieron haber comido en el comedor, como siempre lo hacían con sus familias. Pero el castaño se puso como subiéndose al mostrador de la cocina, viendo a Zayn imitarlo. Comieron, y después de una media hora de estar platicando sobre tonterías, cosas personales y una que otra pregunta que no tenía nada que ver con lo que estaban hablando.

Era el turno de Zayn de preguntar, pensando muy bien en cual pregunta hacerle. No se aguantaba más las ganas de saber y simplemente lo dijo. - ¿Quién es Christian? – pregunto el peli negro, causando un silencio enorme. Los dos sentados sobre el mostrador de la cocina, algo apartados.

Liam volteo al otro lado, la pregunta de Zayn lo había tomado de sorpresa. No pensó que iba estar tan curioso de saber más, tan pronto.

-Liam – susurro Zayn viendo el rostro sorprendido del castaño.

- Creo… que ya sabes la respuesta – murmuro Liam sin poder ver a Zayn directo a los ojos.

Zayn quería saber más, no sabía con exactitud si realmente había más de lo que saber. Sus ojos se miraban algo triste, el hecho de que si había algo mas, eso pudiera romperle el corazón, lo cual lo atormentaba. En ese momento deseo no haber hecho esa pregunta, quería regresar el tiempo y hacerle cualquier pregunta tonta que se le pudo haber imaginado. Vio como Liam no reaccionaba, se quedo completamente congelado. Y no dudo en decir lo que salió de sus labios – Sabes… mejor lo dejábamos así – siguió con una voz llena seguridad – No hay necesidad de que me digas, y no estás obligado a hacerlo… así que, ¿Por qué no hacemos otra cosa? – sugirió Zayn tocando el muslo de Liam suavemente.

El castaño levanto la mirada poniendo una sonrisa forzada. Podía ver en los ojos de Zayn la ansiedad de saber “¿Quién era Christian?” y aunque este sabía con plenitud quien era, siempre había una duda grande de querer mas aunque no hubiera nada más que contar. Pero este no era el caso. Y a veces el propio Liam anhelaba que no hubiera más, mintiéndose. No quiso arruinar mas la noche y el mismo también se aguanto las ganas de responder la pregunta de Zayn que deseaba ser contestad. Dejaron el asunto en el olvido y Zayn lo llevo a su cuarto.

Después de que Liam viera las fotografías del peli negro cuando era más pequeño, y de que le enseñara su vista de la ventana de su cuarto que era particular y hermosa. Zayn prendió su estéreo insertando un disco y subiéndole al volumen. Le gustaba la mayoría de los ritmos y queriendo subir un poco el ánimo después de su preguntita, empezó a sonar la canción. Se acerco a Liam; quien estaba viendo el mundo por la ventana. Colocando sus manos alrededor del, besando su cuello gentilmente hasta obligar al castaño voltear para que respondiera a sus besos.

Liam susurro “Te quiero” con una sonrisa en su rostro. Lo abrazo con sus manos alrededor del cuello de Zayn, los dos frotando sus narices contra la del otro mientras se reían. “Yo también te quiero, Liam” dijo Zayn. Perdidos en los suaves toques, las respiraciones profundas y el deseo de querer arrancarse la ropa. Comenzaron a moverse hacia la cama sin deshacer el abrazo que los hipnotizo.

Se dejaron caer en la cama del peli negro, con sus manos en el mismo lugar donde las tenían y sus piernas enredadas.

Veían a través de los ojos del otro. Sintiendo el calor del otro hacerse más grande. Una manera muy diferente de querer, no había necesidad de besarse ni nada. Con tan solo sentir la presencia del otro, sentir su calor, su olor, la respiración; con eso bastaba. Se admiraban, viendo de pies a cabeza sus cuerpos juntos llenar al otro de pasión y ternura a la vez.

-Liam – susurro Zayn con sus manos acariciando el rostro del castaño con lentitud, queriendo recordar todo él, guardarlo en su menta para nunca olvidarlo.

- ¿Qué? – pregunto Liam sintiendo las caricias que le hacía. Le

parecía algo dulce y lindo, nadie lo había hecho antes, apreciarlo como si fuera una joya preciosa, algo invaluable que merecía todo el universo.

Sin pensarlo por un segundo, dijo las dos palabras que la mayoría decimos con facilidad sin tomar en cuenta su valor. “Te amo” dijo Zayn, su rostro se ilumino con una sonrisa de una manera que ni él pensaba que era posible. Diciendo esas dos palabras era como expresar una forma breve el sentimiento más grande que alguien puede sentir. Dos palabras que están llenas de muchas emociones y no solamente una como algunos pensamos. Lo único que quería en ese momento era escuchar esas mismas palabras salir de la boca de Liam. Y el castaño no tardo ni un minuto para decirlo. Ver la sonrisa de Zayn de oreja a oreja hizo que una sonrisa similar apareciera un rostro.

-Te amo Zayn – dijo Liam lleno de alegría. Lo beso con ternura, rodando en su cama para poder ponerse encima del con sus manos sujetando las de Zayn evitando que las pudiera mover. Un beso que terminó siendo varios. El castaño soltó las manos del peli negro, inmediatamente sintiéndolas sobre su espalda haciendo presión para profundizar más su beso. Luego coloco una de sus manos en su cintura y la otra agarrando el cuello de Liam dulcemente.

Sus labios haciendo presión contra los de Liam, mordiendo su labio inferior con la presión suficiente para que dejara soltar un pequeño gemido.

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Veía borroso, pero aunque intentara distinguir donde estaba aun veía todo negro. Su respiración se quedaba atrapada, como si tuviera alguna bolsa o algo tapando su cabeza. Y cuando estaba cien por ciento segura de que sus ojos estaban abiertos y aun así no veía nada confirmo que su cabeza había sido tapada. No podía mover sus manos ni sus pies. Sus manos habían sido amarradas con una cuerda que le apretaba las muñecas haciendo que sintiera un dolor ardiente cuando hacia el esfuerzo por moverlas. Sus pies estaban igual. Sabiendo que la habían amarrado de una forma cruel y sin piedad, no hizo mucho intento para liberarse; era inútil.

-¿Dónde estoy? – pregunto Casandra con desesperación y agonía. Permanecía sentada, sin embardo no sabía dónde.

No era una silla, sabía perfectamente cómo se sentía sentarse en una. Y cuando empezó a moverse lo más que pudo sintió algo en su lado izquierdo, como una puerta de un carro.

Escuchaba el pequeño sonido del auto, también de los autos que pasaban. Así que asumió que debería de estar en uno. Pero no logro escuchar la voz de nadie, y era lo que más ansiaba.

-¡Contéstenme, por favor! – grito con dolor en su voz.

Dejaron que gritara por minutos, castigándola como una forma de burla personal. Seguía preguntando donde estaba, quien era que le hacia esta, porque, y todas las preguntas que te pudieras imaginar.

Hasta que escucho una voz decir “Por qué no vez por ti misma” después le quitaron lo que le habían puesta en la cabeza impidiendo que viera.

Volteo automáticamente en la dirección donde escucho la voz, la cual le pareció escuchar en otro lugar. Y cuando lo vio, su rostro desfigurado, sus ojos llenos de maldad y venganza, una sonrisa fría y el tatuaje de flor en su cuello que había quedado intacto. Lo miro con estupefacción por varios segundos hasta que pudo reaccionar.

– Tú… tú… deberías estar muerto – dijo Casandra con dificultad.

-Al igual que muchos, querida – dijo Valdo en una forma burlona.